LOS OBISPOS DE ANGOLA Y SANTO TOMÉ REUNIDOS EN 2023
Las conferencias episcopales de
distintos países de África se han ido pronunciando en los últimos días sobre la
declaración Fiducia Supplicans firmada
por el cardenal Víctor Manuel Fernández. Por todo el
continente africano se va extendiendo un consenso firme contra este documento, o al menos contra su aplicación en
África, sea en países anglófonos, francófonos, o lusófonos, en lugares donde
los cristianos son mayoría, o donde son una pequeña minoría.
Como ya explicamos en ReL,
Malawi, Togo, Ghana, Nigeria, Kenia y Zambia estuvieron
entre los primeros países africanos en oponerse con claridad, con Burkina,
Níger y Sudáfrica pidiendo más tiempo para pronunciarse. Luego se fueron
pronunciando las Conferencias Episcopales de más países sobre
las bendiciones a parejas irregulares, que recogemos a continuación.
ANGOLA
Y SANTO TOMÉ: "NO DEBEN REALIZARSE, CREARÍAN ESCÁNDALO"
Angola tiene
unos 36 millones de habitantes, de los que un 45% son católicos (con 19
diócesis) y otros 45% cristianos de otras tradiciones. Comparten conferencia
episcopal (la CEAST) con el país isleño de Santo Tomé y Príncipe (200.000
habitantes, 80% católicos).
Los obispos de la CEAST han difundido un comunicado en portugués
declarando que "Fiducia Supplicans" ha
creado "perplejidad" entre los fieles y que las bendiciones que menciona el texto
no se realizarán en estos dos países.
"En cuanto a
las bendiciones informales para parejas irregulares, si bien es un sacramento
diferente a la bendición litúrgica, consideramos que en nuestro contexto
cultural y eclesiástico crearían un enorme escándalo y confusión entre
los fieles, por lo que determinamos que no deben realizarse en Angola y
Santo Tomé".
Los obispos de la CEAST citan el texto del cardenal Ladaria de
2021, que les parece "una opción prudente", "ya que nos orienta a acompañar con caridad
pastoral a los fieles que viven estas situaciones complejas".
Los obispos, después de recordar
que la Iglesia "no bendice ni puede
bendecir el pecado", hablan del tema del "bautismo de adultos que, objetivamente, viven en
pecado y que no tienen la intención de enmendar o cambiar su vida, como así como sus padrinos”.
"Este
documento señala el caso de homosexuales y transexuales. Sin embargo, en
nuestro contexto también podríamos considerar a los polígamos, personas
gravemente involucradas en la brujería, el sincretismo religioso y la
violencia", enumera el documento: personas en situaciones irregulares que necesitan
convertirse hay de muchos tipos, no sólo homosexuales.
COSTA
DE MARFIL: "QUE LOS MINISTROS SE ABSTENGAN DE BENDECIR PAREJAS"
Costa de Marfil es un país de 28
millones de habitantes, donde un 43% son musulmanes, un 34% cristianos de
distintas iglesias y el resto siguen religiones tradicionales animistas.
Los obispos del país, que tiene
15 diócesis, han difundido su postura conjunta en una nota
con fecha de 27 de diciembre, firmada por su presidente, Marcellin Yao Kouadio, obispo de Daloa
(zona donde sólo 1 de cada 10 habitantes es católico).
"Pedimos
a los ministros ordenados que se abstengan de bendecir a las parejas del mismo sexo y a las parejas en situación
irregular", declara la nota, muy clara.
Los obispos marfileños declaran
que con Fiducia Supplicans se ha sembrado "el
desorden en el pueblo de Dios". Y añaden: "No podemos ocultar el riesgo de confusión y escándalo que podría generar la bendición de las
parejas del mismo sexo dentro de nuestra iglesia local. Esto es tanto más
importante cuanto que los actos homosexuales son
desordenados y, sobre todo, contrarios a la ley natural", especifican.
CAMERÚN:
"PROHIBIMOS TODA BENDICIÓN A PAREJAS HOMOSEXUALES", RECOMIENDAN
"CONVERSIÓN RADICAL"
Camerún es una de los episcopados
que se ha manifestado con más rotundidad en una nota del 21 de diciembre, con
Andrew Fuanya Este, arzobispo de Bamenda al frente. El país cuenta con 26
diócesis y entre 7 y 10 millones de católicos (entre el 25 y el 38% de la
población, según distintas fuentes). Recomienda
a las personas "que tienen inclinación homosexual la oración y la
compasión de la Iglesia, con
miras a su conversión radical. Les invitamos también a alejarse de su mentalidad de
victimización".
"Nosotros,
los obispos
de Camerún, declaramos por unanimidad lo
siguiente sobre el tema de la homosexualidad y la bendición de las 'parejas
homosexuales': [...] La homosexualidad falsifica y corrompe la antropología
humana y trivializa la sexualidad, el matrimonio y la familia, fundamentos de
la sociedad. En la cultura africana, esta práctica no forma parte de los valores
familiares y sociales. Es una violación flagrante del
patrimonio que nos legaron nuestros antepasados. En la historia de los pueblos,
la práctica de la homosexualidad nunca ha conducido a una evolución social,
sino que es un signo claro de la decadencia implosionante
de las civilizaciones. De
hecho, la homosexualidad enfrenta a la humanidad contra sí misma y la
destruye".
"Las uniones
homosexuales no son matrimonios. Deforman el sentido del matrimonio
reduciéndolo a un vínculo estéril, hedonista y perverso: «infamia entre varón y
varón» (Rom 1,26). La homosexualidad no es un derecho humano. Es
una alienación que daña gravemente a la humanidad porque no se
basa en ningún valor propio del ser humano: es una deshumanización del amor, «una
abominación» (Lev, 18,22). Rechazarlo no es en modo alguno ser discriminatorio:
es una legítima protección de los valores constantes de la humanidad frente a
un vicio que se ha
convertido en objeto de una pretensión de reconocimiento jurídico y, hoy, el
objeto de una bendición", añade la nota.
"Diferenciar
entre contextos litúrgicos y no litúrgicos para conceder la bendición a «parejas» del
mismo sexo es hipócrita. El acto de bendición, ya sea realizado en una
asamblea litúrgica o en privado, sigue siendo una bendición. Por lo tanto
declaramos inconforme cualquier forma de bendición, pública o privada, que
tienda a reconocer a las «parejas del mismo sexo» como un estado de vida.
Fieles a la enseñanza constante de la Tradición eclesial que declara los actos
de homosexualidad intrínsecamente desordenados y contrarios a la ley natural
(Catecismo de la Iglesia Católica n. 2357), nosotros, los obispos de Camerún, reiteramos
nuestra desaprobación de la homosexualidad y de las uniones homosexuales", añade la
nota.
"En
consecuencia, prohibimos formalmente toda bendición a las
«parejas homosexuales» en la Iglesia de Camerún. Puesto que Dios no
quiere la muerte del pecador, sino su conversión a la vida eterna, recomendamos
a aquellos que tienen inclinación homosexual a la oración y a la compasión de
la Iglesia, con miras a su conversión radical. Los invitamos también a
alejarse de su mentalidad de victimización en la que se
complacen en considerarse «víctimas», «débiles», «minorías»; y más bien aprovechar
la oportunidad de conversión que Dios les brinda en las
múltiples exhortaciones de Su Palabra", proponen
los obispos de Camerún.
GABÓN: FIDUCIA "QUEDA
AUTOMÁTICAMENTE ANULADA"
Gabón, país francófono vecino de
Camerún, tiene 2,4 millones de habitantes, de los que 1 millón son católicos.
No se ha pronunciado su Conferencia Episcopal, pero sí el presidente de la Comisión de Doctrina de la Conferencia Episcopal de
Gabón, el
obispo Mathieu Madega Lebouakehan, de la pequeña diócesis de Mouila (apenas
50.000 católicos).
El obispo empieza recordando que
el actual gobierno "transitorio" (el
CTRI) tiene legalmente
prohibidas "las parejas del mismo sexo", por lo que "en nuestro país, esta
posibilidad de bendecir a estas parejas queda automáticamente
cancelada". Añade el texto: "Por
este motivo, demos gracias a Dios por el CTRI", añade la nota.
Zimbabue: "Instruimos a los pastores en que desistan de tales
acciones"
Los obispos de Zimbabue
publicaron ya el 22 de diciembre una nota conjunta de la Conferencia Episcopal
(firmada por 5 obispos y 2 arzobispos) declarando que son "sensibles a la ansiedad y confusión" que la declaración ha generado.
"Por respeto a
la ley del país, a nuestra cultura y por razones morales, instruimos a los
pastores en que desistan de acciones que puedan parecer bendecir a uniones del
mismo sexo, aportando confusión e incluso escándalo a nuestro
pueblo".
Zimbabue, la antigua Rodesia,
tiene 15 millones de habitantes, de los que un 17% serían católicos y un 63%
cristianos de otras tradiciones.
Los obispos de Zimbabue
se reúnen con el Papa Francisco en septiembre de 2023 en Roma.
CONGO-BRAZZAVILLE:
"APOYADOS POR EL PAPA, NOS ES IMPOSIBLE PERMITIRLO"
El 23 de diciembre la Conferencia
Episcopal de Congo-Brazzaville firmó y difundió una carta encabezada por su presidente, Bienvenu Manamika Bafouakouahou, arzobispo de
Brazzaville (quien además también hizo circular un vídeo
en redes sobre el tema).
"Apoyados por
el Papa Francisco durante nuestra visita ad limina, en comunión con él y en
nombre de nuestra fidelidad al Evangelio, por respeto a nuestro patrimonio
cultural y por el bien de la familia humana, nos es imposible, arzobispos
y obispos del Congo Brazzaville, permitir la bendición de las
uniones mencionadas en la Fiducia Supplicans", dice su texto.
“Respetando
nuestras tradiciones culturales sobre el matrimonio, que la
fe cristiana ha asumido y purificado a la luz de las Sagradas Escrituras, nosotros, pastores y pueblo de
Dios en Congo-Brazzaville, permanecemos estrictamente apegados a la unión de un
hombre y una mujer confirmada por el doctrina de la Iglesia según el designio
del Creador”, se lee en la carta.
Congo-Brazzaville, también
conocida como República del Congo o Congo Oeste (para distinguirla del antiguo
Zaire o Congo Belga), cuenta con 6 millones de habitantes, de
los que un tercio serían católicos,
y la mayoría del resto son cristianos protestantes de distintos tipos.
Lea más sobre este tema
en la sección Fiducia Supplicans.
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