La cabalgata de los Reyes Magos, las carrozas, los caramelos, la música…
La carta a los Reyes Magos ya ha llegado a su destino y los nervios están a flor de piel. Los niños se preguntan, “¿Se acordarán de todo lo que he pedido?, ¿Habré sido suficientemente bueno?”.
Llega el momento de preparar la leche y los polvorones para los Reyes y un cubo de agua para los camellos, ponemos los zapatos y a esperar… ¡hay que acostarse pronto!. ¡Esta noche llegan los Reyes Magos!.
¿Quién no se ilusiona al ver las caras de inocencia y de ilusión de los niños cuando van a las cabalgatas o esperan impacientes a los Reyes Magos?. ¿Y ese manojo de nervios que les impide dormir y que les hace ver a los Reyes Magos entrar por la habitación a traerles los regalos?. La ilusión y la magia viven en los niños y, en cierto modo, también en los mayores. Esa noche dormiremos poco, seguro que los niños nos van a visitar varias veces preguntándonos si ya han llegado los Reyes Magos.
Lamentablemente la magia y la ilusión no duran mucho tiempo. Hay muchas circunstancias que hacen que el niño tarde o temprano descubra que los Reyes Magos no existen y que su lugar lo ocupan sus padres.
El mundo de la fantasía infantil.
Cuando los niños juegan utilizan toda su imaginación y fantasía. Crean historias y personajes de mundos imaginarios aunque muy reales para ellos. Pensemos que los niños creen en las hadas, los monstruos, los gnomos, otros seres fantásticos…y no sólo en los Reyes Magos.
Dependiendo de la edad la comprensión de aquello que le rodea va cambiando. De 1 a 4 años los niños ven las cosas tangibles como los camellos e incluso a los Reyes Magos como personas reales. Todavía no están preparados para comprender conceptos abstractos.
De los 4 a 6 años, los niños pueden comenzar a preguntarse si los Reyes Magos son reales. Pero no es hasta la franja de edad entre los 6 a 8 años cuando empiezan a estar preparados para comprender que los Reyes Magos son reales, pero no en un sentido estricto. Su capacidad de pensamiento abstracto comienza a desarrollarse a partir de esta edad y continúa hasta los 14 años.
Si disponer de una buena imaginación en todas las edades es muy importante, aún lo es más en los niños. El juego es la pieza clave del desarrollo cognitivo infantil y los niños comprenden el mundo que les rodea a través de él. Por eso los padres deben utilizar la fantasía para fomentar el pensamiento crítico e independiente del niño y ante las preguntas de los niños sobre los Reyes Magos, los padres deben devolverles las preguntas, para que sean ellos los que utilizando su imaginación den la respuesta.
¿Cuándo y cómo decírselo?
Aunque hay muchos niños que lo descubren con 7 años, la franja de edad más habitual es entre los 8 y 11 años. Hoy en día no es habitual encontrar niños con 11 años que no sepan quiénes son los Reyes Magos, lo que significaría haber sorteado a los compañeros del colegio, pero si fuera el caso, entonces sería conveniente decírselo.
Lo más aconsejable es prever esta situación y estar al lado del niño para darle una explicación adecuada a sus necesidades, sin que sea demasiado extensa, y acorde a las creencias, valores y tradiciones que se quieran enseñar y transmitir al niño.
El momento en que vamos a tener que tratar el tema es impredecible, aunque la Navidad quizá no sea el momento ideal, pues de esta manera se podrá explicar al niño la importancia que tienen las tradiciones religiosas y culturales antes de que lleguen estas fechas tan cargadas de significado.
Una vez descubierto el secreto es muy importante hacer sentir al niño responsable de lo que acaba de saber, sobre todo cuando en la familia haya otros hermanos más pequeños, familiares o vecinos que no lo sepan. Hemos de tratar de transmitirle lo importante que es que guarde el secreto y hacerle sentir que ya es un poco más mayor.
¿Le afectará descubrir que no le hemos dicho la verdad?
Muchos padres se preocupan porque piensan que los niños se sentirán engañados por haberles ocultado la verdad durante todo este tiempo. Sin embargo, no existe ninguna investigación que haya demostrado que mantener el secreto a los niños resulte perjudicial para su desarrollo.
Al fin y al cabo tampoco debemos dramatizar, los niños se muestran fuertes como respuesta a situaciones de daño o desilusión, si bien al descubrirlo seguramente sentirán pena y dependerá de nuestra capacidad para hacerles comprender. Tengamos en cuenta que hay miles de personajes imaginarios en la mente del niño que tampoco existen y cuando lo descubren no dramatizan sobre el tema.
¿Cómo transmitir el mensaje adecuado sobre los Reyes Magos?
Lo ideal es transmitir al niño los valores asociados a las figuras de los Reyes Magos y no hacerle creer que son personas de verdad. Pero sobre todo, es importante abandonar la idea de que a los niños buenos les traen más regalos que a los malos, pues esta idea sí que se puede hacer daño a los niños, que empezarán a preocuparse por la cantidad de regalos que han recibido.
Sería mejor decirles que los padres de alguna forma ayudan a los Reyes Magos a comprar los regalos y que si quieren podemos ayudar a los Reyes a comprar los juguetes de otros niños porque sus padres no pueden ayudar. De esta manera, les enseñamos el valor de dar y de la generosidad y evitamos el consumismo.
Juan García Inza
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