DAVE ARMSTRONG LOS APLICABA COMO EVANGÉLICO Y AHORA COMO CATÓLICO
Evangelización en la calle: una oportunidad para el primer anuncio a los
más alejados de la fe.
Dave Armstrong (n. 1958)
es un conocido apologeta católico,
con presencia constante en la red: en 1998 ganó el premio a la mejor página
católica del año y contribuye habitualmente con sus artículos y posts en
numerosos blogs. Es autor de varios libros de apologética, y su testimonio de
conversión figuró entre los once recogidos en el bestseller de Patrick
Madrid Surprised by the Truth [Sorprendidos
por la Verdad], que incluye, entre otros, el de Scott
Hahn. Un artículo suyo en el National Catholic Register recoge
los mejores consejos extraídos de su experiencia evangelizadora a pie de calle:
desde 1981 a 1991 como protestante, y desde esa fecha, en que fue recibido en
la Iglesia por el jesuita John Hardon, S.I., como católico:
En los años ochenta hice mucho apostolado callejero en Ann Arbor Art Fair [la
visitadísima feria de arte callejero de Ann Arbor, Michigan]. Entonces era
evangélico protestante, pero lo hice también un par de veces siendo ya
católico, a principios de los años 90. Me lo pasaba bien y era una oportunidad de hablar acerca de Dios y sobre teología.
LA FERIA DE ANN ARBOR.
1.- Para un
contacto inicial, lo mejor son libros breves, atractivos,
llamativos y
no demasiado "plúmbeos". El aspecto
visual es muy importante para hacer que alguien se detenga y sienta curiosidad.
Recomiendo vivamente los folletos publicados por St. Paul Street Evangelization. Yo edité la mayoría de ellos. Son breves y
atractivos, y pueden ayudar a iniciar una conversación. O puedes hacer tú el
tuyo si tienes alguien que pueda hacer el diseño, etc. Es válido cualquier
instrumento que haga que la gente se pare y pregunte.
2.- Lo primero que digo, y repito, es que cada persona es diferente. Primero debemos en qué punto de su
vida está y, después, ir derecho a ese lugar y empezar desde allí. Esto es lo
que hizo San Pablo en el Aerópago, en Atenas: consciente
de la verdad que vio en los paganos allí, los encomendó y, después, construyó
sobre ellos para introducir al Dios verdadero y la resurrección. Pablo dijo:
"Me he hecho todo a todos". Siempre he intentado seguir este enfoque
en mi apología, siendo siempre caritativo y agradable.
3.- A la gente le
gusta que la escuches, que escuches sus problemas. Es la naturaleza humana.
Todos somos así. Prefiere que la escuches y no
que prediques. Si amablemente planteas preguntas para sondear, y lo
haces de manera discreta, no agresiva ni amenazadora, habrá gente que hable e
incluso que se abra a ti. Será una minoría, pero encontrarás quien lo haga.
4.- Si algo no lo sabes, por favor, no pretendas que sí lo sabes. La gente admira a quien no tiene
todas las respuestas para todo, porque sabe que es imposible y a la gente le
molesta el tipo "sabelotodo". Es
un estereotipo negativo de los cristianos y, sobre todo, de los que
evangelizan. Tenemos que abandonar esta imagen, superarla. Siempre puedes responder:
"No lo sé, pero puedo informarme si quieres y
contactarte luego; o puedo decirte en qué páginas de internet puedes encontrar
la respuesta".
5.- Siempre
intento evitar las presentaciones "enlatadas",
me gusta ser informal y espontáneo. Esto une a las personas en la situación en la
que se conocen. Cada persona necesita su propio enfoque. Nunca me gustaron las "cuatro leyes espirituales", ni siquiera
cuando era protestante [Las cuatro leyes espirituales es
un folleto evangélico creado en 1952 por Bill Bright]. Era un sistema demasiado
enlatado, forzado y protocolario, a pesar de que había verdad en él y no era en
absoluto algo malo.
6.- Con los protestantes utiliza mucho la Biblia y no
cites fuentes católicas, porque para ellos no significan nada.
Encuentra algo que sea común entre católicos y protestantes (amor por la
Biblia, trinitarianismo, etc.), para demostrarles que eres un "verdadero cristiano" y que puedes
comprender las diferencias entre el protestantismo y el catolicismo.
Un buen conocimiento de la Biblia
siempre es necesario en la evangelización, en particular al entrar en diálogo
con protestantes. 'La Biblia comentada por ella
misma', de Jesús Cantera Ortiz de Urbina, es una buena aproximación
apologética que aborda todos los puntos de controversia con base exclusivamente
en las Sagradas Escrituras.
7.- Los católicos
a menudo se quejan de la Iglesia o han interpretado mal sus
enseñanzas: es una ocasión para iniciar
la conversación y preguntar cuáles son sus mayores preocupaciones. Si son
sólo católicos sólo de nombre, con escasa información, intenta adivinar cuál
puede ser su interés para, así, afrontar el tema en cuestión.
8.- Con los que
ignoran todo sobre teología, mantente en lo
básico (el
Evangelio de la Salvación) y
no te metas en "cuestiones católicas" aún
porque éstas llegarán más adelante.
9.- Empieza
lentamente con la teología "pura y dura" y
deja que sea la otra persona la que determine hacia dónde
llevar la conversación para poder, así, afrontar sus
preocupaciones.
10.- Habrá personas que intentarán llevarte por miles
de vericuetos; no dejes que lo hagan. Insiste en afrontar
un tema a la vez antes de pasar a otro. Esto es verdaderamente importante. A menudo la gente utiliza esta
técnica cuando quiere sólo discutir y pelear en lugar de buscar la verdad y oír
todo el razonamiento sobre un punto en concreto. Los ateos son famosos por
esto. Llévalos hacia un solo tema y hazlo lo mejor que puedas.
11.- Reza antes de ir a evangelizar,
rezad los unos por los otros y reza mientras
estés allí pidiendo a Dios que ponga en tu boca las palabras justas para
decir en cada ocasión, y de la manera justa, a cada persona que encuentres. No
insistiré nunca demasiado sobre este punto. Si lo deseas, el día anterior
puedes ayunar y hacer alguna penitencia.
12.- Busca portales de internet y/o
libros que puedas recomendar a la gente y ten a mano información como
números de teléfono, direcciones de email o páginas de Facebook que puedas darle.
Las tarjetas de visita también van muy bien para este fin. Es importante para
tener un seguimiento.
13.- Sé consciente que, en ultima instancia, es el
Espíritu Santo el que derrite los corazones de hielo, haciendo que la persona
responda positivamente. Nunca es meramente por la
apología. Es el trabajo sobrenatural de la gracia. Nuestra tarea es
simplemente estar allí como instrumentos de Dios, para "eliminar
las piedras que bloquean el camino". Pero sólo Dios puede cambiar
el corazón de las personas. Recuerda, puedes darle un consejo a alguien, pero
no puedes obligarle a que lo siga. En un cierto sentido, esto es positivo para
nosotros, porque no tenemos que asumir la carga y preocuparnos por ella.
Ayudamos de la mejor manera que podemos y dejamos que Dios cambie los corazones
que ya ha abierto, esos en los que "la cosecha
ya está madura".
14.- De nuevo, reitero que
es extremadamente importante que el mensaje y el método sean
específicos para cada persona (ver
más arriba, puntos 2 y 5). No pueden estar "enlatados"
(como un discurso preparado de antemano). Tenemos que estar con las
personas en el momento concreto en que se encuentran en su vida cuando las
conocemos. Cuando ya hayamos empezado a hablar, debemos enfocar la conversación
según las necesidades y deseos que percibamos en esa persona en concreto. La
gente lo apreciará y esto ayudará a que el diálogo sea más profundo y
significativo.
Dios trabaja a través de nosotros. "Los obreros
son pocos”.
Traducción de Helena
Faccia Serrano.
Publicado en ReL el
20 de julio de 2017
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