JUNTO CON 4 PRÁCTICAS CRISTIANAS DE EFICACIA ESPIRITUAL INMEDIATA
La Biblia y la tradición cristiana enseñan al
cristiano a ser generoso y prudente con el dinero, pero más generoso que
prudente.
Hay principios morales referidos
al dinero que no son necesariamente cristianos, sino que cualquier pagano o ateo honrado los practica: pagar un precio justo, no
robar, no estafar, cumplir con los deberes fiscales, tener prudencia
en los gastos, no despilfarrar…
Frente a eso, hay un enfoque específicamente
cristiano, que
considera que el dinero -y todos los otros recursos, talentos y riquezas-
están al servicio de Dios y la expansión del Reino de Dios (un "reino"
que la Biblia define como “justicia, paz y
el gozo del Espíritu”).
En el Encuentro de Nueva Evangelización ENE 2015 de Astorga, el responsable de economía de la comunidad Fe y Vida, Jairo
Alonso, dirigió un taller explorando estos principios
cristianos aplicados al dinero. Fe y Vida (feyvida.com) es una comunidad católica de laicos y familias cuyos
miembros pagan un diezmo (habitualmente
-pero no siempre- un 10% de su sueldo) para las actividades solidarias,
misioneras y evangelizadoras de la comunidad, lo que permite manejar una cierta
cantidad de dinero “para el Reino” y hablar
del tema con conocimiento de causa.
ESTO
ES PARA CRISTIANOS CONVERTIDOS
Jairo Alonso empezó su exposición
dejando claro que estas ideas son para cristianos “convertidos”,
maduros, que son aquellos que han dicho a Dios “toma
mi vida, y mis cosas y haz lo que quieras con ellas, dirígelas”. No son
para neófitos.
Un primer elemento a tener en cuenta es que la
lógica de un mundo caído y de unos seres humanos temerosos no es la lógica de
Dios y de los hijos
de Dios transformados por Él. Jairo Alonso apuntó que el hombre,
sintiéndose más frágil que muchos animales, intenta sentirse seguro rodeándose
de cosas y dinero como
protección. Además, entre las distintas culturas humanas, la del Occidente
moderno es especialmente dada a alentar el consumismo.
Para dejar claro que la sabiduría del
Evangelio chocará con la lógica mundana, Jairo dio una
lista de ejemplos.
- El mundo grita: “busca seguridad”. Jesús dice: “fíate”.
- El mundo dice: “ten, acapara”. Jesús dice: “da”.
- El mundo dice: “acumula poder”. Jesús, dice: “sé servidor, los últimos serán
los primeros”.
- El mundo dice: “consume placer”, Jesús dice: “estad alegres, tened gozo en
vuestro corazón”.
- El mundo dice: “lo que importa es el ahora”. Jesús dice: “guarda riquezas en
la vida eterna”.
Una criterio básico para vivir como cristiano está en la Biblia en Romanos 12: “No viváis según los criterios del tiempo
presente, sino según la voluntad de Dios, según lo bueno, lo grato, lo perfecto”.
LA
VIDA ECONÓMICA DEL CRISTIANO ES DISTINTA
Un cristiano, por lo tanto, no
puede vivir igual que vive un pagano, ni siquiera como un pagano virtuoso u
honrado. La vida económica del cristiano ha de ser distinta a
la del mundano.
Además, lo que un cristiano hace con el dinero es mirado con
atención por los no cristianos, tiene
un elemento de evangelización y testimonio importante.
Otro criterio básico cristiano tiene que ver con una generosidad confiada en Dios, que
queda resumida en 2 Corintios 9, 610: “El que siembra
poco, cosecha poco, el que siembra mucho, cosecha mucho”. O en la parábola de los talentos: el Amo se
enfada cuando ve que un siervo no puso a rendir su talento, sino que lo ocultó.
El Amo pide sembrar, esforzarse en dar fruto, no ocultar y acaparar.
6
GRANDES PRINCIPIOS
Jairo Alonso repasó los 6 grandes
principios “para la gestión económica en el Reino
de Dios”, es decir, para manejar el dinero en clave cristiana, a partir
de esa lectura de 2 Corintios.
1. LA GENEROSIDAD LLAMA A LA
GENEROSIDAD: va
ligado a que quien siembra con generosidad cosecha con generosidad; en la
generosidad hay un círculo virtuoso que se retroalimenta.
2. ACTITUD DE CORAZÓN
CONVENCIDO: el
cristiano ha de dar según el corazón, no de mala gana o a la fuerza. “Jesús no nos deja una tabla de salarios, nos pide dar
convencidos”, insistió Jairo.
3. DAR CON ALEGRÍA: “Piensa
que no eres dueño de tu dinero, sino solo gestor de ese dinero que es de Dios,
igual que todo lo demás también es de Dios; ese pensamiento te puede ayudar a
gestionar dando con alegría”.
4. TENER CLARA LA PRIORIDAD: la prioridad es Dios. “Dios, de hecho, es lo único. Todo lo demás son dones de
Dios.”
5. EL FAVOR DE DIOS FLUYE
SIENDO GENEROSO. “Dios os dará todo lo
necesario para vuestra siembra y la hará crecer”, es una enseñanza
bíblica. “Si entras en una lógica de honradez y
generosidad la generosidad de Dios empieza a fluir y te ayuda”, planteó
Jairo.
6. DIOS MULTIPLICARÁ. “Producirá
una gran cosecha”. Lo que empezaba como una inversión llega cada vez a
más gente y produce cada vez más frutos y más bien.
Esos son los principios bíblicos para manejar el dinero con lógica cristiana, y
no mundana o consumista. Pero además hay al menos 4 cosas prácticas que
cualquier cristiano puede empezar a practicar en seguida:
4
PRÁCTICAS CRISTIANAS DE EFICACIA ESPIRITUAL INMEDIATA:
a) Relaciónate con pobres. “Si
no tratas con pobres vives en un mundo burbuja y fantasioso, eres ciego al
sufrimiento real. Cuando te relacionas con pobres, aumenta tu generosidad”.
b)
Practica el desprendimiento. Consiste
en aprender a no apegarse a las cosas, a vivir con menos cosas…
c)
Fomentar la austeridad. Cuidado: vivir y fomentar la
austeridad no significa caer en la racanería, y menos aún en las cosas que sirven
para extender el Reino de Dios.
d)
Paga el diezmo. Para
Jairo Alonso y en la experiencia de muchos años de la Comunidad Fe y Vida, es
una gran ayuda a la vida cristiana. “El diezmo voluntario provoca un
crecimiento espiritual, vital, como cristiano”. Pone el ejemplo del famoso
pastor evangélico Rick Warren, quien explicaba que empezó dando un 10%. Ahora,
vendiendo millones de libros, da un 99% de sus ingresos. Sigue viviendo en la
misma casa, tiene el mismo tipo de coche, etc… “El diezmo no es un porcentaje:
es lo que cada uno con corazón generoso discierne que ha de dar”.
La posesividad y el apego al dinero es una forma de
esclavitud y una falsa seguridad que impide dar fruto para Dios.
20
AÑOS VIENDO LOS FRUTOS DE DAR DIEZMO
A modo de testimonio, habló en
este taller Anabel Quintanal, la esposa de Josué Fonseca, el fundador de Fe y
Vida, que durante 20 años fue la responsable financiera de la comunidad.
“En mayo de 1986, a los 15 años, me arrodillé
ante Dios y le dije que le entregaba mi vida. Fui aprendiendo a ser cristiana en todas las áreas de mi
vida, también en la económica”, explicó. “Como
a casi todo el mundo en nuestra sociedad, también a mí me educaron para
pensar que el dinero sería lo que me daría fuerza y seguridad en mi vida”.
Al crecer en la fe, entendió que “tras la conversión del corazón
ha de llegar la conversión del bolsillo”. Le parece muy expresivo de lo que es el
cristianismo en nuestra sociedad el hecho de que “hay
cristianos que dan muchísimas horas a la Iglesia y a Dios, le dedican mucho
tiempo, mucho voluntariado… y, sin embargo, para ellos el dinero es un tabú; ni
lo dan ni explican lo que cobran para evitar ser juzgados”.
Anabel habla acerca de la experiencia de una comunidad católica de laicos, con
estatutos, normas internas y compromisos, que se acompañan unos a otros. “En Fe y Vida siempre hemos dado mucha importancia al tema
de la conversión del bolsillo, a poner la confianza en Dios, también
en el dinero. Tomamos las decisiones sobre dinero acompañados y aconsejados
con otros hermanos, con un director espiritual, en discernimiento. Desde
el inicio de Fe y Vida predicamos sobre el desprendimiento, el librarnos
del apego a las posesiones. Me parece indispensable dar el diezmo para
la Iglesia y el Reino de Dios”.
Anabel, como profesional, laica y madre de familia, señala que precisamente los sacerdotes son los que tienen más difícil el predicar
a sus feligreses sobre el dinero,
al menos en España. “Si piden dinero, quedan
fatal”, admite.
Pero ella cree que esa predicación es necesaria porque “hemos de enseñar que no crecerás espiritualmente si no compartes
económicamente, porque es necesario
romper ese espíritu malo de control”.
La libertad y la seguridad vienen de Dios, y no del
dinero.
Poniendo su ejemplo personal declaró: “Mi sueldo es
de 1.800 euros y yo diezmo 180. Si quisiera organizar algo
para servir a Dios con 180 euros, no conseguiría casi nada. Pero
juntándonos varios hermanos, con
el diezmo sumado de 40 o 50 hermanos juntos, ahí sí hay capacidad para poner en
marcha proyectos. En Fe y Vida nunca hemos dejado de hacer ningún
proyecto por falta de dinero. Hemos desistido de algunos proyectos porque
faltaban las personas adecuadas, pero nunca por falta de dinero, gracias a los
diezmos. En Hechos 2,42 vemos que los cristianos ‘se reunían, rezaban juntos,
escuchaban las enseñanzas y compartían los bienes’.”
Anabel da más detalles de cómo se vive esto en Fe y Vida: “Cuando alguien se compromete en Fe y Vida da la décima
parte de lo que ingresa. Eso va a un fondo común. Con eso pagamos
algunos locales y el resto va para proyectos de evangelización, de misiones, del Tercer Mundo… Una vez pagamos
el sueldo de 8 profesionales sanitarios que trabajaban con niños
pobres en Argentina, varios años. También pagamos unos comedores
en Colombia. Y unos pisos de acogida. Si combinas el tener gente adecuada y el dinero necesario sale el
proyecto".
Y concluye diciendo: "La combinación de
comunidad y diezmo da muchos frutos. Y en esa cultura de desprendimiento, de
riesgo, es más fácil ver la Gloria de Dios y su Providencia”.
Publicado originalmente en ReL el 9 de julio de
2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario