Pasar por la vida como un turista significa considerar que estamos de paso en este mundo, pero también, saber admirar las cosas, relacionarse con los que encontramos por el camino, buscar lo nuevo...
Os traduzco del catalán esta oración de Miquel Moncadas:
"Ábrenos, Señor, a los vericuetos de la vida y guíanos por el camino de tus deseos.
Muéstranos los países en los que vives y haz resplandecer en nuestros ojos la meta de tus proyectos.
Haznos comprender esta inquietud que nos hace caminantes, esta curiosidad que nos hace investigadores de la belleza, divulgadores de la alegría de vivir; voluntarios en obras de bien sobre la tierra.
Haznos entender que la belleza de las cosas es la Palabra que Tú nos manifiestas.
Haznos comprender la bondad de las cosas y saberlas emplear correctamente para gloria tuya y felicidad nuestra.
Concédenos sintonizar con los que compartimos el camino, el amor a la aventura, el sufrimiento controlado, la satisfacción de descubrir, la alegría de la cima.
Danos el don de la verdadera amistad y de la verdadera alegría.
Haznos cordiales, magnánimos, transparentes y misericordiosos.
Haznos escuchar la voz del camino, la que nos invita a conocer los signos de tu amor,
la que construye el camino del corazón, la que conoce el camino de la altura en la que
habitas en el resplandor de la verdad.
Haznos sentir el deseo del refugio: que podamos llegar cada día. Y también el día del reposo perfecto."
Joan Josep Tamburini
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