domingo, 7 de diciembre de 2014

«LO QUE PIENSO ESTÁ EN MIS INTERVENCIONES, NO EN LAS INTERPRETACIONES DE LOS MEDIOS»


Entrevista del Papa al diario La Nación

En el Sínodo de los obispos abordó la respuesta pastoral a situaciones novedosas y complejas, pero «no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio», explica el Papa en una extensa entrevista concedida a la corresponsal del diario argentino La Nación, Elisabetta Piqué, realizada el pasado jueves y publicada este domingo. Sobre la reforma de la curia, el Pontífice afirma que avanza a buen ritmo, pero cree que llevará aún su tiempo y no podrá estar lista en 2015. Francisco se queja además de algunas interpretaciones que algunos hacen del sínodo o de su propio pontificado exclusivamente a partir de lo que leen en determinados titulares periodísticos

«Es verdad que hay posturas más para un lado, o más para otro. Pero en un plano de búsqueda de la verdad». El Papa rechaza la interpretación que considera que los padres sinodales estuvieron divididos en dos grandes bloques. «Usted me puede preguntar: Pero, ¿hay algunos que son completamente tercos en sus posturas? Y, sí, alguno habrá. Pero eso no me preocupa. Es cuestión de rezar para que los convierta el Espíritu, si es que hubo algunos de ésos. Lo que sí se sintió fue una búsqueda fraternal de cómo enfrentar problemas pastorales de la familia».

Y todo ello, desde la perspectiva de un impulso a la sinodalidad, que el Papa está decidido a impulsar, porque «es el camino que Dios nos pide». «El Papa es garante, está ahí para cuidar eso también», añade. En ese contexto, «el Sínodo requería «dos cualidades claras: coraje para hablar y humildad para escuchar. Y eso se dio muy bien».

El meollo de la cuestión en las discusiones, lo que a todos preocupa es que hoy «la familia está recontrabaqueteada, los jóvenes no se casan. ¿Qué pasa? Después, cuando vienen a casarse, cuando ya están conviviendo, creemos que con tres conferencias los preparamos para el matrimonio. Y eso no basta, porque la gran mayoría no son conscientes de lo que significa el comprometerse para toda la vida. Benedicto lo dijo en el último año dos veces: habría que tener en cuenta para la nulidad matrimonial qué fe tuvo esa persona cuando se casó. Si era una fe general, ¿sabía perfectamente lo que era el matrimonio, como para conferírselo a la otra persona? Y eso es una cosa que debemos estudiar a fondo y ver cómo ayudar…»

Francisco pone sobre la mesa el problema de que, «para un buen número de gente, casarse es un hecho social. Y lo religioso no aflora. Bueno, ¿cómo la Iglesia ayuda en esto? ¿Si no están preparados, les cierra las puertas? Es un problema serio».

«EN EL SÍNODO NO SE TOCÓ NINGÚN PUNTO DE LA DOCTRINA»

En el Sínodo, aclara el Papa, «no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio». Sí se abordaron, en cambio, numerosas problemáticas pastorales.

En el caso, por ejemplo, de «los divorciados y vueltos a casar, nos planteamos: ¿qué hacemos con ellos, qué puerta se les puede abrir? Y fue una inquietud pastoral: ¿entonces le van a dar la comunión? No es una solución si les van a dar la comunión. Eso sólo no es la solución: la solución es la integración. No están excomulgados, es verdad. Pero no pueden ser padrinos de bautismo, no pueden leer la lectura en la misa, no pueden dar la comunión, no pueden enseñar catequesis, no pueden como siete cosas, tengo la lista ahí. ¡Pará! ¡Si yo cuento esto parecerían excomulgados de facto! Entonces, abrir las puertas un poco más. ¿Por qué no pueden ser padrinos? No, fijate, qué testimonio le van a dar al ahijado. Testimonio de un hombre y una mujer que le digan: Mirá querido, yo me equivoqué, yo patiné en este punto, pero creo que el Señor me quiere, quiero seguir a Dios, el pecado no me venció a mí, sino que yo sigo adelante. ¿Más testimonio cristiano que ése? O si viene uno de estos estafadores políticos que tenemos, corruptos, a hacer de padrino y está bien casado por la Iglesia, usted lo acepta? ¿Y qué testimonio le va a dar al ahijado? ¿Testimonio de corrupción? O sea que tenemos que volver a cambiar un poco las cosas, en las pautas valorativas».

Tampoco habló nadie «de matrimonio homosexual en el Sínodo; no se nos ocurrió. Lo que sí hablamos es sobre una familia que tiene un hijo o una hija homosexual, cómo lo educa, cómo lo lleva, cómo se ayuda a esa familia a llevar adelante esta situación un poco inédita». Ésa «es una realidad que todo el tiempo encontramos en los confesionales: un padre y una madre que tiene un hijo o hija así. A mí me tocó varias veces en Buenos Aires. Y bueno, hay que ver cómo ayudar a ese padre o a esa madre para que acompañen a ese hijo o hija. Eso es lo que se tocó en el sínodo. Por eso alguno habló de elementos positivos en el primer borrador. Pero era un borrador relativo».

Preguntado acerca de quienes temen que se derrumbe la doctrina tradicional, el Papa responde: «Siempre hay temores, pero porque no leen las cosas, o leen una noticia en un diario, un artículo, y no leen lo que decidió el sínodo, lo que se publicó».

En cuanto a la intervención del cardenal Kasper en el consistorio de febrero, que ha marcado fuertemente los debates posteriores, Francisco explica que, de los cinco capítulos de la intervención del purpurado alemán, los primeros cuatro «son una joyita», «y el quinto es qué hacemos con este problema de los divorciados vueltos a casar, porque son nuestros fieles. Y él hace hipótesis: él no propone nada propio. ¿Qué sucedió? Algunos teólogos se asustaron frente a esas hipótesis y eso es esconder la cabeza. Kasper lo que hizo fue decir: Busquemos hipótesis, es decir, él abrió el campo. Y algunos se asustaron y se fueron a ese punto: nunca la comunión. Sí la espiritual. Y decime: ¿No hace falta estar en gracia de Dios para recibir la comunión espiritual? Por eso la comunión espiritual fue la que menos votos tuvo en la relatio synodi, porque no estaban de acuerdo ni unos ni otros. Los que la sostienen, porque era poco, votaron en contra. Y los que no la sostienen y quieren la otra, porque no vale..»

¿HAY ENFRENTAMIENTOS EN LA IGLESIA?

Francisco reitera en la entrevista su mensaje de que «la Iglesia tiene que ser un hospital de campaña y salir a curar heridas, como el buen samaritano. Hay gente herida por desatención, por abandono de la Iglesia misma, gente que está sufriendo horrores…»

Preguntado acerca de «por qué cree que hay sectores que están desorientados, que dicen que la «barca está sin timón»?, reconoce que le extrañan esas expresiones. «No me consta que las hayan dicho». «Hasta que no le pregunte al interesado: ¿Usted ha dicho esto?, mantengo la duda fraternal». En todo caso, se muestra convencido de que este tipo de actitudes se deben más bien a que algunos «no leen las cosas. Uno sí me dijo una vez: Sí, claro, esto del discernimiento qué bien que hace, pero necesitamos cosas más claras. Y yo le dije: Mire, yo escribí una encíclica, es verdad, a cuatro manos, y una exhortación apostólica. Continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso. Vaya ahí y lo va a encontrar y está bien claro; ‘Evangelii Gaudium’ es muy clara.

Que haya resistencias a algunos cambios dentro de la Iglesia, en todo caso, es normal. «Las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo, que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas; es muy sano», afirma el Pontífice. Y añade: «Considero a las resistencias como puntos de vista distintos, no como cosa sucia». «N0 estoy preocupado, me parece todo normal, porque sería anormal que no existieran puntos divergentes. Sería anormal que no saliera nada».

Habla también el Papa de su supuesto enfrentamiento con el cardenal norteamericano Raymond Leo Burke, hasta hace unas semanas Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, y recién nombrado Patrono de la Soberana Orden de Malta, responsabilidad considerada de menor rango. «El cardenal Burke –explica– un día me preguntó qué iba a hacer, ya que aún no había sido confirmado en su cargo, en la parte jurídica, y estaba con la fórmula de donec alitur provideatur (hasta que se disponga otra cosa). Y le dije: Déme un poco de tiempo porque se está pensando en una reestructuración jurídica en el G-9, y le expliqué que todavía no había nada hecho y que se estaba pensando. Y después surgió lo de la Orden de Malta y ahí hacía falta un americano vivo, que se pudiera mover en ese ámbito y se me ocurrió él para ese cargo. Y se lo propuse mucho antes del sínodo. Y le dije: Esto va a ser después del Sínodo porque quiero que usted participe en el Sínodo como jefe de dicasterio, porque como capellán de Malta no podía. Y bueno, me agradeció mucho, en buenos términos y lo aceptó, hasta le gustó me parece. Porque él es un hombre de moverse mucho, de viajar y ahí va a tener trabajo. O sea que no es cierto que lo eché por cómo se había portado en el Sínodo».

LA REFORMA DE LA CURIA NO ESTARÁ LISTA EN 2015

Del cardenal Burke, la entrevista pasa aa las reformas en la curia romana. «El IOR [Instituto para las Obras de Religión] está funcionando fenómeno y se hizo bastante bien eso. Lo de la economía está yendo bien», dice el Papa. «La reforma espiritual es lo que en este momento me preocupa más, la reforma del corazón. Estoy preparando la alocución de Navidad para los miembros de la curia; voy a tener dos saludos navideños, uno con los prelados de la curia y otro con todo el personal del Vaticano, con todos los dependientes, en el Aula Pablo VI con sus familias, porque ellos también llevan adelante las cosas. Los ejercicios espirituales para prefectos y secretarios son un paso adelante. Es un paso adelante que estemos seis días encerrados, rezando y, como el año pasado, lo vamos a volver a hacer en la primera semana de Cuaresma. Vamos a la misma casa».

Pero hasta que concluyan los trabajos de la Comisión de 9 cardenales pasará todavía algún tiempo. «La reforma de la curia lleva mucho tiempo, es la parte más compleja», y no estará lista en 2015, avanza Francisco.

Sobre si al frente de los organismos vaticanos va a poner al frente a matrimonios o laicos, el obispo de Roma aclara que, «arriba, en un dicasterio como la Congregación para la Doctrina de la Fe, el de Liturgia o en el nuevo que juntará a Laicos, Familia y Justicia y Paz, siempre va a estar al frente un cardenal. Conviene que sea así por la misma cercanía con el Papa como colaborador en ese sector. Pero ya los secretarios de dicasterio no tienen por qué ser obispos, porque un problema que hay acá, cuando uno tiene que cambiar un secretario-obispo es ¿dónde lo manda? Tiene que buscar una diócesis, pero a veces no son aptos para una diócesis, sino que son aptos para ese trabajo».

R.B.

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