«Es tremendo» que el daño psicológico que un hijo con
discapacidad pueda provocar a sus padres «pueda ser suficiente para truncar una
vida». Sin embargo, «escandalizarse pero no hacerse cargo del drama personal
nos parece una posición ideológica, estéril y hasta contraproducente». Hablan
Juan y Clara, un matrimonio que hace diez años abrió su casa a Peter, un niño
de 14 meses con espina bífida. Peter es imparable, y ese fue el título
del corto sobre él que inauguró Tsunamis de vida, una serie de vídeos
realizados por un grupo de universitarios para reflexionar sobre el valor de la
vida (se puede ver aquí: http://www.alfayomega.es/noticias_digital/2014/05/20140507_videoTsunamisdevida.php).
En esta entrevista, sus padres reflexionan sobre la discapacidad como posible
supuesto para abortar
MUCHA GENTE DICE: «SON
ADMIRABLES LAS FAMILIAS QUE NO ABORTAN CUANDO SU HIJO VIENE CON UNA
DISCAPACIDAD, PERO NO ES ALGO A LO QUE SE PUEDA OBLIGAR A ALGUIEN». ¿CÓMO
RESPONDERÍAN A ESTO, DESDE SU EXPERIENCIA?
Nuestra experiencia es que una persona con discapacidad puede llevar una
vida digna y feliz y puede constituir, además, una presencia de grandísima
ayuda para tantos, que descubrimos en una persona así una esperanza para
nuestras propias penas, dolores o tristezas. Esto lo hemos aprendido en casos
cercanos, algunos de ellos los podéis ver en las historias de Tsunamis de
vida. Y también tenemos la experiencia personal de que en el caso de que
los padres biológicos de un niño discapacitado se vean sin fuerzas para
afrontar su cuidado, existen familias que están dispuestas a acogerles,
pudiendo llevar así una vida igualmente digna y provechosa.
Si las instituciones sociales y la Administración dedicaran sólo una
pequeña parte de las energías y recursos empleados en otros fines en ayudar,
estimar públicamente y fomentar decididamente la acogida de estos niños en sus
familias biológicas o en otras de acogida, estoy convencido que a muchas
mujeres que se plantean abortar se les abriría una alternativa más liberadora
que la que se les ofrece hoy en día como única salida razonable.
¿CÓMO REACCIONAN ANTE LA IDEA
DE QUE LA VIDA DE PETER PUDIERA ESTAR SUPEDITADA AL DAÑO PSICOLÓGICO QUE
LE CAUSARÍA A SU MADRE BIOLÓGICA?
Es verdad que si te paras a pensarlo es tremendo que un motivo así pueda
ser suficiente para truncar una vida. Por otro lado, escandalizarse por las
leyes permisivas con el aborto pero no hacerse cargo del drama personal que a
las personas de hoy en día, tan carentes de certezas en la vida, nos supone
hacernos cargo de un niño discapacitado, nos parece una posición ideológica,
estéril y hasta contraproducente. El problema de fondo no es legal sino
cultural no hay ninguna ley que sea capaz de cambiar de raíz los motivos que
generan el temor, el miedo o bien la indiferencia ante una vida así. En última
instancia sólo la experiencia de saberse querido sin condiciones le impulsa a
uno a acoger también sin condiciones.
Con todo, en casa no le damos muchas vueltas a todo esto, la verdad.
Predomina más bien el agradecimiento a los padres de nuestro hijo por haberle
tenido.
¿QUÉ LE DIRÍAN AL GOBIERNO,
ANTE LA POSIBILIDAD DE QUE APRUEBE EL ABORTO EUGENÉSICO POR LA PUERTA DE ATRÁS?
Que todos sus miembros y los diputados se olviden por un momento de
posiciones ideológicas y dediquen un rato tranquilo a ver los vídeos de Tsunamis
de vida, que no son más que una pequeña muestra de los miles de hechos, que
existen en nuestro país, en nuestras calles, que muestran la dignidad de la
vida de un discapacitado y de las posibilidades que se pueden ofrecer a una
madre que no se ve capaz de traerlos al mundo y cuidarlos. Y que luego
mantengan esos hechos en sus ojos y en su memoria cuando vuelvan a su trabajo
legislativo, recordando que si bien las leyes, como hemos dicho antes, no son
la raíz de la solución del problema del aborto, sí que son importantes para
favorecer cierta mentalidad y para crear condiciones objetivas de ayuda a las
madres que se encuentran solas ante un embarazo no deseado y a las familias
para acoger la vida.
M.M.L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario