Mientras intentaban mitigar el calor sentados en el balcón, el Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- Todos debemos buscar a Dios, pero si creemos que lo hemos encontrado, nos equivocamos. Y sobre todo, nos equivocamos cuando creemos que estamos más cerca de Dios que los demás.
Miró a los ojos del joven y concluyó:
- Debemos buscar a Dios, pero, paradójicamente, no podemos encontrarlo. En realidad, sólo podemos ser encontrados por Él.
Joan Josep Tamburini
No hay comentarios:
Publicar un comentario