viernes, 11 de mayo de 2012

"ARMADURA ESPIRITUAL DE TODO CRISTIANO PARA ESTOS TIEMPOS DE PURIFICACIÓN"


EL BUEN PASTOR ES EL QUE DA LA VIDA POR SUS OVEJAS

SEÑALES PRECURSORAS

Cuando ustedes tengan noticias de que hay guerras aquí o allá, no se asusten. Así tiene que ocurrir, sin embargo no será el fin. Porque una Nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro, y habrá terremotos en muchos lugares y habrá hambres. Eso apenas será el comienzo de los dolores.

Antes del fin, el Mensaje de la Salvación tiene que anunciarse a todas las Naciones.
(Marcos 13,7,8-10)

EL PRECURSOR

Yo os enviaré mi mensajero antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. El hará volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres, para que cuando yo venga no tenga que exterminar la tierra.
(Malaquías 3,23,24

ARMADURA ESPIRITUAL

EFESIOS CAP 6 (10 AL 18)

Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos.

SALMO 91

Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente, dile al Señor: «Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza». Él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia; te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío. Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor», tú has hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda: pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones. «Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación.

PODEROSA ORACIÓN DE PROTECCIÓN, DADA POR EL SEÑOR PARA ESTOS TIEMPOS DE TRIBULACIÓN

(Se hace junto con la Armadura Espiritual EFESIOS 6:10-18 y el Salmo 91 todos los días y no olvidar hacer estas oraciones extensivas a la familia)

“Oh coraza de la sangre del redentor; protégeme en todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis pensamientos, potencias y sentidos con tu coraza protectora; reviste mi cuerpo con tu poder. Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen ni en el cuerpo, ni en el alma; que el veneno, ni el hechizo, ni el ocultismo me hagan daño; que ningún espíritu encarnado o descarnado me perturbe; que Satanás y sus huestes del mal, huyan de mi al ver la coraza de tu sangre protectora. Libérame de todo mal y peligro gloriosa sangre del redentor, para que pueda cumplir la misión que me ha sido encomendada y dar gloria a dios. Me consagro y te consagro mi familia voluntariamente al poder de tu sangre redentora. Oh mi buen Jesús, libérame a mí y a mi familia y seres queridos de todo mal y peligro.” Amén

CONSAGRACIÓN A LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO

Consciente de mi nada y de Tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a Tus pies, y Te agradezco por la Gracia que has mostrado hacia mí, ingrata creatura. Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu Sangre Preciosa, del poder destructor de Satanás. En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Custodio, mi Santo patrono, y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, con corazón sincero, oh queridísimo Jesús, a Tu Preciosa Sangre, por la cual has redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno. Te prometo, con la ayuda de Tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, precio de nuestra redención, a fin de que Tu Sangre adorable sea honrada y glorificada por todos.
De esta manera, deseo reparar por mi deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra del Precioso Precio de su salvación. ¡Oh, si mis propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que he cometido contra Ti, oh Santa y Preciosa Sangre, pudieran ser borrados! He aquí, querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te ofenden. ¡Oh Divino Salvador! rocíame a mí y a todos los hombres con Tu Preciosa Sangre, a fin de que te amemos, ¡oh Amor Crucificado, de ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de nuestra salvación! Amén.

María la Divina Pastora, nos da una estrategia de salvación:

"Después de la SANTA MISA, la Sagrada Comunión, la frecuencia en los Santos Sacramentos, especialmente en la Divina Eucaristía, leer y practicar la Santa Palabra de Dios, de cubrirse con la Preciosa Sangre de mi hijo Jesús y de guardarse en sus Santas Llagas, y del cumplimiento fiel de los Santos y Divinos Mandamientos..., el único camino para llegar a la SALVACION es la fe y la oración y sobre todo, el rezo del Santo Viacrucis y del Santo Rosario"

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