«LOS MÉDICOS ME QUERÍAN CORTAR LOS PIES, PERO SE LO PEDÍ A ELLA Y PUEDO CAMINAR», CUENTA UN DEVOTO
Tras las apariciones de la Virgen de Guadalupe en
el cerro Tepeyac, millones se convirtieron: allí se obraron impresionantes
milagros, pero no fueron los únicos ni los últimos de esta poderosa advocación.
Desde que el 12 de diciembre de
1531, la Virgen de Guadalupe se apareció al indígena y santo Juan
Diego en el cerro Tepeyac, miles de personas han sido
testigos del poder milagroso de esta advocación.
Muestra de ello es el primer
puesto mundial del santuario de Guadalupe en visitas de peregrinos, muchos de
los cuales acuden a agradecer la intercesión mariana o a solicitar la misma.
En 2022, fueron doce millones y
medio de peregrinos los que acudieron solo durante los días centrales de la
fiesta. En 2023, entre el 9 y el12 de diciembre, fueron 11 millones, según las
autoridades del santuario y la ciudad.
Los milagros más conocidos y
representativos de la comúnmente conocida como "Guadalupana" se encuentran recogidos en el Nican Motecpana,
atribuido al historiador novohispano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
Sin embargo, la intervención
milagrosa de la Guadalupana no ha cesado desde entonces. Basta un breve vistazo
al boletín mensual de la basílica de la Virgen de
Guadalupe para comprobar
que, en pleno siglo XXI, la advocación del Tepeyac no deja de actuar.
UN
EMBARAZO DE ALTO RIESGO Y "SIN POSIBILIDADES"
Ana Karen Ramírez
Aguilar y su hija, Romi, lo saben muy bien: de no ser por la Virgen de
Guadalupe, no estarían vivos.
Cuenta que todo comenzó cuando,
al principio del embarazo, los médicos le comunicaron que tenía una amenaza de
aborto.
"Nos dijo que,
si creíamos en Dios y en la Virgen, que les pidiéramos que nos ayudara con mi
embarazo de alto riesgo porque estaba muy complicado, que no
podía salvarse, que no había posibilidades", recuerda.
Nada más salir, visitaron a la
Virgen del Pueblito, en su residencia en Querétaro, y prometieron que
visitarían la basílica de Guadalupe para dar gracias una vez hubiese nacido el
pequeño. Todo pareció complicarse cuando, avanzado el embarazo, Ana fue
diagnosticada de preeclampsia y que habría serias posibilidades de que una de
las dos, madre o hija, falleciese.
"Gracias a
Dios y a la Virgencita, Romi nació bien el miércoles 25 de enero de este año y
une y alegra a toda nuestra familia", agregó
esta madre.
"MI
PADRE VIVE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE VIDA"
En el caso de Norma, José
Gilberto y María del Carmen, afirman acudir a la Basílica de Guadalupe para
agradecer la buena marcha de una compleja cirugía cardíaca. Su padre, Gilberto
González Juárez, ya tenía a sus espaldas un preinfarto y tres infartos, así
como un largo tratamiento médico. Tras un estudio le comunicaron que sus
arterias no funcionaban correctamente y que debía someterse a una operación que, aunque era para salvarle, tenía
riesgos.
"Ahora mi
padre vive una segunda oportunidad de vida. Gracias a Dios todo salió
bien, no hubo complicaciones y su recuperación ha sido muy buena. En cuanto lo
dieron de alta lo primero que hicimos fue ir con él a darle gracias a la Virgen
por el gran milagro que nos hizo. Gracias Madre nuestra, por sentir tu amor y
cobijo todos los días", expresan agradecidos en el boletín de la basílica.
"NO
TENGO PALABRAS PARA EXPLICAR MI AGRADECIMIENTO"
También hay otras historias enviadas por peregrinos de forma anónima, como esta
madre que relata asombrada que su hija recibiese hace seis años la comunión en
la misa de la basílica de Guadalupe. Especialmente porque "solo la recibió dos o tres veces después de su
primera comunión" debido a una severa anorexia infantil que sufría
desde hace años.
Con la Virgen delante, la madre
rogó por la sanación de su hija mientras la abrazaba, prometiendo que si
sanaba, volverían a dar las gracias.
Al salir, fueron a comer y, por
primera vez en mucho tiempo, su hija lo comió todo antes de hablar: "Mamá, estoy recuperada. Ya no estoy enferma porque pude
comer dulces y estoy feliz. Ya no tengo miedo de comer".
La madre de esta niña, decidida a
compartir lo que considera "un milagro" para
que "se conozca la grandeza de la fe", relata
la dureza de "la lucha diaria por ayudarla a
comer, tomar agua y alimentarse para sobrevivir. Mi hija sintió su
recuperación, la expresó y desde ese día en adelante se ha alimentado
normalmente. No tengo palabras para explicar mi agradecimiento a la
Virgencita", relata.
PARAPLÉJICO
SIN REMEDIO: "CON LO QUE LA HE REZADO, HE PODIDO CAMINAR"
Justinión Aguilar lleva más de 30 años acudiendo puntualmente a rogar la
intercesión de quien considera su "madre
santísima", especialmente pidiendo por sus conocidos, salud y
protección del mal. Pero sobre todo, a dar gracias: cuando
era joven, montaba a un potro cuando le derribó, quedando paralítico sin remedio alguno.
Con todo, su madre siempre le decía que le pidiese el milagro a la Virgen de
Guadalupe.
"Yo no sé
rezar mucho, ni fui a la escuela, pero a mi modo y a mi manera sí sé pedir y le pedí
tanto a la Virgen", confiesa.
Ingresado durante semanas, débil
y sin poder moverse, se mantuvo a flote ante la adversidad, sosteniéndose en la
oración. Un día, sin motivo aparente más allá de una pomada, comenzó a poder
incorporarse y caminar. Incluso ha trabajado en la construcción por sus propios
medios.
"Los médicos
me han querido cortar los pies para la prótesis, pero con lo que le he pedido a Ella
he podido caminar. Me habían dicho que se me iban a podrir las
rodillas, pero yo tengo tanta fe en mi Madre Santísima que no ha pasado y ya
tengo tres años con esto. He sostenido mi mentalidad en ella y la fe; la Virgen
llega a todas partes, allá nos llega y cada año la velamos en casa, tengo mucha fe
en Ella", concluye Aguilar.
POSEÍDA,
EN MANOS DE LA VIRGEN: "MI VIDA ES COMO UN RENACER"
Itzel era una joven mexicana que acababa de terminar sus estudios
con notas excelentes. Sin embargo, cuando llamaba a las puertas de las
empresas, nadie le daba trabajo. En ese ambiente de frustración decidió
acudir a hacerse una limpia a un lugar donde hacían wicca (brujería neopagana, ligada al
esoterismo). Fascinada, la joven se adentró en el entorno wiccano, llegando a
cobrar por leer oráculos, hacer sanaciones,
limpias y demás.
Económicamente comenzó a irle muy bien. Había encontrado el trabajo y los
ingresos que estaba buscando. Sin embargo, todo lo demás empezó a ir mal
cuando, en una noche de 2021, sintió que "algo" se le metía en el
cuerpo y empezaba a sentirse mal.
Un simple vistazo de un esoterista, ni si quiera exorcista, fue suficiente para
determinar el diagnóstico: "La chica tiene
una posesión demoniaca".
Aunque Itzel no creyó lo que le
dijeron, pronto empezó a escuchar voces, veía como perdía el control de su
cuerpo, le daban ataques y arrojaba un extraño vómito blanco. En un momento, la
voz le preguntó: "¿Quieres lo que te ofrezco, o prefieres la
luz?". Itzel,
completamente ajena a las cosas de la Iglesia, contestó que prefería la
luz. Entonces los ataques se recrudecieron, primero con una paliza.
Itzel era una joven mexicana que
cuando terminó la carrera no encontraba trabajo, decidió hacer wicca y una
posesión le destrozó la vida.
"Sentía
que me quemaban, violaban y crucificaban. Las órdenes que daba aquella voz decían: ‘Quemen
al pececito´", relata.
En último término, la voz le dijo
a Itzel que iba a quitarle la vida en ese mismo instante.
"Pero, esa
vez, yo misma le ordené: ‘Sí, mátame’. Me giré para ver un cuadro de la Virgen,
que mi madre tenía colgado en la pared, y le dije a Ella: ‘Me pongo en tus manos,
virgencita. Si voy a morir ahora, está bien; pero que sea en tus manos’",
afirmó la joven.
Todo concluyó cuando Itzel visitó
el Santuario de la Virgen de
Guadalupe, muy cercano a su casa. Fue allí donde entró en contacto con
el sacerdote que le derivaría a un exorcista que la liberaría. "Ahora voy a la iglesia todos los domingos, rezo
diariamente el Rosario y la coronilla de la Divina misericordia… Mi
vida es como un renacer", afirma.
Publicado
originalmente en el portal de noticias marianas Cari Filii.
No hay comentarios:
Publicar un comentario