jueves, 3 de abril de 2014

EL ANACORETA Y LAS DIFICULTADES EN LA CONTEMPLACIÓN


El joven seguidor se quejaba de que, a pesar de que intentaba hacer contemplación con todas sus fuerzas, no sentía nada y no lograba avanzar. El Anacoreta, sonriendo, le dijo:

- La puerta de la contemplación es la aridez. No verás, ni sentirás, ni captarás nada...Si sigues constante, a medida que vayas avanzando sentirás una presencia en el corazón y comprenderás que Dios se revela en la aridez, porque está por encima de nuestras facultades. Entonces encontrarás la paz. Esa tenue presencia te llevará a encontrar a Dios en los demás, en todo lo que te rodea. Cuando hayas logrado esta visión, toda tu vida será contemplación.

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