¿QUÉ ES LA RENOVACIÓN EN EL ESPÍRITU
SANTO?
El día de
Pentecostés, se cumplió la promesa de Jesús; fue derramado el Espíritu Santo
sobre los discípulos que en compañía de María, la madre de Jesús estaban
reunidos en oración.
Desde el
comienzo de la Iglesia, es el Espíritu la fuerza que la mueve y que le da poder
de hacer las cosas que Jesús hizo en su Nombre y es quien la capacita para
realizar su misión.
A lo largo
de toda la historia de la Iglesia el Espíritu Santo ha dirigido su desarrollo y
su caminar, renovándola y reavivando en distintos momentos el espíritu de
aquella primera Iglesia nacida el día de Pentecostés.
En este
momento de la historia, Dios está derramando el Espíritu Santo de una manera
nueva. Estamos experimentando una actualización del fuego de Pentecostés.
"Para
un mundo así, cada vez más secularizado, no hay nada más necesario que el
testimonio de esta renovación espiritual que el Espíritu suscita hoy
visiblemente en las regiones y ambientes más diversos". (Pablo VI, 19 de
mayo de 1975).
"El
vigor y la fecundidad de la Renovación atestiguan ciertamente la poderosa
presencia del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia… la Renovación Carismática
es una elocuente manifestación de esta vitalidad hoy". (Juan Pablo II,
mayo de 1987).
La
Renovación en el Espíritu Santo -podemos afirmar- es una acción del Espíritu
Santo hoy renovando a toda la Iglesia.
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO HOY EL ESPÍRITU
SANTO?
Está
llevando a las personas a un encuentro y a una relación personal profunda con
Cristo Vivo Señor y Salvador.
Jesús sigue
enriqueciendo a su Iglesia con sus dones y carismas. El primero y mayor de
todos los dones es el mismo Espíritu Santo. La Iglesia es enriquecida con estos
dones y carismas para transformar la faz de la tierra.
NACIMIENTO Y EXPANSIÓN DE LA
RENOVACIÓN
El 29 de
enero de 1959 el Papa Juan XXIII hacía una declaración sorprendente. El
Espíritu Santo le había inspirado convocar un concilio, el Segundo Concilio
Vaticano. En Pentecostés de ese mismo año terminaba su alocución con esta
oración:
"Oh
Espíritu Santo! tu presencia conduce infaliblemente a la Iglesia. Derrama, te
lo pedimos, la plenitud de tus dones sobre este Concilio Ecuménico. Renueva tus
maravillas en nuestros días como en un nuevo Pentecostés".
El 8 de
diciembre de 1965 terminó el Concilio. Los acontecimientos que sobrevinieron
después se han valorado diversamente. El programa de renovación propuesto por
el Concilio comenzó a ponerse en práctica no sin serias dificultades que
llevaron la duda y la angustia a muchos.
En 1966,
varios hombres católicos de la Universidad de Duquesne del Espíritu Santo, en
Pittsburgh, se reunían frecuentemente para conversar acerca de la vitalidad de
su vida de fe y para orar en común.
Aquellos
profesores se habían dedicado durante muchos años al servicio de Cristo,
entregándose a varias actividades apostólicas… A pesar de todo eso, iban
sintiendo que algo faltaba en su vida cristiana personal.
Aunque no
podían especificar el porqué, cada uno reconocía que había un cierto vacío, una
falta de dinamismo, una debilidad espiritual en sus oraciones y actividades.
Era como si su vida cristiana dependiera demasiado de sus propios esfuerzos,
como si avanzaran bajo su propio poder y motivados por su propia voluntad…
Decidieron hacer un compromiso: cada día orarían unos por otros con la
Secuencia de la Misa de Pentecostés: "Ven Espíritu Divino…"
Corría el
mes de febrero de 1967 cuando vieron sus deseos realizados al recibir una nueva
efusión del Espíritu Santo.
La
Renovación Carismática o Renovación en el Espíritu Santo había nacido. Todo
comenzó con una chispa en Pittsburgh, a partir de agosto de 1966. Gracias a la
fuerza incontenible del Espíritu, esa chispa se ha propagado como incendio
sobre paja y ha invadido los cinco continentes. En 1992, Veinticinco años
después, se calcula que más de 10 millones de católicos se reúnen semanalmente
en grupos de oración alrededor de todo el mundo. De oriente a occidente y de
norte a sur se proclama con el poder del Espíritu, que Jesús está vivo, que es
el Señor, que está en medio de nosotros, que nos derrama su Espíritu Santo y
que con Él glorificamos al Padre de los cielos.
La
Renovación en el Espíritu Santo, como corriente de gracias, suscitada por el
Espíritu Santo en la Iglesia de nuestros días, existe y vive para la Iglesia y
en la Iglesia, de ahí la comunión estrecha con sus legítimos Pastores y el
deseo de servir unidos a ellos para la renovación de las Comunidades Católicas.
La Renovación pues, se sitúa en la Iglesia; en el mismo corazón de la Iglesia.
FINALIDAD DE LA RENOVACIÓN
El Espíritu
ha suscitado esta renovación para fortalecer y servir a la misión de la misma
Iglesia: "evangelizar con el poder del Espíritu Santo", equipándola
con los carismas que le son necesarios.
La
Renovación dejará de ser cuando toda la Iglesia haya sido renovada y viva
plenamente la nueva vida que Cristo ofrece.
¿QUÉ ES LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO?
La Efusión
del Espíritu Santo NO es un Sacramento. Es sencillamente la actualización de
los Sacramentos de la iniciación cristiana. Es una gracia para
"liberar" en nosotros - en oración - al Espíritu Santo que desde
nuestro bautismo hemos recibido, de modo que tome la dirección de nuestra vida,
transformándonos desde lo profundo. Es en otras palabras una experiencia de
Pentecostés a nivel personal, donde se da el encuentro con Jesús vivo, recibiendo
comúnmente la capacidad del uso de los carismas. Es decir, dones gratuitamente
dados por el Espíritu Santo a los creyentes, para la edificación de la
Comunidad Cristiana, para el bien de los demás y para potenciar la
evangelización.
¿COMO TENER LA EXPERIENCIA DE LA
EFUSIÓN DEL ESPÍRITU SANTO?
No se
necesita nada especial, ni ningún lugar particular para la efusión del Espíritu
Santo, pero una manera eficaz de prepararse para ello es participar en un
Retiro de Renovación Espiritual o en los Seminarios de Vida en el Espíritu
Santo. Estos son instrumentos a través de los cuales el Señor va realizando su
plan de salvación en muchas personas en la Renovación Carismática.
Esta
experiencia está al alcance de toda persona que sinceramente lo desee y tenga
la conciencia de que necesita ser renovada por el poder del Espíritu Santo.
"…dice
Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad" (Hch.2,17).
¿QUÉ ES UN GRUPO DE ORACIÓN?
Es una
reunión de creyentes que se reúnen con regularidad para alabar, dar gracias,
gloria y honor a Cristo Jesús como Señor y Salvador. Jesús mismo es el centro
de estas reuniones de oración, donde al impulso del Espíritu se alaba a Dios,
se acoge la Palabra de Dios, se canta al Señor, y experimentamos el amor de
Dios actuando en medio del grupo a través de los carismas. Testimonios,
compartir de hermanos, docilidad al Espíritu, apertura y entrega al Señor son
elementos normales de estas reuniones de oración.
¿QUÉ ES EL CENTRO NACIONAL DE
SERVICIOS DE LA R.C.C.?
Este Centro
situado en la Parroquia del Corpus Christi: Calle 146 esquina a 9na. Playa,
Ciudad de la Habana, es lugar de coordinación de toda las actividades y grupos
de la Renovación en el Espíritu Santo en nuestro país. Este servicio está
organizado por el Equipo de Coordinación (E.CO.) aprobado por S.E.R. Cardenal
Jaime Ortega A., Arzobispo de la Habana y presidente de la Conferencia de
Obispos Católicos de Cuba.
Entre otras
cosas, el Centro ofrece servicios de Biblioteca (libros, revistas, cassettes de
música religiosa y de conferencias), publicaciones como el Boletín de la
Renovación JESUS VIVE, Cantorales, Folletos de formación para Grupos de
Oración, etc.
Desde aquí
se programan los Encuentros Arquidiocesanos, Retiros, Asambleas de Oración y
otras actividades de la Renovación en el Espíritu Santo. Si desea más
información o nuestros servicios puede comunicarse con nosotros:
Centro
Nacional de Servicios
Calle 146 #
904 esq. a 9na. Playa. Ciudad de La Habana.
Teléfono:
(537) 28-3387, Fax: (537) 33-7175.
Autor: Diácono
Luis Entrialgo.
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