LOS LÍDERES CRISTIANOS DE TIERRA SANTA PIDEN QUE SE REBAJE LA VIOLENCIA, QUE SE RESPETEN LOS REFUGIOS SEGUROS Y QUE SE INTENTEN DAR PASOS POR LA PAZ.
El patriarca de Jerusalén,
el cardenal Pizzaballa, junto al resto de patriarcas y jefes de las iglesias de
Jerusalén, al que se les ha unido también Justin Welby, arzobispo de Canterbury, presente estos días en Tierra
Santa, han publicado una declaración conjunta para hacer un urgente llamamiento a la
moderación, la desescalada de la violencia y la protección de los civiles, tras
las víctimas provocadas en el hospital anglicano de Gaza y en la parroquia
ortodoxa de San Porfirio, donde 18 cristianos murieron.
“Estas explosiones
provocaron el colapso repentino y catastrófico de dos salas de la iglesia en
las que dormían decenas de refugiados, entre ellos mujeres y niños. Decenas de
personas se vieron instantáneamente aplastadas bajo los escombros. Muchos
resultaron heridos, algunos de gravedad. Según el último recuento, han muerto
dieciocho, nueve de los cuales eran niño”, afirman los líderes cristianos.
En Gaza actualmente hay una
parroquia católica, otra ortodoxa, un pequeño grupo de protestantes, a lo que
hay que sumar las distintas obras sociales, educativas y caritativas de las
tres confesiones. En total, hay unos 1000 cristianos en
toda la franja de Gaza, en una población total que supera los 2,5 millones.
De este modo, en su declaración,
los líderes cristianos afirman que “a pesar de la
devastación causada a nuestras propias instituciones sociales, religiosas y
humanitarias y a otras, nosotros, los Patriarcas y jefes de las Iglesias, seguimos
plenamente comprometidos a cumplir con nuestro deber sagrado y moral de ofrecer
asistencia, apoyo y refugio a aquellos civiles que venga a nosotros en una
necesidad tan desesperada. Incluso
frente a las incesantes exigencias militares de evacuar nuestras instituciones
caritativas y lugares de culto, no abandonaremos esta misión cristiana, porque
literalmente no hay otro lugar seguro al que puedan acudir estos inocentes”.
Afirman que siguiendo el
Evangelio seguirán ayudando a los más vulnerables, y esto es algo que no sólo
se debe hacer en tiempos de paz. “La Iglesia debe actuar
especialmente como iglesia en tiempos de guerra, porque es entonces
cuando el sufrimiento humano es mayor”, agregan.
Sin embargo, aseguran: “No podemos cumplir esta misión solos.
Por lo tanto, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que aplique
de inmediato protecciones en Gaza para los lugares de refugio, como hospitales,
escuelas y lugares de culto . Y pedimos un alto el fuego humanitario inmediato
para que se puedan entregar alimentos, agua y suministros médicos vitales de
manera segura a las agencias de ayuda que atienden a los cientos de miles de
civiles desplazados en Gaza, incluidos aquellos operados por nuestras propias
iglesias”.
Por último, hacen un llamamiento “a todas las partes en conflicto para que reduzcan
la violencia, dejen
de atacar indiscriminadamente a civiles de todos los lados y operen dentro de
las reglas internacionales de guerra”.
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