Esta palabra nos demuestra claramente que no podemos explicar la Paz de Dios.
Pareciera casi una locura hablar de paz, en esta era que podríamos denominar “la era del llame ya”. Donde todo tiene que ser ahora, donde somos impulsados a lo rápido. Es muy bueno el avance del hombre al querer facilitar las cosas, digamos, al querer ser mas practico (de hecho, está bien con un equilibrio), pero el ser humano no se da cuenta, que cuanto más práctico es todo, menos paciencia se tiene y por consecuencia se pierde la Paz.
Por eso nos cuesta entender a Dios, porque Él no se rige por el tiempo de este sistema. A Dios nada lo apura y nada lo retrasa. El es el principio del principio mismo. Quiero compartir este versículo en tres versiones diferentes: Filipenses 4:7 (RV) “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (PDT) “Verán que Dios les dará su paz, una paz tan grande que va más allá de lo que podemos entender. La paz de Dios controlará todos sus pensamientos y sentimientos porque están unidos a Cristo Jesús". (TLA) “Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo”.
Esta palabra nos demuestra claramente que no podemos explicar la Paz de Dios. Cuando tienes la Paz de Dios, la gente se tiene que preguntar qué te pasa. Dios quiere poner Paz en tu vida porque para él es estratégico. El va a usar Su Paz en ti para atraer personas a su Reino. Imagínate, cuando la gente vea tú paz, va a querer lo que tú tienes. Aprenda esto: La palabra hebrea para paz es “shalom”, que significa “nada entre nosotros”. También, quiere decir perfecto, completo; seguridad, fortaleza, salud, tranquilidad, quietud, prosperidad, abundancia.
Reciban esto: La Paz de Dios no es para tener cara de bueno, la Paz te sirve como cobertura en todas las áreas de tu vida. Todas las áreas de tu vida deben estar cubiertas por la Paz de Dios.
Quiero hablarte de tres dimensiones de la Paz, que te serán útiles para desarrollar una vida Prospera:
1. Paz con Dios: Es aquella paz que recibimos cuando aceptamos el perdón de nuestros pecados; al ser reconciliados con el Padre, nuestra relación con Él es restaurada.Es necesario que busques estar en Paz con Dios. La Paz con Dios es el resultado de haber rendido nuestro interior a Él. Es el resultado del arrepentimiento genuino. Es el resultado de haber dejado de echarle la culpa por todo y haber comenzado a aceptar mis responsabilidades.
2. Paz con los demás: La Paz con los demáses aquella que nos permite acercarnos a otros sin paredes ni divisiones entre nosotros. Es la paz que, a través del fruto del amor, surge en cada uno de nosotros. Esta Paz nos permite comprender lo importante que es buscar el bien del otro y no tan solo el nuestro. Cuanta más sea tu buena relación y paz con los demás, mas puertas de Prosperidad se te van a abrir. No podemos vivir mal con todo el mundo. Cuando alguien dice: Todos están en mi contra, sería bueno que te examines, porque es más factible que estés equivocado y no que todo el mundo conspire en tu contra.
3. Paz con nosotros mismos: El hecho de haber sido aceptados por Dios nos debe dar paz interior. Ninguna persona puede tener paz consigo misma ni con los demás, si primero no tiene paz con Dios. Debemos aprender a aceptarnos. Hay personas que se rechazan así mismas y ni siquiera Dios las rechaza. Si Dios no te rechaza, tú tampoco debes rechazarte. El tema es que muchos se rechazan porque tienen miedo a cambiar. Les da miedo enfrentar la situación que viven.
Te profetizo: Hoy vas a tener Paz contigo mismo.
¿Cuál es la diferencia entre la paz que el mundo ofrece y la paz que Dios da? La paz del mundo depende de las circunstancias. En otras palabras, según lo que sucede, según lo que ocurre, esa paz se va o se queda. Con esa paz ficticia nunca tendrás control de lo que te sucede. La paz de Dios viene como resultado de poner toda nuestra confianza en Él. Es una paz basada en nuestro pacto con Él, no en las circunstancias que nos rodean. Esa paz se convierte en un ancla que no permite que seamos arrastrados para ningún lugar, sino estar firmes en la Promesa.
Dios no te está ofreciendo una religión, Dios te está ofreciendo una Paz que sobrepasa todo entendimiento, Dios te está ofreciendo marcar la diferencia. Dios te está ofreciendo ser un protagonista de la historia y no tan solo un simple espectador.
Sair Akei
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