RED DE REDES, LA CATEQUESIS DESENFADADA DE TRES CURAS INFLUENCERS
Los tres curas de Red de Redes hablan de los diez
mandamientos y su aplicación hoy.
Les ha pasado lo mismo a los tres
sacerdotes de Red de Redes: ponerse a confesar y que el
penitente empiece diciendo "padre, pero yo no mato ni robo" y se quede callado después.
Antonio Maria Domenech, Patxi
Bronchalo y Jesús Silva aprovechan este capítulo de Red de Redes, la
catequesis desenfadada de
Asociación Católica de Propagandistas (ACdP),
para confirmar que, efectivamente, está bien no
matar ni robar, pero los 10 mandamientos van mucho más
allá, y al final apuntan a vivir cada vez
más como Jesucristo.
MOISÉS
"BAJÓ LOS DATOS DE LA NUBE"
Antonio Maria Domenech recuerda
que los 10 mandamientos figuran en el Libro del Éxodo, que relata cómo Moisés
subió al Monte Sinaí y allí recibió de Dios dos tablas de piedra con los
mandamientos escritos en ellas. “Moisés fue el
primero que bajó datos de la nube”, bromea
Silva.
Recuerdan los sacerdotes que
Jesucristo afirmó: "No creáis que he venido a
abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud"
(Mt 5, 17).
"El Señor
lleva los mandamientos más allá en las Bienaventuranzas,
pero no los abole; vivimos de ellos y estamos llamados a cumplirlos", apunta Bronchalo.
Silva incluso considera que Jesucristo hace "más complicados" los
mandamientos. Pone el ejemplo del sermón de la montaña: “Habéis oído que se dijo a los antiguos: ‘No matarás’, y
el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de
la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano
‘imbécil’, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama ‘necio’,
merece la condena de la gehenna del fuego” (Mt 5, 21-22).
Domenech asegura que cumplir los mandamientos, "con la gracia de Dios no solo se hace
posible, sino fácil".
TRES
MANDAMIENTOS PARA RELACIONARSE CON DIOS
Los sacerdotes empiezan comentando tres
mandamientos que tienen que ver con la relación entre Dios y cada hombre:
- amarás a Dios sobre todas las
cosas;
- no tomarás el nombre de Dios en vano;
- santificarás las fiestas.
Domenech destaca que estos tres
mandamientos “están por encima del resto”, y
comenta que el primero incluye la prohibición de
participar en brujerías, adivinaciones y espiritismos. Silva añade que el primer mandamiento pide evitar
"verdades contrarias a la fe, porque pones tu
criterio o el de otros por encima del criterio de Dios".
Sobre el segundo mandamiento,
Domenech apunta que, traducido del hebreo, tiene el sentido de “no hablarás de Dios como de las demás cosas”, y
que estos tres mandamientos prohíben actos “intrínsecamente
malos” como la blasfemia.
El mandato de santificar las
fiestas incluye dedicar los días
sagrados a Dios, con la Eucaristía, evitando trabajos serviles, y tratando de
descansar y pasar tiempo con la familia, explican
los sacerdotes.
LOS
MANDAMIENTOS PARA RELACIONARSE CON EL OTRO
Los otros siete mandamientos —que
la tradición católica identifica como presentes en la segunda tabla— se
refieren al trato que han de tener los hombres entre sí. "Jesús pone el listón en otro lugar, al equiparar
matar con llamar ‘imbécil’ a tu hermano”, apunta Bronchalo. “Otros te roban la fama y luego se van a confesar…
y no se dan cuenta de que tienen que devolvértela", añade Domenech.
Silva considera que estos
mandamientos "son un mínimo: el pueblo de
Israel acaba de salir de Egipto, y Dios empieza con ellos como con un niño
pequeño al que dices que no meta los dedos en el enchufe".
Domenech añade que "son la norma para que seamos felices, y si no
respetas el mandamiento te pierdes el bien que protege". En
concreto, explica, el cuarto
protege la familia; el quinto, la vida; el sexto, el amor; el séptimo, la
propiedad privada; el octavo, la verdad; el noveno, la
corrupción del corazón, y el décimo, la aceptación de lo que Dios ha dispuesto
para la vida de uno.
Los mandamientos ayudan al
cristiano a hacer examen de conciencia, pero Domenech recomienda no pasar más de diez minutos haciendo el examen de conciencia ("si
te pasas, te estás comiendo la cabeza", dice)
y recuerda las tres condiciones para un pecado mortal: materia grave, plena
advertencia —darse cuenta de que eso está mal— y pleno consentimiento.
Silva además pide ir más allá del
mínimo. "No matar es también no tener ira, no
desear el mal de alguien, ni criticarle ni juzgarle", dice. "No robar es también no defraudar, pagar a los
trabajadores lo que corresponde, no abusar laboralmente de la gente".
Al final, el objetivo es la santidad, ser semejante
a Jesús".
Bronchalo concluye apuntando que "cuanto más avancemos en el camino y en la relación
personal con Dios, más entendemos el daño que hace el pecado".
El episodio concluye con una
serie de recomendaciones. Domenech recomienda, “para
el discernimiento de la conciencia”, conocer los Ejercicios Espirituales de san
Ignacio de Loyola o descubrir su biografía. Silva
recomienda leer lo que dice el Catecismo sobre los diez mandamientos —de los
puntos 2052 a 2082— y Bronchalo, la película de animación El príncipe de Egipto,
que cuenta la historia de Moisés.
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