domingo, 30 de septiembre de 2012

¿QUIÉNES SON LOS NUESTROS?



"Juan le dijo:

– Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; pero se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros.

Jesús contestó:

– No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. El que os dé aunque solo sea un vaso de agua por ser vosotros de Cristo, os aseguro que tendrá su recompensa.

Pero aquél que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtala; es mejor para ti entrar manco en la vida. que con las dos manos ir a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtalo; es mejor para ti entrar cojo en la vida, que con los dos pies ser arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo; es mejor para ti entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que con los dos ojos ser arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga."

Nos encontramos ante un texto contra la intolerancia. A Juan, a pesar de ser el discípulo predilecto, le faltaba todavía mucho camino para conocer de verdad a Jesús.

Juan, como nosotros, ve una sociedad dual. Los nuestros y los que no son de los nuestros. Eso lo traducimos inmediatamente como los buenos, que somos nosotros, y los malos, que son los otros. Nos aferramos a nuestra verdad y creemos que sólo nosotros podemos hacer el bien, que sólo nosotros somos sus discípulos.

La mentalidad de Jesús es mucho más amplia. Discípulo suyo es todo aquel que hace el bien, no únicamente los que le siguen "oficialmente". Aquel que cura, aquel que da un vaso de agua, aquel que ama a los demás, ese es su discípulo, más allá de filiaciones, carnets o títulos. Sacerdotes y religiosos podemos caer en la trampa de considerarnos más discípulos que los demás y con más derechos que el común de los mortales. Jesús, como Moisés en la primera lectura, nos dice: "Ojalá todo el pueblo fuera profeta y tuvieran con ellos el Espíritu". Y es que el Espíritu está en el corazón de todas las personas de buena voluntad. Los que tenemos o hemos tenido la suerte de trabajar en el tercer y en el cuarto mundo, somos testigos de la cantidad de gente, que sin considerarse discípulos de Jesús, lo son plenamente por su dedicación a los más disminuidos.

Pero Jesús no acaba aquí. Con unas imágenes muy fuertes, propias de la literatura oriental, nos hecha en cara a los que nos consideramos sus discípulos, que vigilemos, porque quizá, escudados en nuestra condición de "cristianos", estamos escandalizando a los hombres y alejándolos de Dios. Creemos que porque somos sacerdotes, religiosos, asistimos a nuestra parroquia ya es suficiente. Como Juan miramos de soslayo a los que no se declaran creyentes y por todo eso ya nos creemos sus discípulos. El texto de la epístola de Santiago de la segunda lectura de hoy es muy ilustrativo. Aquí os lo copio completo:

"¡Oíd esto, vosotros los ricos! ¡Llorad y gritad por las desgracias que vais a sufrir! Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas, comidas por la polilla. Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra vosotros y os destruirá como fuego. Habéis amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. El jornal que no pagasteis a los que trabajaron en vuestra cosecha está clamando contra vosotros; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores. Aquí en la tierra habéis llevado una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! Habéis condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia."

Los cristianos debemos reflexionar profundamente entre la diferencia que existe entre nuestras palabras y nuestras obras. Jesús nos invita hoy a dejar de lado cualquier tipo de partidismo y a dialogar honestamente con los otros. La Iglesia de Jesús no es un grupo cerrado, un gueto de selectos. Es la comunidad de los que buscan el bien, la justicia en la humanidad. Aquellos que tienen como máximo valor el Amor. Esos, lo conozcan o no, son los verdaderos seguidores de Jesús. Esa es la Iglesia de Jesús.

Joan Josep Tamburini

UN SUEÑO ROTO



El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.

Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.

Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.

Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.

Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.

Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.

Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se llamaba?

Welch.

Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.

Extraído de “El Poder de una Alianza en la Iglesia”, Editorial - Bethania, por John C. Maxwell

Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizás hay otras puertas que no has visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. ¿Cuál fue la última puerta que se cerró?

¿Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.

De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Gen 22:17

Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apoc 3:8

DEL ARCÁNGEL RAFAEL: BREVE RESEÑA HISTÓRICA EN EL DÍA DE SU FIESTA



…que fue ayer, ocasión que aprovecho para felicitar a todos los rafaeles, muy especialmente a los que de ellos son mis amigos, y también a cuantos concelebran con ellos, gabrieles y migueles.

La verdad es que el Arcángel Rafael, mencionado como ya hemos tenido ocasión de señalar entre los siete arcángeles en el Libro de Henoc (puede Vd. verlo pinchando aquí si lo desea), sólo aparece citado en un único episodio en toda la Biblia cristiana, ora en el Antiguo Testamento, ora en el Nuevo, un episodio que recoge el Libro de Tobías, del que es uno de sus protagonistas, en el que su nombre aparece citado en hasta catorce ocasiones.

La historia es la siguiente: Rafael, el ángel Rafael, adoptando la apariencia humana de Azarías, primo de Tobit, es enviado por Dios al ciego Tobit, para acompañar a su hijo Tobías en su viaje a conocer a su pariente con la que quiere esposarse, Sarra. Cuando en el curso del viaje pescan un pez, Rafael le dice a Tobías que utilice la hiel para curar la ceguera de su padre, y el corazón y el hígado para desposeer a Sarra, que es víctima de la posesión del demonio Asmodeo, que por cierto, ha ido matando uno por uno a sus siete maridos anteriores, sin permitir a ninguno consumar el matrimonio.

Al final del libro, y sólo al final del libro, Rafael se presenta

“Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor” (Tb 12, 15).

Una reseña que reviste una interesante particularidad, y es la reiteración de que el número de ángeles que tienen entrada a la gloria de Dios, - aunque como hemos dicho nunca son llamados arcángeles en la Biblia -, son “siete”, algo en lo que coincide con el Libro de Henoc, que sistematiza el tema y que, como tuvimos ocasión de ver en su día, incluso nos da el nombre de los siete arcángeles.

La reacción que suscita es la siguiente:

“Se turbaron ambos y cayeron sobre sus rostros, llenos de terror. Él les dijo: «No temáis. La paz sea con vosotros. Bendecid a Dios por siempre. Si he estado con vosotros no ha sido por pura benevolencia mía hacia vosotros, sino por voluntad de Dios. A él debéis bendecir por todos los días, a él debéis cantar. Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia. Y ahora bendecid al Señor sobre la tierra y confesad a Dios. Mirad, yo subo al que me ha enviado. Poned por escrito todo cuanto os ha sucedido.» Y se elevó. Ellos se levantaron pero ya no lo vieron más. Alabaron a Dios y entonaron himnos, dándole gracias por aquella gran maravilla, pues se les había aparecido un ángel de Dios” (Tb. 12, 16-21).

Lo que quiere decir una cosa muy importante: Rafael en todo momento se presenta como un hombre, en todo momento parece un hombre: es una versión más del iconográfico ángel antropomórfico, y sólo al final revela su angélica condición y lleva a cabo alguna función propia y exclusiva de los ángeles, de la que los hombres carecen, como por ejemplo, volar: “Y se elevó” (Tb. 12, 20). Porque como él mismo dice: “Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia” (Tb. 12, 19).

Como es fácil de comprender visto lo visto, el Arcángel San Rafael es el patrono de los médicos. Lo es además de los ciegos y de los viajeros y peregrinos, así como, en otro orden de cosas, de la ciudad de Hellín en Albacete, o de la de Madison o Seattle. Se suele creer que lo es también de Córdoba, de donde lo son los mártires Acisclo y Victoria, y de donde sólo es “ángel custodio” desde que así lo informara él mismo al aparecerse al sacerdote Roelas el 7 de mayo de 1578 y poner fin así a una epidemia de peste que asolaba la ciudad. Se acostumbra a representarlo con un callado. Da nombre nuestro arcángel a múltiples ciudades del mundo.

Luis Antequera

¿QUÉ SE GUARDA TRAS DOS PUERTAS Y BAJO SIETE LLAVES QUE CUSTODIAN SIETE PERSONAS DISTINTAS?



Setecientos años de custodia.

No es el oro del Banco de España ni los códigos de lanzamiento nuclear del Pentágono. Pero sí un querido símbolo de la Cristiandad.

Este viernes 28 de septiembre se celebra la festividad de San Wenceslao, duque de Bohemia, mártir en el año 938 cuando tenía 30 años. Recibió muerte - nada menos - de su madre y su hermano.

Hijo de padre cristiano (Wratislao, duque de Bohemia) y madre pagana (Dragomira), fue educado en la fe y la devoción (sobre todo a la Santísima Virgen) por su abuela Santa Ludmila, quien se cree fue bautizada por San Metodio.

MADRE CRUEL Y PERVERSA

A su hermano Boleslao, sin embargo, le educaron en un fanático paganismo. Cuando Wratislao murió, Dragomira

empezó a conspirar sin piedad sin recato para que la corona recayese en su hijo menor, y evitar que su primogénito evangelizase el país. Pero Wenceslao, ahora duque de Bohemia, era muy querido por todos y las intrigas no eran sencillas.

Cuando Radislao, azuzado por Dragomira, invadió Bohemia para arrebatarle el trono, Wenceslao le propuso un combate personal para evitar una matanza de soldados. Cuando se aprestaban a la lucha, Radislao vio dos ángeles flanqueando al duque de Bohemia. Cayó a sus pies y le pidió perdón.

Rabiosa ante el fracaso, Dragomira concibió un nuevo plan. Bolislao engañó a su hermano, le alejó de sus fieles, y en un descuido le apuñaló hasta matarle. Él y sus cómplices desmenuzaron luego el cuerpo de Wenceslao.

Su fama de santidad, que ya era grande por las obras que había emprendido para cristianizar Bohemia, moralizar la vida social y ayudar a los más necesitados, se dobló con el martirio. Con el paso de los años fue proclamado patrón de Bohemia y canonizado. Sus restos mortales reposan en la catedral de San Vito en Praga, un templo cuya construcción fue ordenada por él y es uno de los más hermosos ejemplos del gótico centroeuropeo. Allí trasladó sus restos el mismo Boleslao, tres años después de su crimen, arrepentido de la bajeza cometida.

SIETE LLAVES, SIETE PERSONAS

Toda la catedral de San Vito, en sus frescos y vidrieras, refleja la devoción a un santo que es además considerado héroe nacional checo. El centro lo ocupa su tumba.

En la capilla que la acoge, una pequeña puerta conduce a una escalera de acceso a la Cámara de la Coronación, que guarda las joyas de la corona bohemia. La más querida de todas ellas, símbolo de la Cristiandad (el trono al servicio del altar), la Corona de San Wenceslao, fabricada en 1347 por orden del emperador Carlos IV en homenaje al santo, mártir y rey. Veintidós monarcas checos se coronaron con ella: el último, Fernando I, encarnación de la monarquía austro-húngara.

La protección para este tesoro es absoluta. Tras la puerta de la Cámara de la Coronación hay una segunda puerta que esconde una custodia de hierro. Ambas puertas tienen un total de siete cerraduras, que se abren con siete llaves que custodian siete personas distintas: el presidente checo, el primer ministro, el arzobispo de Praga, el presidente del Congreso, el presidente del Senado, el deán de la catedral de San Vito y el alcalde de Praga.

Sólo nueve veces a lo largo del siglo XX estas siete personas se reunieron para dejar paso al tesoro, acentuando con esa excepcionalidad el carisma sacral de quien empuñó cetro y espada al servicio de su pueblo, de la Europa cristiana y de Dios.

C.L. / ReL

RECETA PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS



Los problemas tienen todos algo en común, y es la forma en que se logra solucionarlos. La receta es la misma, bien sencilla.

Desde siempre existen los problemas. El primero que conocemos es el del pobre Adán luego de comerse la manzana. De ahí en adelante tuvo una vida muy, pero muy dura, condenado a ganarse el pan cada día con el sudor de su frente.

Y resulta que los problemas son el pan nuestro de cada día. Para muchos el problema es qué ponerse porque tiene mucho de dónde elegir, y para otros es qué ponerse porque apenas tiene la ropa que lleva encima.

Los problemas tienen todos algo en común, y es la forma en que se logra solucionarlos. La receta es la misma, bien sencilla. Una anécdota – que estoy seguro muchos ya la conocen -- nos servirá para explicarla:

Se cuenta que en el parque de cierto pueblo se hizo necesario tumbar un enorme roble, al que le había caído una extraña plaga que lo convertía en un verdadero peligro público, temiendo se cayera o contagiara a los demás árboles.

Se hizo todo lo posible por salvarlo. Los vecinos estaban muy tristes ante su impotencia. No es fácil definir la causa de un problema, y no menos fácil es tomar la decisión de solucionarlo.

Una mañana llegaron los obreros con sierras automáticas y hachas. Todos se congregaron en la plaza para presenciar el derrumbe del viejo árbol, excitados ante el inmenso estrépito que produciría su caída. Todos suponían que los hombres empezarían cortando el gigantesco tronco principal por el sitio más pegado al suelo. Pero fue todo lo contrario. Colocaron escaleras y comenzaron podando las ramas más altas.

Y así, desde arriba hacia abajo, fueron cortando desde las más pequeñas hasta las más grandes ramas, quedando al final tan sólo el tronco central. Un rato después, aquel poderoso roble se encontraba en el suelo, cuidadosamente cortado a pedazos. El sol cubría esplendoroso el centro del parque. Ya no había sombra: era como si nunca hubiera estado allí, era como si no hubiera tardado más de medio siglo en crecer….

Uno de los obreros explicó que de haber cortado el árbol cerca de la tierra y antes de quitar las ramas, se hubiera vuelto incontrolable, produciendo grandes destrozos en su caída. Es más fácil manejar un árbol cuanto más pequeño se le hace.

Aprendamos. Tenemos que podar primero los pequeños obstáculos para ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones. Quitar primero las ramas una a una. Ocuparnos, no preocuparnos. Reconocer nuestros errores. Tener el valor de enfrentarlos. Establecer las prioridades. Tener claros los objetivos en la vida. Librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar, vivir.

Concluye la anécdota afirmando que no siempre resulta fácil enfrentar nuestros problemas, pero al menos podemos intentarlo mientras vamos poco a poco, con la ayuda del Señor, transformando nuestro miedo, angustia y desesperación, en fortaleza, esperanza y fe.

Bendiciones y paz.

Autor: Juan Rafael Pacheco

sábado, 29 de septiembre de 2012

EL BUEN PASTOR



¡OH MORTALES, NO SIGÁIS CAMINANDO EN TINIEBLAS, NO DEJÉIS PARA ÚLTIMO MOMENTO VUESTRA CONVERSIÓN, PORQUE VUESTRAS ALMAS PODRÍAN PERDERSE AL PASO DE LA JUSTICIA DIVINA!

SEPTIEMBRE 27 DE 2012 – 2:15 P.M.

LLAMADO DE SAN MIGUEL A LA HUMANIDAD

Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Que la paz del Dios Altísimo esté con todos vosotros, hombres de buena voluntad.

Simiente del Dios Altísimo, heredad de mi Señor, permaneced en el amor de nuestro amado y santo Padre Yahvé. Hermanos, los días de vuestra liberación están cerca, no os canséis de alabar la gloria de Dios. El poder de la alabanza derrumba toda fortaleza y os acerca a la misericordia de mi Padre. La noche muy pronto caerá sobre la humanidad y son muy pocos los que están preparados con sus lámparas aceitadas con la oración. ¡Oh mortales, no sigáis caminando en tinieblas, no dejéis para último momento vuestra conversión, porque vuestras almas podrían perderse al paso de la justicia divina!.

¡Oh almas que estáis en pecado mortal, si supierais del dolor de las almas condenadas, os aseguro que os convertiríais y volveríais al amor de Dios! Acordaos que la voluntad de mi Padre lo que quiere es vuestra salvación, no sigáis con vuestra sordera espiritual; alejaos del pecado y la maldad y reconciliaos lo más pronto posible con Dios, para que podáis alcanzar su misericordia. Hermanos, pedid nuestra protección e intercesión, estamos para serviros y ayudaros en todas vuestras necesidades y batalla espirituales; nuestro Padre nos ha concedido la gracia de estar en común unión con vosotros para protegeros en estos tiempos de tanta oscuridad y guiaros por el camino de la salvación. No tengáis miedo en acudir a nuestra protección, somos vuestros hermanos, invocadnos y gustosos vendremos en vuestra ayuda.

Hermanos terrenales, yo vuestro hermano Miguel, en compañía de Gabriel, Rafael, y mis otros hermanos, los Arcángeles y Ángeles del reino de mi Padre, queremos que nos tengáis en cuenta; nuestra misión es protegeros y llevaros seguros a la gloria de Dios. Hermanos, estad preparados para la llegada del aviso, para que podáis resistir la presencia de nuestro Padre y podáis al regresar hacer su santa voluntad. Todas las almas que estén en la gracia de Dios, se les encomendará misiones que deberán cumplir en el tiempo del milagro; misiones todas encaminadas a reunir el rebaño de mi Padre aquí en la tierra.

Todo mortal conocerá el estado de su alma y tendrá una visión más clara de la existencia de Dios, de la existencia del cielo, purgatorio e infierno. Aquellas almas que andan en este mundo en tinieblas o en tibieza espiritual, su paso por la eternidad le servirá para darse cuenta del estado en que se encuentran las almas condenadas y el estado en que yacen las almas en el purgatorio. Mi Padre quiere mostrarles la existencia del más allá para que tomen conciencia y se arrepientan de sus pecados y sean hombres y mujeres nuevos cuando regresen a este plano terrenal.

Las almas que por falta de amor hacen el mal en este mundo, pero que no están consagradas, ni le han vendido el alma al príncipe de la oscuridad, mi Padre les dará una última oportunidad en el aviso para que se conviertan. Les mostrará el averno y sentirán el fuego con que se queman las almas condenadas y verán sus tormentos. Su paso por la eternidad les mostrará todo el daño que han hecho, será doloroso, pero necesario para su conversión.

Las almas consagradas al príncipe de este mundo y que le han dicho no a la misericordia de Dios, ya no regresarán; se perderán eternamente en las profundidades del abismo. Recapacitad pues hermanos y arrepentíos y convertíos de una vez, porque el tiempo de misericordia está por cumplirse. No os apartéis del amor de Dios y contad con nosotros. Somos portadores de la voluntad del Padre, nuestra misión es protegeros y llevaros seguros a la gloria de Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya, somos vuestros hermanos: Miguel, Gabriel, Rafael y demás lumbreras que ardemos de amor por hacer la voluntad de nuestro Padre. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.

Dad a conocer nuestros mensajes a toda la humanidad.

POR QUÉ SE LE LLAMA "PAPA" AL PAPA?




Un amable lector, de nombre Omar, me realiza por correo la pregunta que da título a este artículo, que me propongo responder en las siguientes líneas tan bien como sea capaz.

Pues bien, la titulación de “Papa” referida a la persona que ejerce la máxima magistratura entre los cristianos católicos está íntimamente unida al debate sobre la primacía del obispo de Roma sobre los demás obispos de la cristiandad, un debate que no está plenamente resuelto hasta bien entrado el s. IV y al que no nos vamos a referir ahora sino en otra ocasión. Al mismo debate están asociadas todas las titulaciones reservadas al Obispo de Roma, primado de la cristiandad. Así “Su Santidad”, “Santo Padre”, “Sumo Pontífice”, “Servus servorum Dei”, “Papa” por supuesto, y tantas otras.


En cuanto a su significado, sostienen algunos que se trataría de un acróstico de Petri Apostoli Potestatem Accipiens, significando “Receptor de la Potestad del Apóstol Pedro”. En honor a la verdad, bastante improbable.

Mucho más probable parece que el término derive del griego “pappas”, padre, idéntico en latín clásico según lo utiliza, por ejemplo, Juvenal en sus “Sátiras”.

Mientras en Oriente se ha utilizado siempre para dirigirse a los sacerdotes, en Occidente, por el contrario, su uso parece restringido en un principio a los obispos, como lo hace el temprano exégeta Tertuliano (160-220) en su obra “De pudicitia”.

Parece que es en el s. IV cuando ese título empieza a utilizarse de una manera más específica para un obispo en concreto, el de Roma, y que el primero en autootorgárselo habría sido el Papa Siricio (m. 398).

Con tal intención desde luego lo utiliza Enodio de Pavia (m. 473) de manera muy clara en una carta dirigida al Papa Símaco, lo que no obsta, sin embargo, para que su utilización original dirigida a cualquier obispo perviva aún durante algún tiempo, como demuestra el escrito de San Galo (m. 640) a Desiderio, obispo de Cahors.

Será finalmente el Papa Gregorio VII (1073-1085) quien en tiempos muy tardíos, en el año 1075, y mediante el llamado Dictatus Papae que recoge los veintisiete principios que deben regir el papado en adelante, quien ordene su uso exclusivo a la persona del Sumo Pontífice. Cosa que hace en su número 11 en estos términos: “Quod hoc unicum est nomen in mundo”. (Que este nombre [Papa] es único en el mundo).

Luis Antequera

LA CANCIÓN CATÓLICA TOP 10 DE ANDY WILLIAMS



Duelo por la voz de «Moon River»

«The village of St Bernadette» fue uno de los numerosos hits del cantante norteamericano fallecido el pasado martes.

El 25 de septiembre falleció de cáncer, a los 84 años de edad, Andy Williams, uno de los cantantes emblemáticos del siglo XX en Estados Unidos y una de las voces melódicas más importantes de su época.

Dos canciones inolvidables, dos Oscar.

Para toda una generación de norteamericanos fue además el conductor de un programa de televisión que batió récords de audiencia entre 1962 y 1971: El show de Andy Williams.

Pero si por algo será recordado, en Estados Unidos y en el mundo entero, será por su interpretación de Moon River, el tema central de Desayuno con diamantes [Breakfast at Tiffany´s], la película dirigida en 1962 por Blake Edwards e interpretada por Audrey Hepburn y George Peppard.

Con ese tema de Henry Mancini, Andy Williams se hizo con un Oscar de la Academia. Repetiría al año siguiente el mismo trío: Blake Edwards filmó la desgarradora Días de vino y de rosas, con Jack Lemmon y Lee Remick. Otra vez Mancini (y otra vez con Johnny Mercer a cargo de la letra) puso la canción, y Andy Williams la voz. La estatuilla brilló para ellos por segundo año consecutivo.

La Virgen de Lourdes.

Esos fueron los años dorados de Andy, que sumó un éxito tras otro. Pero ya antes figuraba entre ellos su álbum The village of St Bernadette [La aldea de Santa Bernadette], que incluía canciones e himnos religiosos, algunos de ellos explícitamente católicos, como la canción que daba título al disco, o "Our Lady of Fatima [Nuestra Señora de Fátima]". Williams era presbiteriano, pero los años 50 y 60 conocieron un prestigio de la Iglesia sin precedentes en el país, y las canciones católicas iban ocupando un creciente hueco en su cultura, hasta entonces icónicamente sólo protestante.

"The village of St Bernadette" (con letra y música de Eula Parker) llegó a ocupar en 1960 el número 7 de la lista superventas con su emotiva nostalgia:

He viajado muy lejos por tierra y mar, he estado en sitios hermosos, pero hay una pequeña aldea que nunca olvidaré: Lourdes, la aldea de Santa Bernadette. Allí, como en un sueño, aquella noche maravillosa, vi la gruta iluminada y me inundó un sentimiento divino. Caí de rodillas y musité la oración Ave María...

Millones de personas rezaron entonces con la voz de Andy Williams... y pueden seguir haciéndolo ahora, pidiendo esta vez a Dios por el alma de quien les hizo voltar tan alto que en su vuelo rozaron el manto celestial de María.

Carmelo López-Arias / ReL

DIOS, AGUARDA A LOS MALOS HASTA QUE SE CORRIJAN



El Santo Job toleró a este demonio cuando fue atormentado con ambas tentaciones, pero en ambas salió victorioso con el vigor constante de la Paciencia y con las armas de la piedad.
Primero perdió cuanto tenía, pero con el cuerpo ileso, para que cayese el ánimo, antes de atormentarle en la carne, al quitarle las cosas que más suelen estimar los hombres, y dijese contra Dios algo, al perder aquellas cosas por las que se pensaba que Job servía a Dios.

Fue afligido también con la pérdida instantánea de todos sus hijos, de modo que los que recibió uno a uno, los perdiera de una vez, como si su mayor número no se le hubiera otorgado para mostrar la plena felicidad, sino para acumular calamidad.

Al padecer todas estas cosas, permaneció inconmovible en su Dios, apegado a su divina voluntad, pues a Dios no podía perderle sino por su propia voluntad. Perdió las cosas, pero retuvo al que se las quitó para encontrar en él lo que permanece para siempre. Pues tampoco se las había quitado el que tuvo voluntad de dañar, sino el que había dado la potestad de tentar.

Job, fue más cauto que Adán, entonces el enemigo se ensañó con el cuerpo, no en las cosas externas al hombre, sino que hirió, cuanto pudo, al hombre mismo. De la cabeza a los pies ardían los dolores, manaban los gusanos, corría la purulencia.

Pero el espíritu permanecía íntegro en un cuerpo pútrido y toleró, con una piedad inviolable y una paciencia incorruptible, los horribles suplicios de la carne que se corrompía. La esposa estaba presente, pero no ayudaba nada al marido, sino que más bien le impulsaba a blasfemar contra Dios.

No se la había llevado el diablo con los hijos como hubiera hecho un ingenuo en el arte de hacer daño, pues en Eva había aprendido cuán necesaria era la esposa al tentador.

Sólo que ahora no encontró otro Adán a quien pudiera seducir por medio de la mujer. Más cauto fue Job en los dolores que Adán entre flores.

Éste fue vencido en las delicias, aquél venció en las penas, éste consintió en la dulzuras, aquél resistió en la torturas.

Estaban también presentes los amigos, pero no para consolarle en el mal, sino para hacerle sospechoso del mal. Pues no podían creer que el que tanto padecía pudiera ser inocente, y su lengua no callaba lo que su conciencia ignoraba.

Así, entre los crueles tormentos del cuerpo, el alma se cubría de falsos oprobios.

Pero Job toleró en su carne los propios dolores, y en su corazón los ajenos errores. A la esposa corrigió en su insensatez, y a los amigos enseñó la sapiencia, y en todo conservó la paciencia.

La virtud del alma que se llama, Paciencia es un don de Dios tan grande, que Él mismo, que nos la otorga, pone de relieve la suya, cuando aguarda a los malos hasta que se corrijan.

Así, aunque Dios nada puede padecer, y el término paciencia se deriva de padecer (patientia, a patiendo), no solo creemos firmemente que Dios es paciente, sino que también lo confesamos para nuestra salvación.

Pero ¿quién podrá explicar con palabras la calidad y grandeza de la paciencia de Dios, que nada padece pero tampoco permanece impasible, e incluso aseguramos que es pacientísimo?

Así pues, su paciencia es inefable como lo es su celo, su ira y otras cosas parecidas.

Porque si pensamos estas cosas a nuestro modo, en Él, ciertamente, no se dan así. En efecto, nosotros no sentimos ninguna de estas cosas sin molestias, pero no podemos ni sospechar que Dios, cuya naturaleza es impasible, sufra tribulación alguna.

Así, tiene celos sin envidia, ira sin perturbación alguna, se compadece sin sufrir, se arrepiente sin corregir una maldad propia. Así es paciente sin pasión. Pero ahora voy a exponer, en cuanto el Señor me lo conceda y la brevedad del presente discurso lo consienta, la naturaleza de la paciencia humana de modo que podamos comprenderla y también procuremos tenerla.

La auténtica paciencia humana, digna de ser alabada y de llamarse virtud, se muestra en el buen ánimo, con el que toleramos los males, para no dejar de mal humor los bienes que nos permitirán conseguir las cosas mejores. Pues los impacientes, cuando no quieren padecer cosas malas, no consiguen escapar de ellas, sino sufrir males mayores.

Pero los que tienen paciencia prefieren soportar los males antes que cometerlos y no cometerlos antes que soportarlos, aligeran el mal que toleran con paciencia y se libran de otros peores en los que caerían por la impaciencia. Pues los bienes eternos y más grandes no se pierden mientras no se rinden a los males temporales y mezquinos: porque no son comparables los padecimientos de esta vida con la gloria futura que se ha de revelar en nosotros. Y también: lo que en nuestra tribulación es temporal y leve, de una forma increíble, nos produce un peso eterno de gloria.

Veamos, pues, qué duros trabajos y dolores soportan los hombres por las cosas que aman, viciosamente, y cómo se juzgan más felices con ellas cuanto más infelizmente las codician. ¡Qué de cosas peligrosísimas y muy molestas afrontan, con suma paciencia, por unas falsas riquezas, unos vanos honores o unas pueriles satisfacciones!

Los vemos hambrientos de dinero, de gloria y de lascivia, y, para conseguir esas cosas, tan deseadas y una vez adquiridas no carecer de ellas, soportar, no por una necesidad inevitable sino por una voluntad culpable, el sol, la lluvia, los hielos, el mar y las tempestades más procelosas, las asperezas e incertidumbres de la guerra, golpes y heridas crueles, llagas horrendas. E, incluso, estas locuras les parecen, en cierto modo, muy lógicas.

Efectivamente, se piensa que la avaricia, la ambición, la lujuria y otros mil pasatiempos más son cosas inocentes mientras no sirvan de pretexto para cometer algún delito o un crimen prohibido por las leyes humanas.

Es más, cuando alguien soportó grandes trabajos y dolores, sin cometer fraude, para adquirir o aumentar su dinero, para alcanzar o mantener sus honores, o para luchar en la palestra o cazar, o para exhibir algo plausible en el teatro, no parece una nonada dejar sin reprensión esa vanidad popular, sino que es exaltada con las mayores alabanzas, como está escrito: porque se alaba al pecador en los apetitos de su alma . Pues la fuerza de los deseos lleva a tolerar trabajos y dolores, y nadie acepta espontáneamente lo que causa dolor, sino por aquello que causa placer.

Mas, como digo, se juzgan lícitas y permitidas por las leyes, esas apetencias por las que soportan, con la mayor paciencia, trabajos y asperezas, los que inflamados por ellas tratan de satisfacerlas.

¿Y qué decir, cuando los hombres soportan grandes calamidades, no para castigar crímenes notorios sino para perpetrarlos? ¿No nos cuentan los escritores de literatura civil de cierto nobilísimo parricida de la patria que podía soportar el hambre, la sed y el frío, y que su cuerpo podía tolerar el ayuno, el frío, el insomnio más de lo que nadie pudiera creer? ¿Y qué diré de los ladrones que, cuando acechan a los viandantes, pasan noches sin dormir, y para asaltar a los inocentes transeúntes someten su alma dañada y su cuerpo a todas las inclemencias del cielo? Algunos de ellos se atormentan entre sí con tal rigor, que su entrenamiento para los castigos en nada difiere de los castigos, pues tal vez no los tortura tanto el juez para arrancarles la verdad como los torturan sus cómplices para que no canten en el tormento.

Y, sin embargo, en todo esto, la paciencia es cosa más de admirar que de alabar, mejor dicho, no es de admirar ni de alabar, porque no es tal paciencia. Es una terquedad admirable, pero no se trata de paciencia. Aquí no hay, justamente, nada que alabar, nada útil para imitar. Y, si juzgamos rectamente, un alma es digna de tanto mayor suplicio cuanto más somete a los vicios los medios de la virtud. La paciencia es compañera de la sapiencia, no esclava de la concupiscencia; es amiga de la buena conciencia, no enemiga de la inocencia.

Así pues, cuando veas que alguien tolera algo pacientemente, no te apresures a alabar su paciencia mientras no aparezca el motivo de su padecer. Cuando éste es bueno, aquélla es verdadera; cuando éste no se mancha con la codicia, entonces aquélla se aparta de la falsedad; cuando aquél se hunde en el crimen, entonces se yerra en darle a ésta el nombre de paciencia. Pues, así como todos los que saben participan de la ciencia, no todos los que padecen participan de la paciencia, sino que los que viven rectamente su pasión, ésos son alabados como verdaderos pacientes, y son coronados con el galardón de la paciencia.

Los humanos, por esta vida temporal y su salud, toleran males horrendos, de modo admirable, incluso por sus pasiones y sus crímenes, así nos amonestan cuánto hemos de sufrir por una vida buena, para que luego pueda ser eterna, y sin ningún límite de tiempo ni detrimento de nuestro interés, con una felicidad verdadera y segura.

El Señor ha dicho: en vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

No dijo: Poseeréis vuestras fincas, vuestras honras y vuestras lujurias, sino vuestras almas. Si tanto sufre el alma para alcanzar la causa de su perdición, ¿cuánto debe sufrir para no perderse? Y, para mencionar algo que no es pecaminoso, si tanto sufre por la salud de su cuerpo en las manos de los médicos que cortan o cauterizan, ¿cuánto debe sufrir por su salvación entre los arrebatos de sus enemigos? Los médicos tratan el cuerpo con tormentos para que no muera, pero los enemigos nos amenazan con castigos y la muerte corporal, para empujarnos al infierno donde mueran cuerpo y alma.

Verdad es que miramos más prudentemente por el propio cuerpo cuando despreciamos su salud temporal, por la justicia, y por la justicia toleramos con paciencia los castigos y la muerte. Porque de la redención última y definitiva del cuerpo habla el Apóstol cuando dice: dentro de nosotros, gemimos, esperando la adopción de hijos, la redención de nuestro cuerpo. Después prosigue: en esperanza hemos sido salvados; pero la esperanza que se ve no es esperanza, ya que lo que uno ve, ¿cómo lo espera?, y si esperamos lo que no vemos, por la paciencia lo esperamos .

Así pues, cuando nos torturan algunos males pero no nos destruyen las malas obras, no solo poseemos nuestra alma por la paciencia, sino que cuando por la paciencia se aflige y se sacrifica el cuerpo temporalmente, se lo recupera con una salud y una seguridad eterna, y por el dolor y la muerte se conquista una salud inviolable y una inmortalidad feliz.

Por eso, Jesús, al exhortar a sus mártires a la paciencia, les prometió también la integridad futura del mismo cuerpo que no ha de perder, no digo ya un miembro, sino ni siquiera un pelo: En verdad os digo, dice, que no perecerá un cabello de vuestra cabeza . Y como dice el Apóstol: nadie tuvo jamás odio a su carne . Vele, pues, el hombre fiel más por la paciencia que por la impaciencia, por la salud de su carne y compare los dolores del presente, por grandes que sean, con la inestimable ganancia de la incorrupción futura.

Así pues, aunque la paciencia sea una virtud del espíritu, el alma ha de practicarla tanto en sí misma como en su cuerpo. En sí misma se practica la paciencia cuando, mientras el cuerpo permanece ileso e intacto y se lo incita a una acción desafortunada, como una torpeza de obra o se le invita de palabra a ejecutar o decir algo que no es conveniente o decente, y sufre con paciencia todos los males para no cometer mal alguno de palabra o de obra.

Hijo, al entrar al servicio de Dios, mantente en justicia y temor, y prepara tu alma para la tentación. Humilla tu corazón y aguanta, para que, al final, florezca tu vida.

Acepta todo lo que te sobrevenga, aguanta en el dolor y sé paciente con humildad. Porque se prueba a fuego el oro y la plata, pero los hombres se hacen aceptables en el camino de la humillación. Y en otro lugar se dice: Hijo, no decaigas en la disciplina del Señor ni desmayes cuando seas reprendido por Él.

Pues al que Dios ama, le castiga; y azota a todo hijo que le es aceptable. Aquí se dice hijo aceptable como arriba se dijo hombres aceptables. Pues es muy justo que los que fuimos expulsados de la felicidad primera del paraíso, por una apetencia contumaz de las delicias, seamos aceptados de nuevo por la paciencia humilde de los trabajos. Hemos sido fugitivos por hacer el mal, pero seremos acogidos por padecer el mal. Porque allí delinquimos contra la justicia, y aquí sufrimos por la justicia.

Al copiar este artículo favor conservar o citar este link.

Fuente: EL CAMINO HACIA DIOS - www.iterindeo.blogspot.com

Publicado por Wilson f.

CORTANDO RELACIONES PERJUDICALES



Las personas con las que estemos vinculados y ligados negativamente afectan nuestra esfera espiritual y pueden retrasar las bendiciones de Dios.

“Los sinvergüenzas crean problemas; sus palabras son un fuego destructor. El alborotador siembra conflictos; el chisme separa a los mejores amigos. Los violentos engañan a sus compañeros, los llevan por un camino peligroso”.

Proverbios 16:28-29 (NTV)

Las personas con las que nos relacionamos influyen mucho en nuestra vida, en nuestras decisiones, y en el alcance de las metas que tengamos en la vida

Hay relaciones que en lugar de ayudarnos a cumplir una meta, la retardan y nos desaniman, e incluso nosotros aceptamos esa influencia por costumbre, por estar ligado emocionalmente, o simplemente por respeto.

Una cosa es que estés tratando de ayudar a alguien que necesita y requiere ayuda, y otra muy distinta es tratar de cambiar a quienes no quieren hacerlo y no quieren salir nunca de sus problemas.

Tu tiempo es muy valioso y no puedes darte el lujo de tratar de agradar a aquellos que no comprenden tus decisiones, tus sueños y tu forma de ser.

Cuando relaciones de que cualquier naturaleza nos causan malestar, nos menosprecian, nos burlan o simplemente nos incomodan continuamente, es hora de abandonar esas personas nocivas por nuestro bienestar y crecimiento.

En ocasiones tratamos de soportar el maltrato, la violencia emocional y el juicio de otros, y por temor a ser “duros” o determinantes, nos estancamos y permitimos que bloqueen todo nuestro potencial.

Lo cierto es que todas las personas, sea cual fuera el vínculo o cargo, si no nos esta ayudando a cumplir el sueño que Dios puso en nuestro corazón, esa persona no puede acompañarnos al destino que tenemos trazado por el Señor.

Es importante recibir consejos para mejorar, pero los consejos tienen que tener el propósito de ayudarnos, no de destruirnos y descalificarnos.

Solo las personas que nos motivan, alientan y desafían a más, son las que debemos permitir que nos influyan. La vida es una sola y nuestro destino y trabajo debe estar enfocado, recortando todo aquello que no te aporta ningún valor.

¿Cómo detectamos una relación perjudicial? Cuando nos sentimos obligados a hacer cosas que no queremos hacer, cuando nos sentimos controlados y oprimidos, cuando la toleras solo por compromiso, cuando la permites por costumbre y cuando por temor a caerles mal, vamos en contra de todo lo que en verdad queremos hacer.

Nadie debería obligar a nadie a hacer algo que no quiere, porque esto lo único que provoca es desgatar la relación. Cuando algunos discípulos abandonaron a Jesús, él los dejo, nos los atormentó con maldiciones para retenerlos, incluso luego Jesús dijo a los doce: «¿También ustedes quieren irse?» (Juan 6:66-68). Hay personas designadas por un tiempo a tu vida, luego vendrán otras y se distanciaran aquellas que lo tengan que hacer, y algunas están puestas para compartir todo el tiempo.

Las personas con las que estemos vinculados y ligados negativamente afectan nuestra esfera espiritual y pueden retrasar las bendiciones de Dios.

Se selecto con tus relaciones y la inversión de tu tiempo con ellas, porque si cometes el error de por cortesía soportar cosas que no te sirven, estás poniendo en riesgo el cumplimiento de muchas bendiciones. Rodéate.

Por Esteban Correa

UN SUEÑO ROTO



El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.

Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.

Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.

Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.

Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.

Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.

Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se llamaba?

Welch.

Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.

Extraído de “El Poder de una Alianza en la Iglesia”, Editorial

Bethania, por

John C. Maxwell

Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizás hay otras puertas que no has visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. Cuál fue la última puerta que se cerró?

Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.

De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Gen 22:17

Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apoc 3:8

DESEOS ILÍCITOS O IMPUROS



Los seres humanos somos un manejo de deseos. Los deseos son siempre la antesala del acto humano. Todo acto que realiza el hombre, siempre han sido anteriormente generado por un deseo. El deseo de obtener algo, sea un bien material o un bien espiritual es el que pone en funcionamiento nuestra voluntad de actuación, nuestra voluntad de realización de un acto o los actos que sean necesarios realizar, para llegar a obtener el bien que se desea.

Tener un deseo mental no buscado ni consentido no es pecar, ni tampoco ofende al Señor, aunque sea ilícito o impuro el contenido de ese deseo. Desear sin consentimiento, en principio no es pecar ni ofender al Señor, siempre que no medie la voluntad humana de querer convertir el deseo en una realidad, y si esto no es posible, solazarse mentalmente, en el deseo impuro que no se puede realizar, por la razón que sea. Pero mientras no intervenga nuestra voluntad, es decir mientras el deseo que se genera en nuestra mente es involuntario, no ofendemos al Señor si es que el deseo es de carácter ilícito o impuro.

En la entrada en nuestra mente, de deseos ilícitos o impuros, tiene mucho que ver con nuestra tendencia a la concupiscencia, que todos tenemos desde nuestro nacimiento y que el sacramento del bautismo no nos la elimina. Es esta una tendencia al mal, que nos dificulta la realización del bien. Hay autores que califican a la concupiscencia como una rebelión de la carne frente a nuestro espíritu, en otras palabras el enfrentamiento entre los deseos de nuestro cuerpo y los de nuestra alma. El Señor, llevó a cabo nuestra Redención, pero ella solo nos libra del pecado, pero no de la flaqueza de nuestro cuerpo y de la concupiscencia.

Los diccionarios de las distintas lenguas, definen la concupiscencia, como: una inclinación natural humana a gozar de los placeres terrenales y particularmente de los placeres sensuales. El término concupiscencia tiene su raíz en el latín, viene de concupiscere que quiere decir codiciar, ansiar vivamente. El origen de la concupiscencia o tendencia al mal del ser humano, hay que buscarlo en el pecado original de nuestros primeros padres. El Abad Baur, nos dice: “Existe el pecado original. De él arranca la perversidad del corazón humano, de la que todos nos resentimos. (…) Del pecado original nació la concupiscencia, el afán desordenado de las posesiones terrenas (concupiscencia de los ojos), de los goces y placeres mundanos y sensuales (concupiscencia de la carne), del honor y del poder y de la distinción social (concupiscencia del espíritu)”.

El parágrafo 1.707 del Catecismo de la Iglesia católica, nos dice: “El hombre, persuadido por el maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia" (GIS 13,1). Sucumbió a la tentación y cometió el mal. Conserva el deseo del bien, pero su naturaleza lleva la herida del pecado original. Ha quedado inclinado al mal y sujeto al error. De ahí qué el hombre esté dividido en su interior. Por esto, toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas (GIS 13,2)”.

Es por ello que los deseos ilícitos o impuros, vengan a nuestra mente continuamente. El problema consiste en no dejarlos pasar, oponiéndoles la fuerza de nuestra voluntad, porque el gran instigador de todo es el demonio, que desea que esos deseos nuestros, sirvan de base para realizar actos ilícitos o impuros, pero él necesita que nuestra voluntad se ponga en marcha, y si esta no se pone en marcha, nunca ofenderemos al Señor. La voluntad es una de las tres potencias de que dispone nuestra alma, en ella nosotros somos reyes absolutos, el demonio jamás puede ni podría entra en ella para obligarla. En cuanto al Señor, él desde luego si podría entrar pero jamás lo hará, pues ello sería quebrantar el libre albedrío con el que nos ha creado.

Nosotros somos criaturas libres, creadas por el Amor y para el amor y una de las condiciones básicas que es necesaria que el amor exista, para que se genere amor, es la existencia de libertad, sin libertad no puede nacer el amor. En nuestra vida humana, muy bien sabemos, que nadie puede ser obligado a amar a otra persona. Dios nos necesita libres y por ello nos hizo libres, pues para que le demostremos nuestro amor a Él, es necesario que seamos libres. No olvidemos que aquí nos encontramos para superar una prueba de amor, para demostrarle al Señor que le amamos, porque en definitiva esto es lo único que le interesa de nosotros, que le amemos.

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

Juan del Carmelo

EL DON DE SANACIÓN DEL PADRE KELLY CONGREGA EN LA SECULARIZADA BARCELONA A MÁS DE 400 PERSONAS



Lleno total en la Balmesiana.

Dios sigue haciendo milagros y la gente se agolpa, como en los tiempos de Cristo, a pedir una sanación. Eso pasó en la Ciudad Condal, desbordando las previsiones.

Jaime Kelly, misionero del Sagrado Corazón, un irlandés que trabaja desde hace décadas en Venezuela, predicó el pasado fin de semana en la Fundación balmesiana, que acogía a la asamblea de la Renovación Carismática en Cataluña.

La fama de tener "don de sanación", de que cuando ora por los enfermos muchos se curan, atrajo a más gente de la que cabía en el lugar, y en las oraciones del sábado la organización se vio obligada a cerrar las puertas por lleno total. En un lugar con capacidad de 300 pasaron casi 500, incluyendo grupos que venían en autobuses de Lérida, Tortosa y Reus.

En el encuentro habló Sara Quiroz, la joven madrileña que no podía caminar y se curó en la asamblea carismática nacional de verano de 2011. Contó su testimonio: cómo el cura oró por ella, le miró a los ojos, le preguntó si creía que Jesús podía curarle y le exhortó: "en el nombre de Jesús, Sara, ¡vamos a caminar!" Y caminó y sigue sana.

El padre Kelly quiso insistir en que es Dios el que cura a los enfermos, y por eso hizo que los asistentes rezaran todos unos por otros en parejas, con el gesto de imponer las manos en la cabeza y repitiendo sus oraciones.

También se pidió a Dios, durante una intensa adoración eucarística, que curase (y convirtiese y ayudase) a todos los asistentes. Como suele suceder en las oraciones de estilo carismático, abundó la música, a veces festiva (en las alabanzas iniciales), otras veces solemne (en la adoración), siempre muy participada por los asistentes.

En la predicación, Kelly fue exigente en sus peticiones de conversión y de rechazo al pecado. Algunos asistentes puntuales, alejados de la vida eclesial invitados por conocidos o amigos, lo encontraron "duro". Pero las personas más integradas en la Iglesia y sus enseñanzas de moral exigente no se escandalizaron.

En todos los descansos y espacios en los que el padre Kelly no dirigía la oración pública o las enseñanzas, era asaltado incansablemente por personas que le pedían oración personalizada. Algunas tenían molestias muy menores, que no justificaban el acoso incesante al sacerdote. Otros tenían casos muy graves o dolorosos, especialmente las familias que venían de fuera de Barcelona, incluso de Madrid y otras regiones, con niños enfermos. Kelly impuso las manos sobre la cabeza de cada persona que se lo pidió y oró con paciencia por todos.

El misionero también remitió a los asistentes al sacramento de la confesión: ocho sacerdotes estuvieron confesando largos ratos.

El domingo por la tarde presidió la misa el cardenal Lluís Martínez Sistach, que predicó acerca del Espíritu Santo y la necesidad de abrirse a Él. En pasillos, comentaba a la organización de la Asamblea que los cristianos deben tener claro que quien sana y salva es Jesucristo, y no un sacerdote en particular aunque tenga un don especial de sanación.

Lo cierto es que en Barcelona no se vio un caso como el de Sara en Madrid, con una mejoría evidente, aunque el padre Kelly explicó que Dios ponía en su interior el convencimiento de que varias personas se habían curado de distintas dolencias, que fue enumerando. "Pero son cosas que no se pueden contrastar hasta pasar por el médico y dejar pasar un tiempo", explica José Antonio Godina, coordinador de la Renovación en Cataluña. Por ejemplo, en la asamblea de Madrid se curó un niño con déficit de hormona del crecimiento, que llevaba un año sin crecer nada... pero no se pudo comprobar hasta dos meses después.

(El pequeño Alejandro no creció nada durante un año... hasta que el padre Kelly rezó por él)

El padre Kelly se alojó con los misioneros de su congregación del Sagrado Corazón. En su iglesia fue reconocido cuando decía misa al día siguiente y un feligrés le llevó a su casa para que rezara por otro enfermo. Pero tuvo tiempo para visitar algunos sitios. Un matrimonio de la Renovación Carismática le llevó en coche a dos lugares emblemáticos: el templo del Tibidabo, ligado a la espiritualidad del Sagrado Corazón, desde donde oró por la ciudad de Barcelona, y el Monasterio de Montserrat, donde pudo orar por toda Cataluña. También visitó la basílica de la Sagrada Familia.

La siguiente etapa del padre Kelly después de Cataluña es Tenerife, donde participa también en oraciones de la Renovación Carismática, siempre abiertas a todo el mundo.

Pablo Ginés / Forum Libertas

LOS ÁNGELES DEL CIELO



Servidores de Dios y amigos de los hombres: así son los ángeles.

¿Qué son los ángeles? Espíritus que contemplan a Dios y que viven en medio del misterio. Espíritus que participan de la alegría divina y colaboran en sus planes sobre los hombres débiles y necesitados de ayuda y protección.

Por eso los ángeles sufrirán, de algún modo que no podemos imaginar, al ver que hay corazones que se cierran al amor o pierden la esperanza. O se alegrarán profundamente cuando vean que otros corazones lloran por sus pecados e inician el camino del regreso al Amor de Dios.

El Evangelio nos habla de fiestas y gozo entre los ángeles por cada pecador convertido. Cada vida es importante para Dios, es observada por los ángeles, es bendecida de mil formas por compañeros celestes que nos invitan a soñar en el cielo que nos espera.

Dios desea que algunos ángeles intervengan en nuestras vidas. Por eso en la Biblia encontramos la narración de presencias angélicas. Especialmente bella resulta la salida de san Pedro de la cárcel, guiado por un ángel. Ya en la calle exclama fuera de sí: "Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos" (Hch 12,11).

Es muy conmovedora la historia de Tobit y de su hijo Tobías, a los que Dios envió el arcángel Rafael. Sólo al final, cuando Tobías ha podido contraer matrimonio con Sarra, y cuando Tobit ha recuperado la vista, los dos descubren que habían sido ayudados por un ángel.

El mismo Rafael les explica cómo había intervenido en sus vidas:

"Cuando tú y Sarra hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones. Y lo mismo hacía cuando enterrabas a los muertos. Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba. También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tu nuera Sarra. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor" (Tb 12,12-15).

Rafael añade inmediatamente, para tranquilizar a sus amigos, estas palabras llenas de afecto: "No temáis. La paz sea con vosotros. Bendecid a Dios por siempre. Si he estado con vosotros no ha sido por pura benevolencia mía hacia vosotros, sino por voluntad de Dios. A él debéis bendecir todos los días, a él debéis cantar. Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia. Y ahora bendecid al Señor sobre la tierra y confesad a Dios" (Tb 12,17-20).

Servidores de Dios y amigos de los hombres: así son los ángeles. Las palabras de Rafael nos llenan de alegría y esperanza. Con la ayuda angélica podemos descubrir el amor de Dios y recibir una fuerza concreta, oportuna, en tantas pruebas de la vida.

Por eso hemos de sentirnos invitados a dar gracias a Dios, porque no deja sin recompensa ningún gesto de amor que podamos ofrecer a los hermanos nuestros más necesitados. Porque nos envía, en ocasiones totalmente inesperadas, un ángel que rompa nuestras cadenas y nos lleve a descubrir lo inmensamente bello que es el Amor del Padre de los cielos.

Autor: P. Fernando Pascual LC

MENSAJE DEL CIELO A NUESTRO GRUPO DE ORACIÓN - VIERNES 28 DE SEPTIEMBRE 2012



Se roció agua bendita en todo el lugar.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del Universo, llenos están los cielos…

Cierren sus ojos, escuchen, abran sus corazones, en silencio.

Soy San Miguel Arcángel: Quiero que me invoquen todos los días, porque la defensa de hoy ante el enemigo es grande, su acción está ganando mucho terreno, ustedes deben invocar y yo vendré a defenderlos, en esta lucha que no es contra carne y sangre sino contra Principados y Potestades, yo vendré y les pido que no olviden orar e invocar nuestra presencia, nosotros los cuidamos, los defendemos y los ayudamos, en todo momento, no hay un instante que los dejamos por órdenes de nuestro supremo hacedor, sean fieles, tengan vida santa, no ofendan más a Dios, ustedes son la Luz del Mundo, la luz que disipa las tinieblas, no descuiden a sus Ángeles de la Guarda, ellos con mucha alegría llevan sus peticiones al Padre, con inmenso cuidado y cariño los cuidan y también lamentan cuando ustedes no son fieles a Dios, cuando ignoran sus preceptos, cuando no los recuerdan y sobre todo cuando olvidan orar, agradecer o pedir, ellos están allí, pidiendo, orando, agradeciendo por ustedes, nosotros somos sus hermanos y los amamos, no nos olviden, gracias, pero las gracias primero se las deben dar a nuestro amado Padre Celestial que con su inmenso poder les ha dado la vida, les da las gracias, las bendiciones que reciben todos los días de su vida, desde el instante en que fueron concebidos hasta cuando lleguen a su lado… Irictiel, Ciliciel, Rosa y todos los ángeles asignados a este grupo estamos presentes, queremos decirles que sientan siempre nuestra protección, porque siempre la tienen no lo duden jamás, ustedes saben que están muy defendidos por la labor que hacen, sean fieles a su labor, Dios no ve las apariencias, nosotros tampoco, sabemos de sus debilidades y les ayudamos, los defendemos para que no caigan en ellas, ante todo sean fieles al Padre Celestial que los ama tanto y los espera en su reino y los espera llenar de méritos, a veces ustedes se olvidan que están en un camino que tiene un fin, no pierdan el tiempo, no lo pierdan, porque de todo darán cuenta y la oración hecha con el corazón es poderosísima, remueve el cielo, alegra el paraíso y les ayuda en la protección diaria.

No olviden también la Madre Celestial de los cielos que siempre presente aquí los conmina a ayudarles y quiere que ustedes no olviden el inmenso amor del Padre Celestial.

Buenas noches hijitos míos…

Santísima Madre María: Con los ojos cerrados, con sus corazones abiertos, vamos a ofrecer a nuestro Padre y vamos a dar gracias por el día de hoy, todos en silencio,

Oh Padre bueno, oh Padre hermoso y bendito, tu que me proteges y me cuidas y que cuidas a todos en este mundo, te doy gracias por todo lo que has hecho por mí, por todo lo que me has dado hasta el día de hoy, por los días, por las horas, por los años de vida, te agradezco por las alegría, las tristezas, por haber amado, por quererte, por todas las personas que has puesto en mi camino, gracias Padre, te ofrezco el día de hoy todo lo que tengo y todo lo que soy, te ofrezco mi enfermedad, te ofrezco mi salud, te ofrezco mi vida, mis penurias, mis preocupaciones, mis tristezas y mis alegrías también, a ti debo darte gracias porque todo me lo has dado y muy bien, solo te pido Padre que no me abandones, que me des fuerza para continuar, para seguir amándote y no apartarme del camino que tú has elegido para mí, no me opongo a nada de lo que tú me des, seguiré firme como tú quieras. Amen.

Hno. José: La bendición de Dios…

Podemos ir en Paz…
Grupo Catolico de Oracion por los Enfermos Si Senor
Jose Miguel Pajares Clausen

viernes, 28 de septiembre de 2012

JESÚS HABLA



DIOS PADRE: EL TIEMPO DE MI HIJO ESTÁ SIENDO FUSIONADO CON SU TIEMPO, HIJOS, Y PRONTO TODO SERÁ UNO

Jueves, 20 de setiembre del 2012, a las 18:25 hrs.

Mi queridísima hija, cuánto anhelo mantener a Mis queridos hijos cerca de Mí, para que Yo pueda mostrarles cuánto son amados.

Hay tantos hijos Míos, dispersos por el mundo, sin embargo muy pocos conocen a su Padre, el Creador.

A aquellos que no Me conocen, se les debe decir que Yo no les abandonaré.

Yo me levantaré contra las fuerzas malignas y el rey de las mentiras, la bestia, y limpiaré este terrible flagelo de la existencia.

Mis hijos podrán ver la Verdad, solo cuando las escalas de perversidad hayan sido retiradas.

No se preocupen, hijos, porque sus oraciones han tocado Mi Corazón y por sus peticiones, Yo salvaré a muchos de Mis hijos que están en tinieblas.

Mi misión de enviar a Mi Amado Hijo, para reclamar Mi Reino, está bien establecida ahora, aunque muchos puedan no estar consientes de esto.

El tiempo de Mi Hijo, está siendo fusionado con su tiempo, hijos, y pronto todo será uno.

El tiempo para el Nuevo Paraíso se ha fijado y todo ha sido previsto para el nuevo hogar de Mis hijos, el Nuevo Mundo.

Yo les llamo desde el Cielo para instarlos a confiar en Mi Hijo, en Su gran Misericordia y en Su promesa de cumplir este pacto.

Entreguen todas las dudas que puedan persistir, porque ellas los están bloqueando para buscar la verdadera paz.

Ellas bloquean Mis Gracias, que Yo quiero derramar sobre ustedes, para protegerlos del último período restante, cuando Satán controle la Tierra. Su tiempo está por terminar. Entonces el nuevo comienzo evolucionará.

Yo espero con amor el regreso de Mis hijos a Mi Reino, el Reino del Nuevo Paraíso. Este es lo que estaba destinado a ser.

Les amo. Confíen en Mi Hijo y esperen Mi Llamado.

Su Padre, Dios el Altísimo

VIRGEN MARÍA: HA SIDO PREDICHO, QUE EN ESTOS TIEMPOS EN QUE VIVES AHORA, EL CORAZÓN DE LA HUMANIDAD SE ENDURECERÁ

Viernes, 21 de setiembre del 2012, a las 15:05 hrs.

Mi niña, cuán rápida es la Humanidad para idolatrar falsos reyes, falsos dioses.

Muchas personas en el mundo de hoy, no piensan nada de abrazar falsos ídolos, y entonces, no tienen culpabilidad en sus corazones cuando rechazan al único y verdadero Dios.

Ha sido predicho, Mi niña, que en estos tiempos en que vives ahora, el corazón de la Humanidad se endurecerá.

Ellos rechazarán incluso a su propia familia en búsqueda del placer.

Rechazarán a aquellos en pobreza y a aquellos que se mueren de hambre, mientras ellos practican todo tipo de egoísmo y cometen el pecado de la glotonería.

Estos días están sobre ustedes, hijos. Mientras la raza humana deambula impotente, en confusión, en donde nada le satisface, se agarrará de cualquier cosa que cree llenará el vacío. El vacío existe, porque ellos no siguen la Vedad o rinden lealtad a Mmi amado Hijo.

No solo idolatran a falsos dioses, ellos rinden lealtad a aquellas pobres almas, que promueven el pecado como si no tuviera consecuencias.

Entonces, cuando les presentan las mentiras acerca de Mi Hijo en el mundo de hoy, son rápidos en aceptarlas.

Es aceptado ridiculizar a Mi Hijo, sin embargo, cuando otras doctrinas que no contienen la Verdad son criticadas, la gente se acobarda del miedo. Ellos no le temen a Mi Hijo.

No le temen al Único y Verdadero Dios, porque no Le aman. Sus corazones están cerrados.

Ellos continúan siguiendo el camino que no les trae consuelo. En su lugar, este camino les deja insatisfechos y vacíos.

Cómo lloro cuando veo su confusión. Cómo lloro por Mi Hijo a quien ellos hieren muchísimo con su desprecio. El, que sufre muchísimo por ellos y que muere de la más agonizante manera. Sin embargo, todavía no entienden el significado de Su Muerte en la Cruz.

Es solo cuando una persona acepta a Jesús, el Cristo, el verdadero Mesías que encontrará paz.

Pronto Mi Hijo les presentará a ellos la prueba que demandan. Cuando les sea mostrada la prueba, tendrán que hacer la elección final.

Ellos también escogerán a Mi Hijo y la Verdad o aceptarán las mentiras con que son alimentados por el engañador.

Recen, hijos, para que los corazones sean abiertos y que el amor de Mi Hijo, permita a todos los hijos de Dios aceptar su Mano Misericordiosa.

Su amada Madre, La Madre de la Salvación

LOS FALSOS PROFETAS ESTÁN LISTOS AHORA Y SE ABALANZARÁN SOBRE ESTA MISIÓN

Lunes, 24 de setiembre del 2012, a las 15:30 hrs.

Mi muy querida y amada hija, debo advertirte acerca de los falsos profetas que tratan de interferir con esta misión. Muchas almas engañadas, que creen que ellas están recibiendo mensajes divinos, están siendo extraviadas por el maligno.

Él lo hace aprovechándose de su amor por Mí y apunta, especialmente, a las santas almas devotas.

Cualquier persona que te diga que tiene un mensaje del Cielo, que te instruirá para cambiar o corregir un mensaje Mío, es un mentiroso.

Esta no es la manera en que Yo autorizo las comunicaciones del Cielo. Los únicos mensajes que Yo permito que sean comunicados de un visionario a otro, son los de apoyo y amor, pero solo cuando es necesario.

Los mensajes recibidos por profetas genuinos o alamas elegidas son también verdaderos o falsos. No hay ninguno en medio. El Cielo nunca enviará un mensaje, para contradecir otro mensaje recibido por un alma elegida por el Cielo.

¡Cuidado con los falsos profetas! Aquellos que no se dan cuenta que ellos son falsos, pueden causar un daño terrible, cuando interfieren con Mi Sagrada Palabra. Tu, hija Mía, no debes comprometerte con aquellos que dicen que vienen en Mi Nombre, a menos que Yo te instruya de otra manera.

Los falsos profetas están listos ahora y se abalanzarán sobre esta misión. No debes comprometerte con ellos.

Está alerta a estos peligros, porque el más peligroso de todos, será el hombre que vendrá y dirá que soy Yo.

Déjense, Mis discípulos, ser atraídos a los falsos profetas, y serán presa fácil del Anticristo y su Falso Profeta.

Confíen en Mi Sagrada Palabra. Muchos de ustedes no pueden, todavía, aceptar la Verdad y discutirán Conmigo, pero no servirá de nada. Porque la mayor crítica que tienen ustedes de Mí, es que Yo amo a todos los hijos de Dios, especialmente a los pecadores.

Yo los amo a todos por igual. Aquellos de ustedes que Me acusan de favorecer a los pecadores, sepan esto:

Nunca traten de confundir a otros diciendo que Jesús tolera el pecado. Ustedes saben que esto es una mentira. Yo detesto el pecado pero amo al pecador.

Su Jesús

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