El Opus Dei fue fundado por San Josemaría Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928, en Madrid. Desde 1950 trabaja en Argentina impulsando la búsqueda de Dios en la vida de todos los días y la promoción de los más necesitados.
San Josemaría es uno de los tres santos que ha visitado la Basílica de Luján. Lo hizo durante su estancia de 21 días en el país.
El 2 de octubre se celebra el 82° aniversario de la fundación del Opus Dei, institución de la Iglesia Católica, que promueve el encuentro con Dios en las actividades cotidianas, particularmente en y a través del trabajo, y fomentando la libertad de todas las personas. San Josemaría consideraba que el amor a la libertad es el principal legado humano que dejó con su vida y su mensaje: “Me gusta hablar de aventura de la libertad, porque así se desenvuelve vuestra vida y la mía. […] Libremente, sin coacción alguna, porque me da la gana, me decido por Dios” (Amigos de Dios, n.69).
Un día como hoy de 1928, San Josemaría Escrivá se sintió llamado por Dios a difundir el mensaje de que cada persona puede llegar a la plena unión con Dios realizando con amor las tareas de todos los días. El Opus Dei está al servicio de la transmisión este mensaje.
En una entrevista le preguntaron a San Josemaría cómo se organizaba el Opus Dei y respondió: “Alguna vez, ante el asombro de alguno, he llegado a decir que el Opus Dei, en ese sentido, es una organización desorganizada. La mayoría de los socios - la casi totalidad - viven por su cuenta, en el lugar donde vivirían si no fuesen del Opus Dei: en su casa, con su familia, en el sitio en el que desarrollan su trabajo. Y allí donde está, cada miembro de la Obra cumple el fin del Opus Dei: procurar ser santo, haciendo de su vida un apostolado diario, corriente, menudo si se quiere, pero perseverante y divinamente eficaz. Esto es lo importante: y para alimentar esta vida de santidad y de apostolado, cada uno recibe del Opus Dei la ayuda espiritual necesaria, el consejo, la orientación. Pero sólo en lo estrictamente espiritual. En todo lo demás - en su trabajo, en sus relaciones sociales, etcétera - cada uno actúa como desea, sabiendo que ése no es un terreno neutro, sino materia santificante, santificable y medio de apostolado”. (Conversaciones con Josemaría Escrivá de Balaguer, 63).
Difundir la plenitud de la vida cristiana en todos los ambientes y circunstancias de la vida, sin cambiar de situación, ni apartarse de las personas, las ocupaciones y en el lugar en el que se ha nacido y se vive, es la novedad del Opus Dei.
El 6 de octubre de 2002, con ocasión de la canonización de San Josemaría el Papa Juan Pablo II decía: “Siguiendo sus huellas, difundid en la sociedad, sin distinción de raza, clase, cultura o edad, la conciencia de que todos estamos llamados a la santidad. Esforzaos por ser santos vosotros mismos en primer lugar, cultivando un estilo evangélico de humildad y servicio, de abandono en la Providencia y de escucha constante de la voz del Espíritu”.
Juan García Inza
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