HABLA DE IDEOLOGÍAS Y DEL SÍNODO PRÓXIMO CON LOS PERIODISTAS EN EL AVIÓN DE VUELTA DE MONGOLIA
El Papa Francisco responde preguntas de los
periodistas en el avión de vuelta a Roma tras su viaje mongol
En el vuelo de vuelta desde
Mongolia a Roma, como es su costumbre, el Papa Francisco improvisó este lunes
respuestas a las preguntas de los periodistas. Se
detuvo especialmente a hablar de los peligros de la ideología y habló también
del Sínodo de la Sinodalidad. Y confirmó una exhortación
apostólica de tema ecológico para el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de
Asís.
"Cuando la
cultura se destila y se convierte en ideología, ése es el veneno. Se utiliza la
cultura, pero destilada en ideología", comentó,
hablando de las ideologías aplicadas a los países.
"Esto hay que
distinguirlo, cuando es la cultura de un pueblo y cuando son las ideologías que
luego surgen para algún filósofo, algún político de ese pueblo.
Y esto lo digo para todos, incluso para la Iglesia", aseguró el Pontífice.
"Muchas
veces se ponen ideologías dentro de la Iglesia, que alejan a la Iglesia de la
vida que viene de la raíz y va hacia arriba; alejan a la
Iglesia de la influencia del Espíritu Santo", denunció.
"LA
SINODALIDAD NO ES UN INVENTO MÍO"
Después, ligándolo con el futuro
sínodo de la sinodalidad que empieza en octubre, aseguró que "en el Sínodo no hay lugar para la ideología, es otra dinámica. El Sínodo es
diálogo, entre bautizados, entre miembros de la Iglesia, sobre la vida de la
Iglesia".
Y añadió: "Quiero subrayar que la sinodalidad no es un invento mío: fue de
San Pablo VI. Cuando terminó el Concilio Vaticano II se dio
cuenta de que en Occidente la Iglesia había perdido la dimensión sinodal; la
Iglesia de Oriente la tiene. Por eso creó la Secretaría del Sínodo de los Obispos,
la sinodalidad, que no es una moda, es una cosa antigua, la Iglesia de Oriente
la ha tenido siempre". Especificó que "el Sínodo no es un parlamento", porque
las ponencias van intercaladas con momentos de oración y de escucha.
También admitió el Papa que una carmelita le dijo: "Tenemos miedo de
que nos cambie la doctrina". Explicó a los
periodistas que "si vas a la raíz de estas
ideas encontrarás ideologías".
Sobre el acceso de los periodistas a las sesiones del Sínodo (no
podrán entrar en la sala ni escuchar las ponencias) dijo
que una comisión presidida por Paolo Ruffini (periodista prefecto del Dicasterio
para la Comunicación) dará un parte de noticias cada día. "Si alguien
quiere que la noticia sea 'éste la tomó con aquél por esto o por lo otro', eso es cháchara política", protestó el
Papa. "No olvidéis que el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. ¿Y
cómo se puede transmitir esto?", planteó.
Sobre la relación de la Santa
Sede con varios países, alabó la capacidad diplomática de Mongolia, entre dos "grandes
vecinos" (Rusia y China). Expresó su apoyo al cardenal Zuppi, que trabaja
por la paz en Ucrania con "un plan para visitar Moscú, Kiev, Estados
Unidos y también Pekín". Aseguró que "las
relaciones con China son muy respetuosas" y que hay que trabajar para "que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia
no acepta su cultura y sus valores y que la Iglesia depende de otra potencia
extranjera".
También alabó el diálogo con otra
dictadura comunista, la vietnamita: "Con Vietnam, el diálogo
es abierto, con sus más y sus menos, pero es abierto y avanzamos lentamente. Ha habido algunos
problemas, pero se han resuelto. En cuanto al viaje a Vietnam, si no voy yo,
seguro que irá Juan XXIV", bromeó, mencionando un Papa hipotético
que aún no existe.
A continuación,
compartimos el texto completo de la rueda de prensa del Papa Francisco,
transcrita y traducida por Vatican News.
El Papa Francisco
responde a los periodistas en el vuelo de vuelta tras su viaje a Mongolia.
***
Matteo Bruni: Gracias, Santidad, por estos días intensos
de encuentro con este pequeño pueblo rico en cultura en una gran tierra, como
usted la ha descrito; y también con una comunidad cristiana viva que da
testimonio de su fe con frescura. Los periodistas han podido interesarse y
conocer este lugar y todavía tienen algunas preguntas que querrían hacerle.
"Buenos días a
todos y gracias por la compañía. Gracias por el trabajo que han realizado.
Mostrando a través de los medios de comunicación también la cultura de este pueblo,
la historia. Muchas gracias".
Jargalsaikhan
Dambadarjaa (The
Defacto Gazete): Muchas gracias, Santidad, por su visita a Mongolia. Mi pregunta es: ¿cuál era su principal objetivo con esta visita y está
satisfecho con el resultado obtenido?
PAPA
FRANCISCO: La idea de visitar Mongolia se me ocurrió pensando en la pequeña
comunidad católica. Hago estos viajes para visitar comunidad católica y también
para entrar en diálogo con la historia y la cultura del pueblo, con la mística
propia de un pueblo. Es importante que la
evangelización no se conciba como proselitismo. El proselitismo siempre
restringe.
»El Papa Benedicto
dijo que la fe no crece por proselitismo sino por atracción. El anuncio del Evangelio entra en diálogo con la cultura. Hay una
evangelización de la cultura y también una inculturación del Evangelio.
Porque los cristianos también expresan sus valores
cristianos con la cultura de su propio pueblo. Esto es lo contrario de lo que
sería una colonización religiosa. Para mí, el viaje era conocer a este pueblo,
entrar en diálogo con este pueblo, recibir la cultura de este pueblo y
acompañar a la Iglesia en su camino con mucho respeto por la cultura de este
pueblo. Y estoy satisfecho del resultado.
Ulambadrakh Markhaakhuu (ULS Suld Tv): El actual
conflicto de civilizaciones sólo puede resolverse mediante el diálogo, como ha
dicho Su Santidad. ¿Puede Ulán Bator ofrecerse como
plataforma para un diálogo internacional entre Europa y Asia?
PAPA
FRANCISCO: Creo que sí. Pero ustedes tienen una cosa muy interesante, que también
fomenta este diálogo, y permítanme llamarla la 'mística
del tercer vecino', que les hace seguir adelante en una política de
tercer vecino. Ulán Bator es la capital del país más alejado del mar, y podemos
decir que su tierra está entre dos grandes potencias, Rusia y China. Y por eso su mística es intentar dialogar incluso con
sus "terceros vecinos": no por desprecio a
estos dos, porque mantiene buenas relaciones con ambos, sino por un anhelo de universalidad, de mostrar sus valores al mundo entero, y también de recibir de los demás sus valores para poder
dialogar. Es curioso que en la historia salir a buscar otras tierras, muchas
veces se confundió con colonialismo, o entrar a dominar, siempre. En cambio
ustedes, con esta mística del tercer vecino, tienen esta filosofía de salir a
buscar para dialogar. Me ha gustado mucho esta expresión del tercer vecino. Es
una riqueza suya.
Cristina Cabrejas (EFE): Ayer envió usted un mensaje al
pueblo chino y pidió a los católicos que sean buenos ciudadanos después de que
las autoridades del país no permitieran a los obispos venir a Mongolia. ¿Cómo son las relaciones con China en estos momentos?
¿Y hay noticias sobre el viaje del cardenal Zuppi a Pekín y la misión a
Ucrania?
PAPA
FRANCISCO: La misión del cardenal Zuppi es una misión de paz que yo le he
asignado. Y ha hecho un plan para visitar Moscú, Kiev, Estados Unidos y también
Pekín. El cardenal Zuppi es un hombre de gran diálogo y visión universal, tiene
en su historia la experiencia del trabajo realizado en Mozambique en la
búsqueda de la paz y por eso le he enviado. Las relaciones con China son muy
respetuosas, muy respetuosas. Personalmente tengo una gran
admiración por el pueblo chino, los
canales son muy abiertos, para el nombramiento de obispos hay una comisión que
trabaja desde hace tiempo con el gobierno chino y el Vaticano, luego hay muchos
o mejor dicho hay algunos sacerdotes católicos o intelectuales católicos que
son invitados a menudo a las universidades chinas a dar cursos. Creo que debemos
avanzar en el aspecto religioso para entendernos mejor y que los ciudadanos
chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura y sus valores y que la
Iglesia depende de otra potencia extranjera. La comisión
presidida por el cardenal Parolin está haciendo bien este camino amistoso:
están haciendo un buen trabajo, también por parte de China,
las relaciones están en marcha. Siento un gran respeto por el pueblo chino.
Gerard O'Connell (America Magazine): Santidad,
las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede son muy positivas en este momento,
han dado un notable paso adelante recientemente. Muchos católicos vietnamitas
le piden que les visite, como hizo en Mongolia. ¿Existe
ahora la posibilidad de visitar Vietnam, hay alguna invitación del gobierno? ¿Y
qué otros viajes tiene programados?
PAPA
FRANCISCO: Vietnam es una de las experiencias de diálogo más hermosas que ha tenido
la Iglesia en los últimos tiempos. Yo diría que es como una simpatía en el
diálogo. Ambas partes han tenido la buena voluntad de
entenderse y buscar caminos, ha
habido problemas, pero en Vietnam creo que tarde o temprano los problemas se
superan. Hace poco hemos hablado libremente con el Presidente de Vietnam. Soy
muy positivo respecto a las relaciones con Vietnam, desde hace años se trabaja
bien. Recuerdo que hace cuatro años vino a visitarnos un grupo de
parlamentarios vietnamitas: mantuvimos con ellos un
diálogo agradable, muy respetuoso. Cuando una cultura es abierta, existe
la posibilidad de dialogar; si hay cerrazón o recelo, el diálogo es muy
difícil. Con Vietnam, el diálogo es abierto, con sus más y sus menos,
pero es abierto y avanzamos lentamente. Ha habido algunos problemas, pero se
han resuelto.
En cuanto al viaje a Vietnam, si
no voy yo, seguro que irá Juan XXIV... Es seguro que irá, porque es una tierra
que merece ir, que tiene mi simpatía. Sobre los otros
viajes está Marsella y luego hay alguno en un pequeño país de Europa y estamos viendo si podemos hacerlo. Pero,
le digo la verdad, para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al
principio, hay limitaciones para caminar y esto limita, pero ya veremos.
Fausto Gasparroni
(ANSA): Santidad, sus declaraciones a los jóvenes
católicos rusos sobre la gran madre Rusia, la herencia de figuras como Pedro el
Grande y Catalina II, han suscitado recientemente un debate. Son declaraciones
que -digámoslo así- han irritado mucho a los ucranianos, han tenido también
consecuencias en el ámbito diplomático y se han visto en
cierto modo casi como una exaltación del imperialismo ruso y una especie de aval a la política de
Putin. A usted, quería preguntarle, ¿por qué sintió
la necesidad de hacer estas afirmaciones, si consideró hacerlas, si las
repetiría; y también, en aras de la claridad, si podría decirnos qué piensa de
los imperialismos y, en particular, del imperialismo ruso?
PAPA
FRANCISCO: Pongámosla en su sitio: un diálogo con los
jóvenes rusos. Y al final del diálogo les di un mensaje, un mensaje que
siempre repito: que se hagan cargo de su herencia. Primer punto: que se hagan cargo de su herencia. Lo mismo digo en todas
partes. E incluso
con esta visión trato de hacer el diálogo entre abuelos y nietos: que los
nietos se hagan cargo de la herencia. Esto lo digo en todas partes y este ha sido
el mensaje. Un segundo paso, hacer explícita la herencia: dije de hecho la idea de la gran Rusia, porque la
herencia rusa es muy buena, es muy hermosa. Piensen en el campo de la
literatura, en el campo de la música, hasta un Dostoyevsky que
hoy nos habla de humanismo maduro; ha asumido este humanismo, que se ha
desarrollado, en el arte y en la literatura. Este sería un segundo plano, desde
que hablé de la herencia, ¿no?
El tercero, quizás no del todo
correcto, pero hablando de la gran Rusia en el sentido quizás no tanto
geográfico, sino cultural, me acordaba de
lo que nos enseñaban en la escuela: Pedro I, Catalina II. Y
llegó este tercer (elemento, ndr), que quizá no sea del todo correcto. No lo
sé. Que nos lo digan los historiadores. Pero fue
un añadido que se me ocurrió porque lo había estudiado en la escuela. Lo que les dije a los jóvenes rusos es que
se hicieran cargo de su propia herencia, que tomaran su propia herencia, lo que
significa no comprarla en otra parte. Tomen su propia herencia. Y qué legado ha
dado la gran Rusia: la cultura rusa
es de una belleza, de una profundidad muy grande; y no debería borrarse por
problemas políticos. En Rusia ha habido años oscuros,
pero la herencia siempre ha permanecido así, a la mano.
Luego usted habla de imperialismo.
Y yo no estaba pensando en imperialismo cuando dije
eso, estaba hablando de cultura, y la transmisión de la cultura nunca
es imperial, nunca; siempre es diálogo, y estaba hablando de eso. Es cierto que hay
imperialismos que quieren imponer su ideología. Me
detendré aquí: cuando la cultura se destila y se convierte en ideología,
ése es el veneno. Se utiliza la cultura, pero destilada en
ideología. Esto hay que distinguirlo, cuando es la cultura de un pueblo y
cuando son las ideologías que luego surgen para algún filósofo, algún político
de ese pueblo. Y esto lo digo para todos, incluso para la Iglesia.
Muchas veces se ponen ideologías
dentro de la Iglesia, que alejan a la Iglesia de la vida que viene de la raíz y
va hacia arriba; alejan a la Iglesia de la influencia del Espíritu Santo. Una
ideología es incapaz de encarnarse, es sólo una idea. Pero la
ideología ocupa su lugar y se convierte en política, suele convertirse en
dictadura, se vuelve incapaz de dialogar,
de avanzar con las culturas. Y los imperialismos hacen esto. El imperialismo
siempre se consolida sobre la base de una ideología. También en la Iglesia hay
que distinguir entre doctrina e ideología: la
verdadera doctrina nunca es ideológica, nunca; está enraizada en el pueblo
santo y fiel de Dios; en cambio la ideología está desvinculada de la realidad,
desvinculada del pueblo... No sé si he respondido.
Robert Messner (DPA): Buenos
días. Una pregunta sobre su actualización de Laudato
si'. ¿Puede entenderse como una
muestra de solidaridad para los activistas medioambientales como la
"Última Generación", estos que hacen protestas espectaculares?
¿Quizás haya también un mensaje en esta actualización para los jóvenes
activistas que salen a la calle?
PAPA
FRANCISCO: Un poco en general... yo no voy con estos extremistas. Pero los
jóvenes están preocupados. Un buen científico italiano - tuvimos una reunión en
la Academia - dio un buen discurso y terminó así: "No me
gustaría que mi nieta, que nació ayer, viviera en un mundo tan feo dentro de
treinta años". Los
jóvenes piensan en el futuro. Y en ese sentido me gusta que luchen bien. Pero
cuando la ideología o la presión política tienen algo que ver, no va. Mi Exhortación Apostólica saldrá el día de San Francisco, el 4 de octubre, y es una revisión de lo que ha pasado desde la
COP de París, que ha sido quizá la más fructífera, hasta hoy. Hay algunas
novedades sobre algunas COP y algunas cosas que todavía no se han resuelto y
hay urgencia por resolverlas. No es tan grande como Laudato si', pero está haciendo
avanzar a Laudato si' hacia cosas nuevas.
Etienne Loraillère (KTO
TV): Usted desea una Iglesia sinodal, en Mongolia y en el mundo. La asamblea
de octubre ya es fruto del trabajo del pueblo de Dios. ¿Cómo
será posible implicar a los bautizados de todo el mundo en esta etapa? ¿Cómo se
evitará la polarización ideológica? Y, los participantes ¿podrán hablar y compartir públicamente lo que están
viviendo, para que podamos caminar con ellos? ¿O todo el proceso será secreto?
PAPA
FRANCISCO: Usted ha hablado de evitar las presiones ideológicas. En el Sínodo no
hay lugar para la ideología, es otra dinámica. El Sínodo es diálogo, entre
bautizados, entre miembros de la Iglesia, sobre la vida de la Iglesia, sobre el
diálogo con el mundo, sobre los problemas que afectan hoy a la humanidad. Pero
cuando se piensa (en tomar ndr) un camino ideológico, el Sínodo se acaba. En el Sínodo no hay lugar para la ideología, hay
lugar para el diálogo. Para confrontarnos, entre hermanos, y confrontar la
doctrina de la Iglesia. Seguir adelante.
Luego quiero subrayar que la sinodalidad no es un invento mío: fue de San Pablo VI. Cuando
terminó el Concilio Vaticano II se dio cuenta de que en Occidente la Iglesia
había perdido la dimensión sinodal; la Iglesia de Oriente la tiene. Por eso
creó la Secretaría del Sínodo de los Obispos, que en estos sesenta años ha
llevado adelante la reflexión de manera sinodal, con un progreso continuo,
avanzando. Cuando se cumplieron cincuenta años de esta decisión de san Pablo VI
firmé y publiqué un documento sobre lo que es el Sínodo, sobre lo que ha ido
adelante. Y ahora ha avanzado, ha madurado más, y por eso me pareció muy bien tener un Sínodo sobre la sinodalidad, que no es una
moda, es una cosa antigua, la Iglesia de Oriente la
ha tenido siempre. Pero, ¿cómo vivir la
sinodalidad? Es vivirla como cristiano. Y, como decía antes, sin caer en
ideologías.
El proceso de la asamblea: hay una cosa que debemos cuidar, el ambiente sinodal. Esto
no es un programa de televisión en el que hablamos de todo. No. Hay un momento
religioso, hay un momento de intercambio religioso.
Piensa que en las introducciones sinodales hablarán de tres a cuatro minutos
cada uno, tres (intervenciones, ndr) y luego habrá de tres a cuatro minutos de
silencio para la oración. Luego otros tres, y oración. Sin este espíritu de
oración no hay sinodalidad, es política, es parlamentarismo. El Sínodo no es un
parlamento. Sobre el secreto: hay un departamento dirigido por el doctor
Ruffini, que está aquí, y que hará los comunicados de prensa sobre la marcha
del Sínodo. En un Sínodo hay que guardar la religiosidad y guardar la libertad
de las personas que hablan. Por eso habrá una comisión, presidida por el Dr.
Ruffini, que se encargará de informar sobre la marcha del Sínodo.
Antonio Pelayo (Vida Nueva): Santo
Padre, usted acaba de hablar del Sínodo y todos estamos de acuerdo con usted en
que este Sínodo despierta mucha curiosidad e interés. Desgraciadamente, también
despierta muchas críticas procedentes de círculos católicos. Quiero referirme
a un libro prologado por el cardenal Burke que dice
que el Sínodo es la caja de Pandora de la que saldrán todas las calamidades para la Iglesia. ¿Qué
opina de esta postura? ¿Cree que será superada por la realidad o que
condicionará el Sínodo?
PAPA
FRANCISCO: No sé si lo he dicho alguna vez. Hace unos meses llamé a una
carmelita. "¿Cómo están las monjas, Madre
Superiora?". Era un Carmelo no italiano. Y me contestó la priora. Y
al final me dice: "Santidad, tenemos miedo con
el Sínodo". "Pero ¿qué pasa?, le digo bromeando. '¿Queréis enviar a una monja al Sínodo?". "No, tenemos miedo de que nos cambie la doctrina". Y
esto es lo que tú dices: existe esta idea... Pero si vas a la raíz de estas
ideas encontrarás ideologías. Siempre, cuando en la Iglesia se quiere
desprender el camino de la comunión, lo que siempre se desprende es la
ideología. Y acusan a la Iglesia de esto o de lo otro, pero nunca la acusan de
lo que es verdad: pecadora. Nunca dicen pecadora... Defienden una 'doctrina' entre comillas, que es una doctrina como el
agua destilada, no tiene sabor a nada y no es la verdadera doctrina católica que
está en el Credo. Y eso tantas veces escandaliza; como escandaliza la idea de
que Dios se hizo carne, de que Dios se hizo Hombre, de que la Virgen conservó
su virginidad. Eso escandaliza.
Cindy Wooden (CNS): Buenos
días, Santidad, quisiera continuar con la pregunta de mi colega francés sobre
el Sínodo y la información. Muchos fieles laicos han dedicado mucho tiempo, han
rezado, se han implicado hablando, escuchando. Quieren
saber lo que ocurre durante el Sínodo, la asamblea. Y usted ha hablado de su experiencia del
Sínodo sobre los religiosos, durante el cual algunos del Sínodo habían dicho "no pongas esto", "no puedes decir
esto...". Los periodistas ni siquiera tenemos acceso a
la asamblea y a las sesiones generales, ¿cómo podemos estar seguros de que lo que se nos da como
“pappa” (papilla) es verdad? ¿No hay posibilidad de ser un poco más abiertos
con los periodistas?
PAPA FRANCISCO: Pero muy abierto, querida, ¡está bien
abierto! Hay una comisión presidida por Ruffini que dará las noticias
todos los días. Pero más abierto no sé, más abierto no sé... y es bueno que
esta comisión sea muy respetuosa de las intervenciones de todos y trate de no
parlotear, sino de decir las cosas justamente
sobre la marcha sinodal que son constructivas para la Iglesia. Si quieres, si alguien quiere que la noticia sea
'este la tomó con aquel por esto o por lo otro',
eso es cháchara política. La comisión tiene una tarea nada fácil, decir 'hoy la reflexión va por aquí, va por allá', y
transmitir el espíritu eclesial, no el político. Un parlamento es diferente de
un Sínodo. No olvidéis que el
protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. ¿Y cómo se puede transmitir esto? Por eso hay que
transmitir la dirección eclesial.
Vincenzo Romeo (RAI TG
2): Buenos días, Santidad. Usted es
el Papa de las periferias y las periferias, especialmente en Italia, están
sufriendo mucho. Hemos tenido algunos episodios preocupantes de violencia, de
degradación... por ejemplo, cerca de Nápoles, un párroco, Don Patriciello, que
incluso le invitó a ir, luego a Palermo... ¿Qué se
puede hacer? Visitó las villas miserias en Buenos Aires, así que tiene
experiencia en esto. Nuestro primer ministro también visitó una de estas
periferias, hay mucha discusión sobre esto. ¿Qué se
puede hacer, qué pueden hacer la Iglesia y las instituciones del Estado para superar
esta degradación y hacer que las periferias sean realmente parte de un país?
PAPA
FRANCISCO: Tú, con esto, hablas de las periferias como de las favelas: se debe
seguir adelante, ir allí y trabajar allí, como se hizo en Buenos Aires con los
curas que trabajaban allí: un equipo de curas con
un obispo auxiliar a la cabeza y se trabaja allí. Debemos estar abiertos
a esto, los gobiernos deben estar abiertos, todos
los gobiernos del mundo, pero hay periferias que son trágicas.
Vuelvo a una periferia escandalosa que se intenta tapar: la de los Rohingya. Los rohingya sufren, no son
cristianos, son musulmanes, pero sufren porque los han convertido en una
periferia, los han expulsado. Tenemos que ver los diferentes tipos de
periferias y también aprender que la periferia es donde la realidad humana es
más evidente y menos sofisticada - (también hay ndr) malos momentos no quiero
idealizar - pero se percibe mejor.
Un filósofo dijo una vez algo que
me impactó mucho: "La realidad se comprende
mejor desde las periferias". Hay que hablar con las periferias y
los gobiernos tienen que hacer verdadera justicia social, verdadera justicia
social, con las distintas periferias sociales y también con las periferias
ideológicas ir a hablar, porque muchas veces es alguna periferia ideológica
exquisita la que provoca a las periferias sociales. El mundo de las periferias
no es fácil. Gracias.
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