EL SACERDOTE Y EXORCISTA EN ALASKA JOSEPH MCGILLOWAY EXPLICA LO REALMENTE IMPORTANTE QUE DEBEN SABER [LOS FIELES] SOBRE UN EXORCISMO.
Desde hace cuatro años, el
sacerdote irlandés Joseph McGilloway ejerce como exorcista de la Iglesia católica
en Alaska. Antes fue monje benedictino, entre
1994 y 2003, año en que fue ordenado, destino que probablemente no habría
imaginado algunos años antes, cuando pasó de regentar una tienda de licores y
alcohol a formar parte de la junta directiva del actual partido de gobierno en
Irlanda, el Fine Gael.
Entrevistado por KCAW,
relata los detalles y curiosidades de un ministerio que le sorprendió sin si
quiera buscarlo, cuando pidió a su obispo autorización para leer un libro
publicado por un sacerdote que había sido exorcista durante casi 20 años.
"Deja el tema
hasta la próxima vez que nos veamos", fue la
única respuesta que recibió el sacerdote por parte de su obispo. Pronto
volvieron a verse y le pidió permiso de nuevo para acceder al libro.
"Serás
el exorcista [en Alaska]. Adiós", le respondió antes de subirse
al coche y marcharse saludándole con la mano.
De su experiencia destaca que, en
la mayoría de casos, ser exorcista no consiste en las cosas aterradoras que se
ven en las películas.
"La mayor
parte del trabajo que realizamos es un ministerio de caridad hacia personas que se
encuentran bajo algún tipo de estrés espiritual, que les está
causando dolor. La mayoría, todo lo que necesitan es que alguien les asegure
que no están locos por preguntarse si [lo que les ocurre] no se trata de
un daño espiritual", explica.
Cuenta que en ocasiones hay
quienes acuden a él con alguna enfermedad física o mental que les lleva a
experimentar determinados síntomas que no comprenden.
"Gracias a
Dios estamos siendo mucho más conscientes de que las enfermedades mentales son
una realidad de la experiencia humana, de modo que también podemos
lidiar con ellos de manera más racional y sin los estigmas [que surgen
de] abordarlas", cuenta.
Se detiene en este aspecto y
menciona como los exorcistas, antes de poder tratar a quienes buscan su
ayuda, necesitan su propio consentimiento para someterse a controles médicos y
de salud mental para prevenir posibles consecuencias negativas.
Lo peor [que podemos
hacer], explica, es "alimentar esa
enfermedad mental sugiriéndoles
que también hay existe algún demonio involucrado".
LO
IMPRESCINDIBLE PARA PODER SER EXORCIZADO CON ÉXITO
Su primer exorcismo fue
precisamente ayudando a otro relevante sacerdote en este ministerio, Vincent Lampert, actual exorcista de Indianapolis y en el
ministerio desde años.
No olvidará las palabras de su
maestro, cuando le afirmó que la mayor parte de la vida de un exorcista no
transcurre entre levitaciones o jóvenes con clavos saliendo de su garganta.
"Nos
fascina la fuerza, el cambio de voz, lo visual, los conocimientos de la persona poseída…", enumera McGilloway. Se trata de algo "agotador";
pero la mayor parte de los exorcismos consisten en oración silenciosa.
Otro de los tópicos que enfrenta
McGilloway es que un exorcista "no es un
mago sagrado que entra, hace algunos hechizos y lo soluciona
todo".
"Lo realmente
importante que deben saber [los fieles] es que incluso sin un sacerdote viene
[a exorcizarte], si no eres una persona fiel ni tienes interés en serlo,
lo que puede hacer por ti es muy limitado", concluye.
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