El Dalái
Lama, líder espiritual de los budistas tibetanos, considera que él debería ser
el último líder en encabezar esta antigua tradición religiosa, y que por tanto
no ve necesario que haya un nuevo dalái lama que le suceda a su muerte, según
afirmó en una entrevista publicada anteayer en el dominical alemán Welt am
Sonntag.
"La institución del dalái lama tenía importancia a causa de su poder político, y eso ya no existe hoy", afirma Tenzin Gyatso, de 79 años, que en el 2011 renunció a ese poder -que era ya simbólico- al jubilarse.
"Así terminan casi quinientos años de la tradición del dalái lama, y esto ocurre voluntariamente -razona en la entrevista el decimocuarto dalái lama y premio Nobel de la Paz 1989-. Las personas que piensan en términos políticos deben darse cuenta de que, en consecuencia, esta institución del dalái lama existente durante 450 años ha tenido ya su momento".
Tenzin Gyatso insiste así en una cuestión que había abordado en ocasiones anteriores. En su web oficial, en el apartado de preguntas y respuestas, está colgado hace tiempo lo siguiente: "Personalmente, considero que la institución del dalái lama ya ha cumplido su propósito".
En la entrevista concedida a Welt am Sonntag durante su estancia en Hamburgo a finales de agosto, pero que fue publicada anteayer, Tenzin Gyatso hace algunas reflexiones más.
"El budismo tibetano no depende de una sola persona -afirma-. Tenemos una estructura organizativa muy buena, con monjes y estudiosos muy bien instruidos".
También añade: "Esta tradición puede ahora detenerse con el decimocuarto dalái lama, que es muy popular. Si hubiera un decimoquinto dalái lama y fuera una vergüenza para el puesto, la institución se vería ridiculizada", djjo riendo.
China gobierna Tíbet desde 1951, un año después de haber invadido el país, del que el Dalái Lama acabó huyendo después de que en 1959 fuera sofocado un levantamiento antichino en Lhasa. Aunque Tenzin Gyatso abandonó su papel político en el 2011, en realidad ya se consideraba a sí mismo menos relevante en esta función desde que en el 2001 fue elegido por primera vez un primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio.
Para los tibetanos, el Dalái Lama sigue siendo un personaje de gran proyección y estima, y enojoso para China. A inicios de septiembre trascendió que Sudáfrica -para no indisponerse con Pekín- iba a denegarle el visado para una cumbre de premios Nobel que se celebra en octubre, así que él mismo ha renunciado a acudir.
En la entrevista al Welt am Sonntag, el Dalái Lama critica también al presidente ruso, Vladímir Putin, por querer "reconstruir el Muro" con su actitud en Ucrania. Tenzin Gyatso habla también de salud y longevidad: "Según los médicos que han examinado mis condiciones físicas, llegaré a cumplir cien años -afirma-. Según mis sueños, llegaré a cumplir 113 años. Pero a cien llegaré seguro, creo".
"La institución del dalái lama tenía importancia a causa de su poder político, y eso ya no existe hoy", afirma Tenzin Gyatso, de 79 años, que en el 2011 renunció a ese poder -que era ya simbólico- al jubilarse.
"Así terminan casi quinientos años de la tradición del dalái lama, y esto ocurre voluntariamente -razona en la entrevista el decimocuarto dalái lama y premio Nobel de la Paz 1989-. Las personas que piensan en términos políticos deben darse cuenta de que, en consecuencia, esta institución del dalái lama existente durante 450 años ha tenido ya su momento".
Tenzin Gyatso insiste así en una cuestión que había abordado en ocasiones anteriores. En su web oficial, en el apartado de preguntas y respuestas, está colgado hace tiempo lo siguiente: "Personalmente, considero que la institución del dalái lama ya ha cumplido su propósito".
En la entrevista concedida a Welt am Sonntag durante su estancia en Hamburgo a finales de agosto, pero que fue publicada anteayer, Tenzin Gyatso hace algunas reflexiones más.
"El budismo tibetano no depende de una sola persona -afirma-. Tenemos una estructura organizativa muy buena, con monjes y estudiosos muy bien instruidos".
También añade: "Esta tradición puede ahora detenerse con el decimocuarto dalái lama, que es muy popular. Si hubiera un decimoquinto dalái lama y fuera una vergüenza para el puesto, la institución se vería ridiculizada", djjo riendo.
China gobierna Tíbet desde 1951, un año después de haber invadido el país, del que el Dalái Lama acabó huyendo después de que en 1959 fuera sofocado un levantamiento antichino en Lhasa. Aunque Tenzin Gyatso abandonó su papel político en el 2011, en realidad ya se consideraba a sí mismo menos relevante en esta función desde que en el 2001 fue elegido por primera vez un primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio.
Para los tibetanos, el Dalái Lama sigue siendo un personaje de gran proyección y estima, y enojoso para China. A inicios de septiembre trascendió que Sudáfrica -para no indisponerse con Pekín- iba a denegarle el visado para una cumbre de premios Nobel que se celebra en octubre, así que él mismo ha renunciado a acudir.
En la entrevista al Welt am Sonntag, el Dalái Lama critica también al presidente ruso, Vladímir Putin, por querer "reconstruir el Muro" con su actitud en Ucrania. Tenzin Gyatso habla también de salud y longevidad: "Según los médicos que han examinado mis condiciones físicas, llegaré a cumplir cien años -afirma-. Según mis sueños, llegaré a cumplir 113 años. Pero a cien llegaré seguro, creo".
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