La mayoría de la gente no sabe acerca del pesebre en el que Jesús fue colocado.
Por
supuesto, los pesebres son comederos para animales, pero en el antiguo Israel
estaban hechos de piedra, no como los que verías en un pesebre moderno.
No es
cómodo, pero es ideal para la protección. Es por eso que aquellos que eran
expertos en este asunto, es decir, los sacerdotes, ponían sus corderos recién
nacidos en aquellos pesebres para protegerlos.
Pero no
cualquier cordero, eran los corderos perfectos sin mancha que se usaban en el
sacrificio por los pecados.
Y Belén,
donde nació Jesús, era famosa por sus CORDEROS
INMACULADOS utilizados para el sacrificio.
Estos
corderos tenían que ser perfectos, por eso los envolvían firmemente en tela y
los acostaban en el pesebre para mantenerlos a salvo.
Esta es
exactamente la razón por la cual la única vez que se mencionan los pesebres en
la historia del nacimiento de Jesús es contada a los pastores.
En Lucas
2 dice: -"Esto será una señal para ti,
encontrarás un bebé envuelto en tela y acostado en un pesebre"-. Los
pastores habrían entendido este poderoso paralelo. ¡Sabían
lo que significaban la tela y el pesebre! ¡Este bebé sería EL CORDERO PERFECTO DE DIOS! El Mesías que
sacrificaría su vida por los pecados de todo el mundo.
Él no era
solo un bebé envuelto en pañales acostado en un pesebre, era el hijo de DIOS: perfecto, sin pecado
y santo, humillándose para convertirse en el sacrificio perfecto y
reconciliarnos con un nuevo pacto con él.
La
sangre del Cordero es la que nos limpia de todo pecado.
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