4 JÓVENES SACERDOTES CAPELLANES EN ESCUELAS DE SECUNDARIA CUENTAN LO QUE APRENDEN CON ADOLESCENTES
En la revista
católica norteamericana Faith Magazine recogen las
impresiones de 4 sacerdotes bastante jóvenes de
la diócesis de Lansing que tienen una función peculiar: cada uno de ellos
es capellán a tiempo completo de un instituto o escuela de educación
secundaria.
Son los curas que trabajan cada día con adolescentes de hoy, enganchados
a las pantallas, a las incertidumbres de nuestra época alocada, y a las de la
adolescencia de todas las épocas.
Una de las primeras acciones del obispo Earl Boyea hace ya 16 años fue insistir
hasta que cada una de las 4 escuelas secundarias
que posee la diócesis tuviera su sacerdote capellán a tiempo completo.
Los cuatro tienen unos 30 años, todos han sido ordenados hace
menos de 10 años, para
todos es su segundo o tercer encargo después de su ordenación. Es decir, todos
son suficientemente jóvenes para seguir el ritmo de los chicos, pero todos
tienen ya suficiente experiencia pastoral.
"Simplemente la presencia de un sacerdote en
los pasillos y en las aulas de la escuela ya es un gran testimonio cotidiano
de Jesucristo y de su santa Iglesia. No sólo es un pastor sabio para las almas
jóvenes, sino que se asegura de que los sacramentos fortalezcan a nuestros
alumnos y personal educativo, que buscan
crecer juntos como una comunidad de discípulos misioneros", asegura
el obispo Boyea a través de su delegado de comunicaciones.
Los sacerdotes
que cuentan su experiencia son:
- Joseph Campbell, en la escuela secundaria católica de Lansing;
- Brian Lenz, en la escuela católica Lumen Christi en Jackson;
- Anthony Smela, en escuela secundaria católica Powers en Flint;
- y John Vinton, en la escuela secundaria Father Gabriel Richard en Ann Arbor.
LO
ESPECÍFICO DE SER CAPELLÁN DE ADOLESCENTES CONOCIDOS
El padre Vinton, capellán desde
junio, considera un privilegio "poder ver a
los mismos jóvenes día tras día", dice.
"Están contentos con sus amigos y maestros,
orgullosos de su éxitos y cansados por sus agendas muy apretadas",
afrima. Los chicos hacen preguntas sobre la fe, aprenden cosas y
visitan el Santísimo Sacramento, "buscando
la guía del Señor para dar más pasos en su vida”.
El padre Campbell señala que son muchachos "en
su transición a la edad adulta", que "están
creciendo y necesitan la gracia y la verdad de Dios".
El padre Brian Lenz recuerda con afecto su época como estudiante en Lansing
y el buen ejemplo del capellán del instituto en su
adolescencia: "Día tras día,
durante cuatro años, vi a un joven sacerdote alegre, santo y cautivador vivir
simplemente una relación personal con Jesús". Cree que influyó en
su vocación: "Yo sabía instintivamente qué era
lo que animaba la vida del padre Joe y, de algún modo, yo también necesitaba
tenerlo”.
ENEMIGOS
DE SIEMPRE Y RETOS NUEVOS
Hay para los chavales -y para
todas las edades- enemigos clásicos de todas las épocas: el mundo, el demonio y la carne. Pero
también hay manifestaciones en nuestra época especialmente poderosas.
El padre Campbell dice que su mayor desafío es "la tremenda presión de la cultura que va en contra del estilo de vida
cristiano. El poder de las redes sociales, la cultura pop y
otras presiones sociales es muy real". Son fuerzas que presionan contra la
vida cristiana.
Campbell anima a adaptar horarios y actividades y probar distintos
formatos.
Por ejemplo, antes se ofrecía a
confesar a la hora del almuerzo y venían muy pocos chicos. Pero luego cambió el
formato: ofreció adoración eucarística durante
todo el viernes en la capilla del colegio, y, de paso, confesar allí a quien
quisiera. Fue
un éxito: el primer día el
sacerdote oyó 75 confesiones y en los siguientes viernes se mantuvo la
participación. "El deseo de los estudiantes por Dios en los sacramentos es
incluso más fuerte de lo que esperaba”.
GUARDA
A LA VISTA NOTAS CON AGRADECIMIENTOS
El padre Lenz guarda una cesta con escritos de
estudiantes de los últimos cinco años en las que le dan gracias por su
actividad, ejemplo o buena influencia. Mantiene la cesta a la vista porque,
dice, "si la mayor parte de nuestros días
podemos sentir que sembramos sin cosechar, estas notas son un recordatorio
visible de que Jesús nos ve, nos conoce y obra a través de
nosotros".
Lenz admite que la capellanía a tiempo completo es un servicio muy intenso, en
el que "nunca hay un momento aburrido" y
que "requiere cada gramo de esfuerzo",
pero a cambio siente que Dios llena su corazón. "La
capellanía es asombrosa", asegura.
En 2019, el instituto de Lansing
donde está el padre Campbell adquirió cierta notoriedad por una oración de
sanación física con evangelizadores de Encounter
Ministries en el gimnasio, con curaciones instantáneas que
dejaron asombradas a las familias y los chavales (se ve en este vídeo en
inglés).
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