Las 7 Gracias que te concede la Virgen de los Dolores
Por: Redacción | Fuente: Catholic.net
Cada 15 de septiembre (desde la restauración litúrgica del Papa San Pío X en
1914), la Liturgia de la Iglesia nos invita a recordar los dolores de la Virgen
María, Madre de Nuestro Salvador.
Siempre
los cristianos han aprendido de la Virgen a mejor amar a Jesucristo. La
devoción a los Siete Dolores de la Virgen María se desarrolló por diversas revelaciones
privadas.
La
Virgen comunicó a Santa Brígida de
Suecia (1303-1373):
"Miro a todos los que viven en
el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo
poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía,
no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor
e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete
de que sean tan pocos los amigos de Dios."
Nuestra
Señora prometió que concedería siete
gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente,
rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
1. "Yo concederé la paz a sus familias."
2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."
3. "Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable
voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."
5. "Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal
y las protegeré cada instante de sus vidas."
6. "Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro
de su Madre.
7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la
devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida
terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo
será su consuelo y gozo eterno."
Según San Alfonso María
Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de
Hungría que El concedería cuatro gracias especiales a los
devotos de los dolores de Su Madre Santísima:
1. Aquellos que antes de su muerte invoquen a la Santísima Madre en nombre de sus
dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos sus pecados.
2. Jesús protegerá en sus tribulaciones a todos los que recuerden esta devoción
y los protegerá muy especialmente a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes el recuerdo de Su Pasión y tendrán su recompensa en
el cielo.
4. Encomendará a estas almas devotas en manos de María, a fin de que les
obtenga todas las gracias que quiera derramar en ellas.
Meditar
los siete Dolores de Nuestra Madre Santísima es una manera de compartir los
sufrimientos más hondos de la vida de María en la tierra:
1º Dolor
La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
2º Dolor2
La huida a Egipto con Jesús y José
3º Dolor
La pérdida de Jesús
4º Dolor
El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
5º Dolor
La crucifixión y la agonía de Jesús
6º Dolor
La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
7º Dolor
El entierro de Jesús y la soledad de María
La fiesta
de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre, al día siguiente de la Exaltación de la Santa
Cruz. Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de
María, Jesús nos entregó a su Madre como Madre nuestra poco antes de morir. En
respuesta a esta demostración suprema de su amor por nosotros, digamos cada día
de nuestras vidas: "Sí, Ella es mi Madre.
Jesús, yo la recibo y te pido que me prestes tu Corazón para amar a María como
Tú la amas."
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