Compendio de Doctrina Social de la Iglesia en el que se aborda el tema del consumismo y la creación de falsas necesidades y cómo ha sido tratado el tema en los principales documentos sociales de la Iglesia.
Por: Varios | Fuente: Publicado con
autorización de www.signodelostiempos.com
«En el mundo, donde surgen y se delimitan nuevas
necesidades, se da siempre una concepción más o menos adecuada del hombre y de
su verdadero bien. A través de las opciones de producción y de consumo se pone
de manifiesto una determinada cultura, como concepción global de la vida. De
ahí nace el fenómeno del consumismo .Al descubrir nuevas necesidades y nuevas
modalidades para su satisfacción, es necesario dejarse guiar por una imagen
integral del hombre, que respete todas las dimensiones de su ser y que subordine
las materiales e instintivas a las interiores y espirituales» ( Centesimus Annus 36).
«El peligro del abuso consumístico y de la
aparición de necesidades artificiales, de ninguna manera deben impedir la
estima y utilización de los nuevos bienes y recursos puestos a nuestra
disposición» ( Sollicitudo Rei Socialis 29).
«Nuestro tiempo es dramático y al mismo tiempo
fascinador. Mientras por un lado los hombres dan la impresión de ir detrás de
la prosperidad material y de sumergirse cada vez más en el materialismo
consumístico , por otro manifiestan la angustiosa búsqueda de sentido, la
necesidad de interioridad, el deseo de aprender nuevas formas y modos de
concentración y de oración» (
Redemptoris Missio 38).
«La situación del hombre en nuestra época no es
ciertamente uniforme, sino diferenciada de múltiples modos. Estas diferencias
tienen sus causas históricas, pero tienen también una gran resonancia ética
propia. ... Es bien conocido el cuadro de la civilización consumística, que
consiste en un cierto exceso de bienes necesarios al hombre, a las sociedades
enteras —y aquí se trata precisamente de las sociedades ricas y muy
desarrolladas— mientras las demás, al menos amplios estratos de las mismas, y
muchas personas mueren a diario por inedia y desnutrición» (
Redemptor Hominis 16).
«Sobre el fondo de un gigantesco remordimiento
constituido por el hecho de que, al lado de los hombres y de las
sociedades bien acomodadas y saciadas, que viven en la abundancia, sujetas al
consumismo y al disfrute, no faltan dentro de la misma familia humana
individuos ni grupos sociales que sufren el hambre... (Dives
in Misericordia 11).
«Es asimismo preocupante, junto con el problema del
consumismo y estrictamente vinculado con él, la cuestión ecológica. El hombre,
impulsado por el deseo de tener y gozar, más que de ser y de crecer, consume de
manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra y su misma
vida...» ( Centesimus Annus 37).
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