Unanse a medida que entramos por las puertas del Nuevo Paraíso
Jueves, 1° de marzo del 2012, a las 19:55 hrs.
Mi muy querida y amada hija, muchos de Mis hijos serán ahora salvados por las oraciones y el sufrimiento de Mis queridos seguidores, cuyo amor por Mí excede a aquel que conoce mucho la Humanidad.
En este período de intensidad, Yo tiendo y dependo de Mis seguidores para que Me ayuden a salvar las almas. Muchas de estas almas no sobrevivirán el acto de Mi Divina Misericordia (GRAN AVISO) y morirán en pecado mortal.
Muchísimos de ustedes han respondido a Mi llamado con tal obediencia y generosidad de corazón.
Ustedes Me traen consuelo.
Yo les bendigo, Mis queridos seguidores, y les pido que continúen orando por las almas de los otros. A toda la Humanidad le será dado el don de Mi Misericordia pronto (el GRAN AVISO).
Ninguno fallará en comprender la verdad de Mi existencia, pero no todos querrán abrazarme incluso cuando la verdad sea revelada a ellos.
Ellas son las almas por las que Yo languidezco.
Estas son las almas perdidas por quienes Mi amada Madre derrama lágrimas.
Estos son los pecadores que ustedes deben ayudarme a salvar porque Yo quiero
salvar a todos los hijos de Dios.
Recen y únanse para ayudarme a llevar cada alma unida mientras entramos por las
puertas del Nuevo Paraíso.
Cruzada de Oración (35): Oración por las almas para que entren al Paraíso:
¡Oh Mi Jesús, ayúdame a ayudarte a salvar al remanente de Tus hijos en la Tierra!
¡Yo pido que, por Tu misericordia, salves las almas del espíritu de las
tinieblas!
¡Acepta mis pruebas, sufrimientos y tristezas en esta vida, para salvar almas del fuego del infierno!
Lléname con las gracias para ofrecerte estos sufrimientos con amor y alegría en mi corazón, para que así todos nosotros nos reunamos como uno solo en el amor por la Santísima Trinidad y vivir contigo, como una sola santa familia, en el Paraíso. Amén.
Hijos, ustedes saben cuánto les amo.
Ustedes que Me conocen, entenderán las profundidades de Mi dolor y sufrimiento por el número de personas que rechazan Mi mano misericordiosa.
Solo ustedes, a través de sus oraciones, pueden ayudar a estas almas y así traerme el consuelo que Yo deseo.
Manténganse cerca de Mí ahora! ¡No tardaré! ¡Sean pacientes y recen! ¡Relájense, sientan Mi amor!
Todo estará bien.
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