TODO LO QUE DEBES SABER DE ESTAS ANTIGUAS Y RICAS FIESTAS LLENAS DE TRADICIONES
La Presentación de Jesús en el Templo, de Francisco
Rizi / se encuentra en el Museo Nacional del Prado
El 2 de febrero es un día importante para los cristianos. La
Iglesia celebra varias fiestas, algunas de ellas de las más antiguas de la
liturgia cristiana y que están estrechamente relacionadas entre sí. Este día la
Iglesia conmemora la Presentación de Jesús en el
Templo y la Purificación de la Virgen,
tal y como lo recoge la Escritura, y también la advocación mariana de la Candelaria, muy unida a estas
dos fiestas grandes.
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¿QUÉ
ES LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO?
La Iglesia celebra la fiesta de
la Presentación de Jesús 40 días después de la Navidad,
el nacimiento de Cristo. Según la ley de Moisés una mujer estaba
ritualmente impura durante 40 días después de dar a luz. Por lo tanto, María y
José llevaron a Jesús al Templo para presentarlo a Dios y ofrecer un sacrificio
para la purificación y así cumplir la Escritura: ‘Todo
varón primogénito será consagrado al Señor’. También debían ofrecer en
sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma.
Se celebraba en la
Iglesia de Jerusalén ya en el siglo IV. Desde
allí se iría extendiendo por Occidente y Oriente, llegando a Roma en el siglo
VII. En Oriente se la conocía como “La fiesta del
Encuentro”, y representaba el encuentro del Ungido con su pueblo, de
Cristo con su pueblo. De ahí, que fuera una fiesta de gran importancia.
En Occidente, a partir del siglo X empezó a ser más conocida como la
fiesta de la Purificación de la Virgen, que también se
celebra hoy ese día, mientras que en Oriente siguió más centrada en Jesús. Y
así siguió en la Iglesia latina hasta el Concilio Vaticano II, al establecer
que el principal misterio que se conmemora es la Presentación del Señor,
pasando así la Purificación de la Virgen a un segundo lugar.
Actualmente, la Presentación de
Jesús en el Templo es uno de los
misterios que se meditan en el Rosario, concretamente es el cuarto
misterio gozoso.
¿QUÉ
DICE EL EVANGELIO DE LA PRESENTACIÓN DE JESÚS?
El evangelista San
Lucas recoge de manera
detallada la presentación de Jesús en el templo, un pasaje de gran belleza y
riqueza que esconde verdaderos tesoros.
Las palabras del
anciano Simeón que aparecen
en este pasaje han sido de gran trascendencia para la Iglesia. El canto de
Simeón, conocido como Nunc Dimittis, es
uno de los principales utilizados en la liturgia de la Iglesia. En la Liturgia
de las Horas, concretamente en la oración nocturna de Completas, se proclama
cada día. Dice así: “Ahora, Señor, puedes, según tu
palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu
salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para
iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel”.
Del mismo modo, las palabras de
Simeón a la Virgen avanzaban el terrible sufrimiento que habría de padecer
María en la Pasión de Cristo: “¡Y a ti misma una espada te
atravesará el alma!”.
Este es el pasaje completo del
Evangelio de San Lucas: "Cuando se cumplieron
los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús
a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo
varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par
de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en
Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba
la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido
revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al
Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le
tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: ‘Ahora, Señor, puedes, según tu
palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu
salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para
iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel’. Su padre y su madre
estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María,
su madre: ‘Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para
ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! -
a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones’. Había
también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad
avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y
permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo,
sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en
aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban
la redención de Jerusalén”.
¿QUÉ
DICE EL CATECISMO DE LA PRESENTACIÓN DE JESÚS?
En el punto 529 dice: “La Presentación de Jesús en el Templo (cf. Lc
2, 22-39) lo muestra como el Primogénito que pertenece al Señor (cf. Ex 13,2.12-13). Con Simeón y Ana, toda la expectación de
Israel es la que viene al Encuentro de su Salvador (la tradición bizantina
llama así a este acontecimiento). Jesús es reconocido como el Mesías tan
esperado, ‘luz de las naciones’ y ‘gloria de Israel’, pero también ‘signo de
contradicción’. La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación,
perfecta y única, la de la Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado ‘ante todos los pueblos’.
¿QUÉ
ES LA PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN?
El mismo día de la Presentación
de Jesús en el Templo se celebra la Purificación de la Virgen. Aunque era pura
por nacimiento y libre de pecado siguió al pie de la letra la ley judía. La Ley
de Moisés contemplaba de manera precisa lo que una mujer judía como María debía
hacer: "Cuando una mujer conciba y tenga un
hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el tiempo de
sus reglas. Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio;
pero ella permanecerá todavía 33 días purificándose de su sangre. No
tocará ninguna cosa santa ni irá al santuario hasta cumplirse los días de su
purificación”
De este modo, 40 días después del parto la Virgen cumplió con la ley judía,
a la vez que el niño Jesús era presentado en el templo.
La Purificación de la Virgen
María es la fiesta mariana más antigua de la
liturgia y una de las
más antiguas de la Iglesia. En Jerusalén ya se celebraba a finales del siglo
IV. Más adelante, ya en el año 542, durante el mandato de Justiniano, comenzó a
celebrarse el 2 de febrero, justamente 40 días después del 25 de diciembre,
fecha del nacimiento de Jesús. Hasta el siglo VII no se introdujo esta fiesta
en Occidente, aunque a finales de este siglo ya estaba bastante extendida. Como
ya se ha dicho anteriormente, mientras que en Oriente, al coincidir con la
Presentación de Jesús en el templo, la fiesta tenía un carácter más
cristológico, en Occidente tenía un mayor acento mariano.
2
DE FEBRERO, VIRGEN DE LA CANDELARIA
Este día también se celebra la Virgen de la Candelaria, advocación
mariana con especial devoción en España e Hispanoamérica. Es la patrona de las
Islas Canarias desde 1599. Según la tradición, dos guanches
encontraron la imagen de la Virgen en Tenerife en 1392, en la
boca de un barranco, décadas antes de la conquista castellana. Su rebaño se
negaba a avanzar por donde estaba la imagen y los intentos de apartarla eran
ineficaces. El rey local, con su guardia, sí se la llevó a su casa y los
guanches se daban cuenta de que obraba milagros.
Cuando la isla se
cristianizó, la imagen se colocó en la cueva de Achbinico,
un espacio subterráneo que parecía un templo de la naturaleza. La cueva fue el
primer santuario mariano en el archipiélago.
Después de la conquista de la
isla fue declarada iglesia. Según Núñez de la Peña en 1497 Fernández de Lugo
celebró en esta cueva la primera fiesta de las Candelas o de la Purificación de
la Virgen. En ella fueron bautizados buena parte de los guanches. La Pila
Bautismal se conserva en la Basílica. En 1526 se
traslada la imagen a su nuevo santuario, levantado en el lugar donde
posteriormente se construirá la basílica. Alrededor
de 1530, los dominicos se encargaron de este santuario.
TRADICIONES
DE LA CANDELARIA
Existen variadas y antiguas
tradiciones vinculadas con esta fiesta. En España en numerosas parroquias se
celebra en la fiesta de la Candelaria la presentación a la
Virgen de los niños bautizados durante el año anterior. En algunos lugares también se realiza además de la
bendición de las candelas una procesión.
En varios países hispanos los
devotos llevan a la parroquia su imagen del Niño Jesús.
En México existe la costumbre de que quienes recibieron por azar el muñeco de
la rosca de reyes, lo deben llevar ese día a la parroquia,
vestido y engalanado.
Además, muchas familias tienen la
costumbre de guardar las velas que
se han sido bendecidas en esta fiesta para encenderlas y rezar con
ellas en los momentos de dificultades durante el año.
ORACIÓN
DE LA PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN
Oh Reina y Madre de la
Purificación, Virgen María llena de gracia que fuiste Madre por obra de
Espíritu Santo conservando tu virginidad, y, para darnos ejemplo de entrega y
humildad, de obediencia a la Ley y voluntad de Dios, después de ser Madre,
fuiste al templo para purificarte al mismo tiempo que presentaste al Divino
Niño Jesús como tu muy amado Hijo primogénito para consagrarlo, y allí fue
reconocido como verdadero Mesías, Luz de las naciones y Gloria de Israel.
Pide por nosotros a tu Hijo,
nuestro Salvador y Redentor para que ilumine nuestras nuestros pasos hoy y
siempre y nos haga dignos de admitirnos un día en el Templo de la Gloria.
Virgen Santísima, madre
nuestra y protectora, Nuestra Señora de la Purificación, queremos honrarte y
venerarte como mereces; acudimos a ti con sencillez y gran confianza para darte
nuestras más sinceras gracias por ser Tú amable Señora quien nos llena de Luz
Divina y nos levanta el ánimo cuando padecemos.
Oh soberana Reina, Madre Santa de
Dios, llegamos penitentes implorando tu clemencia y porque eres buena, Pura y
compasiva, te pedimos con inmensa devoción y reverencia que endulces nuestras
penas y tristezas, llénanos de bendiciones, llénanos de beneficios, apiádate de
nuestros sufrimientos y muéstrate propicia a todos los que te invocamos para
que nos veamos libres de lo que nos hace padecer.
Nuestra Señora de la
Purificación, lumbre del Cielo y aurora resplandeciente nuestra, bondadosa
Madre de misericordia que en una mano sostienes al Niñito Dios y en la otra
llevas una candela prendida para figurar a Cristo como Luz del mundo, Tú que
eres abogada en los casos desesperados sé nuestra poderosa mediadora ante el
Altísimo para que alcancemos sus beneficios y veamos cumplidos nuestros ruegos
y pedidos, sobre todo solicita asistencia para que seamos auxiliados en tan
desesperada y difícil situación: (decir el problema y lo que se quiere
conseguir) .
Virgen de la Candelaria, Pureza
inmaculada, lirio entre espinas jamás perderemos la esperanza en ti, que tus
maternales desvelos sean nuestra promesa de compañía, alegría, felicidad,
perspectiva e ilusión, no dejes de ser nuestro mejor amparo y protección, purifícanos,
ayúdanos a cambiar nuestro interior para que Dios nos perdone y salga a nuestro
encuentro, y que tu dulcísimo y grandísimo Corazón nos de la fuerza y amor
necesarios para transitar con seguridad y claridad nuestros duros caminos en la
vida y así lleguemos al amor de Nuestro hermano y Señor, Jesús.
Amén.
Artículo publicado
en ReL el 1 de febrero de 2023.
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