Él te invita a ser su amigo y su testigo. ¿Aceptas su invitación?
Por: Redacción | Fuente: Catholic.net
AMA A CRISTO COMO A TU MEJOR
AMIGO
La Cuaresma es un tiempo especial
para prepararnos a celebrar la Pascua, el misterio central de nuestra fe: la muerte y resurrección de Jesucristo. En este
tiempo, estamos llamados a renovar nuestro compromiso de seguir a Cristo y de
vivir como sus discípulos. ¿Qué significa esto para
nosotros, los adolescentes, que estamos en una etapa de cambios, de búsqueda,
de sueños y de desafíos?
Significa que estamos invitados a
vivir la Cuaresma de un modo activo, no como una simple observancia de normas o
ritos externos, sino como una oportunidad de crecer en el amor a Dios y a los
demás. Un amor que se expresa en obras concretas, que nos ayudan a ser mejores
personas y a transformar el mundo según el plan de Dios.
En esta Cuaresma, busca amar
apasionadamente a Cristo como a tu mejor amigo, con fidelidad y generosidad.
Este amor se alimenta de la Eucaristía y del Evangelio, y se cultiva en la vida
de gracia y en la oración. La Eucaristía es el alimento que nos fortalece y nos
une a Cristo y a su Iglesia. El Evangelio es la luz que nos guía y nos muestra
el camino a seguir. La vida de gracia es la condición para que el Espíritu
Santo actúe en nosotros y nos haga partícipes de la vida divina. La oración es
el diálogo con Dios, que nos permite conocerlo, alabarlo, pedirle y escucharlo.
AMA A MARÍA COMO A TU MADRE Y A LA
IGLESIA COMO A TU FAMILIA
Busca amar a la Iglesia
sintiéndote parte viva de ella y colaborando en su misión evangelizadora; y al
Papa, Vicario de Cristo, conociendo y difundiendo sus enseñanzas y secundando
sus iniciativas. La Iglesia es la familia de Dios, que nos acoge, nos forma y
nos envía a ser testigos de Cristo en el mundo. El Papa es el sucesor de Pedro,
el pastor universal de la Iglesia, que nos confirma en la fe y nos anima a
vivir el Evangelio.
AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
Busca amar a tu prójimo (cf. Lc
10,27- 37) viviendo la caridad y colaborando ardientemente con Cristo para que
todos encuentren en Él la plenitud de sus vidas y se salven (cf. 1Tm 2,3-4). Tu
prójimo es toda persona que se cruza en tu camino, especialmente los más
necesitados, los que sufren, los que están solos, los que son diferentes a ti.
Vivir la caridad significa tratar a todos con respeto, comprensión, perdón y
generosidad, sin discriminar ni excluir a nadie. Colaborar con Cristo significa
participar en su obra de salvación, anunciando su mensaje de amor y esperanza,
y comprometiéndote con la justicia, la paz y el cuidado de la creación.
Estas son algunas sugerencias
para vivir la Cuaresma de un modo activo, pero hay muchas más. Lo importante es
que descubras lo que Dios te pide a ti, personalmente, y que respondas con
generosidad y alegría. No tengas miedo de seguir a Cristo, Él te ama, te conoce
y te espera. Él te ofrece la verdadera felicidad, la que no pasa, la que llena
el corazón. Él te invita a ser su amigo y su testigo. ¿Aceptas
su invitación?
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