domingo, 20 de febrero de 2011

LOS OBISPOS FRENAN EN SECO LA CAMPAÑA DE APOYO EN ESPAÑA A LOS 144 TEÓLOGOS HETERODOXOS


Judith Kónemman, una de las teólogas disidentes.
Los alemanes, más complacientes.

El editorial de «Ecclesia», órgano oficioso del Episcopado, no deja lugar a dudas sobre lo que debe cambiar en la Iglesia y lo que no.

A principios de febrero, 144 teólogos de habla alemana (alemanes, austriacos y suizos) hicieron público un manifiesto que pedía cambios urgentes en la Iglesia, y aventuraba algunos de ellos: sacerdocio femenino, fin del celibato o elección democrática de los obispos eran algunas de sus reivindicaciones.

Los obispos alemanes, por medio de su portavoz, Peter Hans Langendörfer, reaccionaron con bastante tibieza, considerando incluso como algo «positivo» que se hubiese puesto negro sobre blanco cuáles son los «temas conflictivos» como aportación a un debate abierto en el seno de sus comunidades.

Este sábado, sin embargo, un editorial de la revista Ecclesia, órgano oficioso del Episcopado español, deja las cosas mucho más claras, cerrando el paso a los «tres antiguos profesores de Teología» que en nuestro país están recogiendo firmas en apoyo de los 144 teólogos heterodoxos de la ribera del Rin.

«¿Es este el verdadero cambio que necesita nuestra Iglesia? ¿Nuestra propia identidad cristiana y eclesial y los problemas y limitaciones pastorales con que topamos hoy día y hasta nuestros mismos pecados pasados o presentes demandan en realidad abordar cuestiones de esta naturaleza? ¿Con medidas similares han conseguido otras Iglesias y confesiones cristianas revitalizar, redinamizar y fertilizar sus comunidades o, al contrario, han sido sumidas todavía más en la crisis y en las crisis, se pregunta Ecclesia.

El editorial recuerda, en cuanto al sacerdocio femenino, que la Iglesia «no puede dar lo que no tiene y a lo que no está legitimada», por tratarse de la voluntad directa de Jesucristo. En cuanto al celibato sacerdotal, afirma que obran en su favor razones «poderosas, fecundas y válidas». En cuanto a la elección de obispos, la revista deja la puerta algo más abierta: «Nunca se producen [los nombramientos] sin una amplia y detenida consulta intraeclesial, que obviamente en ningún lugar está escrito que no pueda ser de otra manera ni aún mayor o también menor a tenor de las circunstancias».

Ecclesia denuncia también la naturaleza espuria de esas demandas aparentemente rebeldes y contestatarias: «El verdadero cambio que necesitamos es el del desapego iluminado desde la fe y desde la independencia ideológica ante las consignas y reclamos de la moda y de lo política, social o culturalmente correcto», y no con «posturas acomodaticias ni posicionamientos ideologizados y trasplantados desde fuera... viejas y superadas polémicas... nuevas o larvadas divisiones o disensiones... posiciones lejanas y hasta contrarias al magisterio eclesial».

Los signos de los tiempos, concluye, no necesitan que «nosotros también nos secularicemos y presentemos, vivamos y transmitamos un Evangelio light o bajo en calorías para así, supuestamente - solo supuestamente - hacerlo más atractivo y simpático, porque si la sal se vuelve sosa... Lo que necesitamos es fe en plenitud, cultivo espiritual, comunión eclesial, autenticidad, lealtad, conversión y pasión por Jesucristo, por su Iglesia y por la misión evangelizadora a favor de la humanidad».
C.I./ReL

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