Video del Papa de diciembre 2023.
Por: Redacción | Fuente: Vatican News
“Hacen falta programas, iniciativas que favorezcan
la inclusión”, dice Francisco en la edición del mes de diciembre de El
Video del Papa en el cual llama a rezar por las personas con discapacidad. A
través de la Red Mundial de Oración del Papa, el Santo Padre pide “para que las personas con discapacidad estén en el
centro de la atención de la sociedad, y que las instituciones promuevan
programas de inclusión que potencien su participación activa”.
Esta intención de oración
coincide con el mes en el que la ONU estableció el Día Internacional de las
Personas con Discapacidad (3 de diciembre) con el objetivo de promover sus
derechos y bienestar. El Papa Francisco insiste en el concepto de "capacidades diferentes" para subrayar
la gran contribución que puede aportar a la sociedad, la plena inclusión y
valorización de los más frágiles.
Así lo atestiguan las imágenes
que acompañan sus palabras: historias diferentes,
unidas por la capacidad de potenciar el talento de las personas con
discapacidad. Desde los atletas paralímpicos que desafían con éxito sus propios
límites en las diversas competiciones internacionales, hasta los amigos de la
Comunidad de Sant'Egidio que pintan obras de arte o sirven en las mesas de una
trattoria; desde el jesuita con discapacidad visual, teólogo en Australia,
hasta la monja con síndrome de down comprometida en Lourdes, que participaron
en la Asamblea General del Sínodo y que se cuentan en la campaña #IamChurch del
Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El Vídeo del Papa de
este mes -realizado en colaboración con el Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral- es un canto a la vida misma, así como una llamada a
cambiar nuestra forma de pensar.
LA SOCIEDAD Y LA IGLESIA
En el mundo actual, denuncia
Francisco, algunas personas con discapacidad “sufren
rechazo, basado en la ignorancia o basado en los prejuicios, que los convierte
en marginados”. Por tanto, es hora de “cambiar
un poco nuestra mentalidad para abrirnos a las aportaciones y abrirnos a los
talentos de esas personas con capacidades diferentes, tanto en la sociedad como
dentro de la vida eclesial”. El Papa pide a las instituciones civiles
que apoyen los proyectos de las personas discapacitadas “con el acceso a la educación, al empleo y a los espacios donde se expresa
la creatividad” y con “iniciativas que
favorezcan la inclusión”. A la Iglesia, no limitarse a “eliminar las barreras físicas, sino también asumir que
hemos de dejar de hablar de ‘ellos’ y pasar a hablar de ‘nosotros’”. A
todos, pues, reitera que “hacen falta corazones
grandes que quieran acompañar”.
UNA MIRADA MÁS PROFUNDA
El Cardenal Michael Czerny,
Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, a
propósito del video del Santo Padre para el mes de diciembre, añade: "La invitación del Papa a acoger a las personas con
discapacidad en la vida de la Iglesia y de la sociedad es una gran ayuda para
reconocer el misterio que es cada persona. Jesús se encontró con personas
marcadas por la fragilidad física, psíquica y espiritual, y en ellas vio
belleza y promesa. Así, percibieron en Él el misterio divino, sintieron la
presencia de Aquel que salva, de Aquel que es Padre. En un mundo donde la
productividad parece ser más importante que el ser humano y la belleza se
estandariza dentro de cánones comerciales, la comunidad cristiana que reza gana
una mirada más profunda y libre. La Iglesia no niega a nadie la participación,
la Palabra y los Sacramentos, pero comparte con cada persona el camino
adecuado. Nuestras sociedades, a menudo poco inclusivas, necesitan un
compromiso común y concreto para que, siguiendo el ejemplo de Jesús, se respete
la dignidad de todos y crezca la fraternidad".
LA INCLUSIÓN, LA ROCA SOBRE LA QUE
DEBEMOS CONSTRUIR
El Padre Frédéric Fornos S.J.,
Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, refuerza la
invitación de Francisco: “El foco de la intención
de oración del Papa de este mes es promover la participación activa de las
personas con discapacidad, construyendo programas e iniciativas para que nadie
quede excluido, para que sean apoyados, acogidos, integrados y reconocidos por
la sociedad. Es lo que hacía Jesús, acogía a todos y con él nadie se sentía
excluido. Lo sabemos, pero tenemos dificultad a vivirlo, por eso necesitamos
rezar, pues pide un cambio de mentalidad, de mirada, empezando por la nuestra.
Es así, nos dice el Papa, que podremos ‘abrirnos a las aportaciones y a los
talentos de esas personas con capacidades diferentes, tanto en la sociedad como
dentro de la vida eclesial’”.
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