martes, 5 de agosto de 2014

TESTIMONIO DEL EXORCISMO DE FABIOLA


Viernes 1° de Agosto del 2014

Reunión de Oración del Grupo Sí Señor.

Nota: Este relato lo hace nuestra hermana de grupo Susann para ser mas objetivo.

Habiéndonos dado cita como todos los viernes en el mismo lugar y a la misma hora, siendo casi las 7:30pm, dimos inicio al Rezo del Santo Rosario, algo inusual con respecto a la hora, ya que nunca iniciamos antes de las 8pm, pero esta vez por alguna razón Dios quiso que se diera así, para esto yo había preparado copias del Rezo del Santo Rosario en Latín, incluidas las Letanías Lauretanas; para compartirlo con los hermanos del grupo.

Así lo hicimos, luego iniciamos las Alabanzas y las oraciones como de costumbre, hasta llegar a las lecturas del Santo Evangelio, momento en el cual, llegó esta hermana Fabiola quien fue traída casi cargada de los brazos como alguien que no puede caminar y es llevada por dos personas, así llegaron al grupo, Fabiola, su Madre y dos parientes más, varones, quienes eran los que la sujetaban, ya que venía dando violentos movimientos, como intentando huir, y vociferaba palabras también violentas, y amenazadoras, ellos tenían que sujetarla para que no se escapase.

En estas circunstancias se dio lectura al Santo Evangelio, para luego pasar a la prédica, la cual apenas si se pudo concluir pues esta hermana Fabiola o más bien dicho, el intruso, que llevaba dentro, con sus alaridos, no dejaba que prosiguiese el hno. José la prédica; debido a sus interrupciones.

Es en este momento cuando el hno. José da inicio al Exorcismo. Se acerca a ella, detrás le sigue una hermana con el Agua bendita  y la Cruz de San Benito, mientras que todos los demás tomados de las manos lo apoyábamos unidos en la oración: Ave María, Padre Nuestro, Gloria, Bendita sea tu Pureza… mientras se iba librando el combate. Los instrumentos comenzaban a dar signos que manifestaban la Posesión bajo la cual estaba sometida esta pobre criatura.

En determinado momento el hermano hizo un receso, para volver al altar y orar varias oraciones de liberación, de intercesión, de reparación, invocando la ayuda celestial, la cual también se vio dificultada, dados los alaridos y vociferaciones del maligno en boca de esta hermana Fabiola.

Terminadas estas oraciones viene la segunda parte del exorcismo y la ultima en sí. Esta vez, todos apoyamos con más fuerza, tomados de la mano, pero aun con todo, hubieron distracciones, descoordinaciones, desconcentración, etcétera, que no debieron haber sucedido; luego al final con el recuento de los hecho pudimos entender donde habíamos cometido ciertos desatinos, o hierros, los cuales al haber sido identificados, ahora se convertirán en fortaleza para nosotros en una siguiente oportunidad de lucha contra el enemigo.

Con todo y sobresaltos Dios se glorifico en su hija Fabiola, Liberándola después de haber estado en ese estado de posesión por 7 largos años.

El combate fue duro, hubo mucho lucha, mucha oración, las oraciones en latín, fueron muy importantes, la asistencia con los sacramentales y objetos benditos, siempre es imprescindible, la Biblia, La Cruz de San Benito y el Agua Exorcizada, el combate es Espiritual, y para ello está la preparación que con años de experiencia y perseverancia toman su tiempo, pero aun así, cada nueva experiencia siempre trae lecciones nuevas, y por otro lado la presencia de nuevos hermanos ajenos a una experiencia como ésta, que por primera en su vida presencian algo así, y seguramente llenos de miedo o temor pues no eran precisamente un gran apoyo, sino todo lo contrario, sin embargo pese a “todo”, “Que Grande Eres Señor, a ti todo el Honor y la Gloria” pues tuviste compasión de tu hijita y la liberaste por completo.

Tras una lucha, en la que oyes a una joven de 23 años, vociferar cosas como: “déjame”, “lárgate”, “no pueden, ja, ja, ja…” “ya perdieron”, “ella es mia!!!!”, “mía, siii, la voy a matar y me la voy a llevar”, entre muchas otras sandeces y golpes de su cabeza contra la pared… Demandaba un súper esfuerzo por parte de todos para concentrarse y orar sin desanimarse, alzar tu voz por encima de la otra, hilar las oraciones en Latín, de modo que todos pudieran seguir al unísono una misma voz, una misma oración, un mismo clamor, un mismo corazón, una misma alma todos tomados de la mano. Con cuanto ánimo sientes que ya está llegando el triunfo, al oírle decir… “volvereeeee” “aaaahh!!!” “Volveréee”, … desde ese momento todos sabíamos que el demonio había perdido.

Y un poco más de lucha, y el indeseado huésped, se había ido, para la Gloria de Dios, por fin pudimos ver a Fabiola yacer serena, sentada en la silla aunque custodiada aun por sus dos parientes.

Tras la sesión, acabada ya toda oración, los miembros del Grupo, e instrumentos del Señor, comenzamos a deliberar qué fue lo que hicimos bien y que no se debió hacer, que se debía corregir, etc., aportando grandemente aquellos instrumentos que con el don de visión, aportan muchas luces para mejorar cada vez más en la misión que el Señor nos ha encomendado con el Hermano José a la cabeza.

Para empezar siempre que hay un exorcismo o liberación fuerte, ya sea para una o para la otra, siempre se debe cerrar una cadena de oración irrompible, es decir todos los que estamos presentes tomarnos de la mano, encerrando dentro del circulo al Hermano José con la persona posesa, en este caso Fabiola, y una vez que inicia la sesión, por ninguna razón , nadie deberá soltarse de la mano, pase lo que pase, vea lo que vea, oiga lo que oiga; pero he aquí que sucedió algo que no tuvimos en cuenta y es que entre las personas concurrentes habían varios nuevos, de entre los cuales una señora de nombre Susana, también tenía una fuerte presencia maligna en sí, quizás no como para ameritar un exorcismo pero si una fuerte liberación, bueno este punto será aclarado el próximo viernes en que sabremos con certeza que es lo que tiene, pero por ahora, el solo hecho de que ella estuviera como un eslabón más de nuestra cadena de oración, fue un factor en contra, pues las instrumentos que cuentan con visión espiritual, pudieron notar que en el lugar de ella era como un vacío, que impedía que se cerrase la cadena, lo cual debilita la fortaleza que se quiere conseguir en la cadena de oración; otro factor fue que la posición donde se ubicó Fabiola no fue en el centro del circulo si no en un extremo del salón, donde prácticamente se tenía otra brecha abierta que impedía cerrarse la cadena, sin embargo nuestro Dios Todopoderoso, demostró una vez más su infinita Misericordia y su Poder, ayudándonos a superar todos los obstáculos, yerros y cualquier otra contrariedad, triunfado una vez más sobre el mal.

Caben nombrar también ciertos detalles, para no olvidarlos, uno de nuestros queridos instrumentos, con la peculiaridad denominada “esponja”, sentía el impulso de orar por sí mismo, vale decir por sí solo, oraciones con mucha fe, con devoción, con voz de mando, pero que no eran las mismas que todos los demás estábamos orando, lo cual no hacía más que debilitar la fuerza conjunta, e incluso distraer a más de uno, pues es preciso que todos hablemos un mismo lenguaje, una misma oración, a una sola voz al unísono.

Sin embargo también este mismo instrumento, al percibir antes que todos que el enemigo ya se resignaba y aceptaba su retirada, se adelantó en avisarle al Hermano José, “sigue Pepe, ya se va!, sigue, sigue!”, aviso que le sirvió de coraje para continuar sin desfallecer, pues no olvidemos que a veces una posesión puede ser liberada en más de una sesión, o incluso en muchas sesiones, pero éste no fue el caso, ya que a los pocos minutos, fue cuando el indeseable, comenzó a vociferar lo mencionado líneas atrás… “volvereeeee” “aaaahh!!!” “Volveréee”, dejando por fin liberada a ésta hija de Dios.

Otra manifestación, que cabe resaltar, es lo que los instrumentos cuyos dones, son: “Lenguas, visión, esponja, descanso en el espíritu, entre otros”, manifestaron haber corroborado fehacientemente, la diferencia entre pronunciar las oraciones en Latín que en castellano. La fuerza que de por si tiene el Latín, no se compara con otro idioma.

El domingo visitamos a Fabiola a pedido de su madre y nos preparamos por si acaso todavía hubiera quedado algo del viernes… nada, nada. Estaba completamente libre, lo que no significa que el demonio quiera volver… lo estaremos esperando.

José Miguel Pajares Clausen.

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