SE
REÚNE CON EL CLERO, MISIONEROS, CONSAGRADAS Y AGENTES PASTORALES, EN LA
CATEDRAL DE ULÁN BATOR
"Los gobiernos y las instituciones seculares
no tienen nada que temer de la acción evangelizadora de la Iglesia, porque no
tiene ninguna agenda política que sacar adelante", dijo el Papa ante un
nutrido grupo de católicos.
El Papa se reunió este sábado, a
las 16:00 hora local, con obispos, sacerdotes, misioneros, consagrados y
agentes pastorales de Mongolia. La catedral de San Pedro y San Pablo de
Ulán Bator acogió a una nutrida representación de los
apenas 1500 bautizados que
tiene el país asiático.
El encuentro estuvo presidido por
una talla de la Inmaculada, rescatada de un vertedero hace
diez años por una mujer con la que el Papa se encontró
al comienzo. El manto de la Virgen fue elaborado con pequeños trozos de tela
enviados por todos los católicos mongoles.
GASTAR
LA VIDA POR CRISTO
El acto comenzó con tres
testimonios: el de Salvia, una religiosa misionera de la caridad; el de Peter
Sanjaajav, un sacerdote mongol que se crió
precisamente junto a las hermanas de la Madre Teresa, y el de
la agente pastoral Rufina.
"Hagamos
memoria de tantos fieles servidores del Evangelio en Mongolia, que están aquí
con nosotros ahora y que, después de haber gastado su vida por Cristo, ven y gustan las maravillas que su
bondad sigue realizando en ustedes y a través de ustedes", comenzó diciendo Francisco.
El Papa visitó una casa
tradicional mongola antes del acto en la catedral de Ulán Bator.
En este punto, el Papa apuntó a
la verdadera fuente de los creyentes. "Cristiano es aquel que sabe adorar.
No se olviden de la adoración. Hermanos y hermanas, la vida cristiana nace de la contemplación de este rostro, es una cuestión de amor, de encuentro cotidiano con el
Señor en la Palabra y en el Pan de vida, en el rostro de los demás, en los
necesitados, donde Cristo está presente", expresó.
"En estos
treinta y un años de presencia en Mongolia, ustedes, queridos sacerdotes,
consagrados, consagradas y agentes pastorales, han dado vida a una múltiple
variedad de iniciativas caritativas que absorben la mayor parte
de sus energías y reflejan el rostro misericordioso de Cristo buen
samaritano", agradeció el Papa.
SIN
NINGUNA AGENDA POLÍTICA
Sin embargo, advirtió de que esto
podría convertirse en "un trabajo que corre el
riesgo de quedar en una estéril prestación de servicios, en un sucederse de
tareas que se deben hacer, pero que terminan por no trasmitir nada
más que cansancio y frustración".
Por eso, Francisco animó a los
católicos del país a no ser "personas ocupadas
y distraídas que llevan adelante proyectos, quizás con el riesgo de parecer amargadas a
causa de una vida que no es ciertamente fácil sino volver a la fuente, al
rostro de Jesús, a gustar de su presencia".
El Papa también señaló que el
mensaje evangélico no es una promesa política. "El
Señor Jesús, cuando envió a los suyos en el mundo, no los mandó a difundir un
pensamiento político, sino a testimoniar con la vida la novedad del
Evangelio", dijo.
"Los gobiernos
y las instituciones seculares no tienen nada que temer de la acción
evangelizadora de la Iglesia, porque no tiene ninguna agenda política que sacar
adelante, sino que sólo conoce la fuerza humilde de la gracia de
Dios y de una Palabra de misericordia y de verdad, capaz de
promover el bien de todos", añadió.
A la hora de hablar de la Iglesia, el Papa
recalcó la importancia de la comunión. "Los invito a ver en el obispo
no un manager, sino la imagen viva de
Cristo buen Pastor que reúne y guía a su pueblo; un discípulo colmado del
carisma apostólico para que edifique vuestra fraternidad en Cristo y la radique
cada vez más en esta nación con una noble identidad cultural",
expresó.
Que el obispo de Mongolia sea
actualmente cardenal, el misionero italiano Marengo, es un signo de que "todos ustedes, lejanos sólo físicamente, están
muy cerca del corazón de Pedro; y toda la Iglesia está cerca de
ustedes, de vuestra comunidad, que es verdaderamente católica, es decir,
universal, pues atrae hacia Mongolia la simpatía de muchos hermanos y hermanas
esparcidos por el mundo, en una gran comunión eclesial".
CONOCIENDO
LA LENGUA Y SU CULTURA
"La unidad de
la Iglesia no es una cuestión de orden y respeto, ni siquiera una buena
estrategia para 'hacer amigos', es una cuestión de fe y de amor al Señor, es
fidelidad a Él. Por eso es importante que todos los componentes eclesiales se
aglutinen alrededor del obispo, que representa a Cristo vivo en medio de su
Pueblo, construyendo esa comunión sinodal que ya es anuncio y que
tanto ayuda a inculturar la fe", añadió.
Refiriéndose a los misioneros y
misioneras, el Papa les pidió "estar siempre
cerca de la gente, atendiéndolos personalmente, aprendiendo la lengua, respetando
y amando su cultura, no dejándose tentar por las seguridades
mundanas, sino permaneciendo firmes en el Evangelio a través de una ejemplar
rectitud de vida espiritual y moral".
Para concluir, el Papa tomó
como ejemplo a María. "No tengan miedo de los
números reducidos, de los éxitos que no llegan, de la relevancia que no
aparece. No es este el camino de Dios. La Virgen, sin mancha, inmune al pecado,
ha querido hacerse cercana hasta el punto de ser confundida con los
deshechos de la sociedad, de forma que de la suciedad de la basura
ha surgido la pureza de la Santa Madre de Dios", comentó el Papa
sobre la Virgen encontrada en el basurero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario