40.000 PERSONAS EN EL ESTADIO DEL BENFICA, POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS; NO ES MÁS DE LO MISMO
El encuentro de oración The Change en el
Estadio da Luz del Benfica, en Lisboa, en la noche del viernes, tras
el Via Crucis, atrajo a unas 40.000 personas, de las que quizá
sólo 1 de cada 4 eran católicas.
Aunque los medios vaticanos no le
dieron cancha (estaban cubriendo el encuentro de influencers católicos), es probable que este gran encuentro de
católicos, evangélicos y protestantes de otras ramas tenga
"reverberaciones" profundas a
lo largo del tiempo, mucho más allá de un rato de música y oración, como
analizaremos.
El encuentro en sí fue
impresionante. Pidieron al actor Jonathan Roumie (católico, que interpreta a Jesús en The Chosen)
que dirigiera una oración por el Papa, y así la improvisó él, poniendo a
unos 30.000 protestantes y 10.000 católicos a rogar a
Dios por el Papa Francisco, para
que le diera sabiduría, para trabajar por la unidad de los cristianos y por la
evangelización.
Participaron en el
encuentro el entrenador de fútbol Fernando Santos, el
ex-futbolista Giovanni Mauricio (estuvo
en el F.C.Barcelona y en el Benfica), la cantante de fado Mariza (que
el día anterior cantó ante el Papa en la ceremonia de bienvenida), músicos
cristianos como Matt Maher (católico) e Israel
Houghton (evangélico) y
líderes religiosos como Nicky Gumbel, de Alpha. Se emitió un vídeo con saludos del Papa Francisco y del
cardenal Raniero Cantalamessa, asiduo a encuentros con
carismáticos católicos o protestantes.
UNAS 40.000 PERSONAS EN
EL ESTADIO DEL BENFICA EN THE CHANGE PARA ALABAR A CRISTO.
Hubo mucha música de alabanza,
invocación del Espíritu Santo, oración de entrega a Cristo y sensación de que Dios estaba haciendo "algo" esa noche, lo que en ambientes carismáticos
llaman "unción".
Pero más interesante aún que el
acto en sí es la corriente de trabajo previa y las personas que lo apoyaron: líderes evangélicos que normalmente no han estado
especialmente cerca del mundo católico, pero que ahora tienen
clara conciencia de que la situación del mundo y la evangelización
requieren encontrar caminos de unidad entre cristianos de distintas tradiciones.
EL
ENCUENTRO DE ORACIÓN: PÚBLICO Y MÚSICOS
El encuentro de alabanza y
oración en el Benfica duró casi 4
horas. Se habían repartido casi 65.000 entradas gratis, y acudieron unas 40.000 personas. ¡Había muchos encuentros de cultura y fe esa noche de
viernes en Lisboa!
Entre los asistentes había
sacerdotes, monjas y jóvenes de todos los países. Abundaban los africanos de
países lusófonos y brasileños. Se veían banderas de Regnum
Christi, de la comunidad carismática Fe y Vida y de sus
allegados, la ENC, una
red de comunidades carismáticas de toda Europa, católicas la mayoría, pero
algunas son ecuménicas, protestantes y ortodoxas. La organización calculaba el
día previo que los católicos serían un 20%,
pero es posible que fueran un 25% o más. En el estadio abundaban las
camisetas de la JMJ.
Los convocantes (pero sin
aparición apenas en el escenario) eran la Asociación Rodrigues Pereira
(una modesta iglesia evangélica de Lisboa) y Charis, la
entidad coordinadora internacional de la Renovación Carismática Católica, que
parece que aportó sobre todo difusión del evento y el enlace oficial con la
JMJ.
En el escenario, aparecieron
músicos de fe como el católico norteamericano Matt
Maher, y los evangélicos Taya Smith (de Hillsong), Israel Houghton, Ana Paula Valadao,
Alessandro Vilas Boas y Laura Souguellis. Todos participaron en todos los temas, ninguno
dejó el escenario, todos cantaron juntos y dieron paso y
apoyaron entre ellos. No fue un recital en el que cada uno iba "a su tema": todos los temas eran de todos aunque
cantara un solista principal.
Jonathan Roumie,
el actor, tocó la batería en un par de temas al final. "Veo a Jesús en la percusión", decían los comentarios en directo por Zoom, Facebook y YouTube.
"Estoy vivo
porque Él vive", empezó cantando Matt Maher. "Él vive" se convirtió en la proclamación inicial sobre la que
todo se construye, también la
Iglesia y su unidad. Después Israel Houghton cantó: "Soy
un amigo de Dios, Él me llama amigo", proclamando un Dios cercano.
BASES
BÍBLICAS DE UNIDAD COMPARTIDA
"Este
encuentro es para proclamar a Jesús como Señor de nuestra vida,
y de nuestras naciones, y de todo el mundo", dejaron claro tras las dos primeras canciones. Citaron Efesios 4: "Un solo Dios, un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo". Y Juan 17: "Que
sean uno, como Tú y Yo somos uno, y que el mundo pueda creer".
Enseguida empezaron una
invocación salmodiada al Espíritu Santo. Cuando cantaron "Espíritu Santo, bienvenido a este lugar" se
sumó todo el estadio. Después Matt Maher retomó una versión cantada del
Padrenuestro (que ha trabajado recientemente con Taya). Las voces femeninas
impresionaron con la muy popular "Revelation
Song" (la canción de
los Ancianos en el Apocalipsis) en inglés y portugués. También el estadio
entero se sumó a cantar "Santo es el
Señor Poderoso", especialmente
en portugués.
MAURICIO
Y FERNANDO SANTOS: FUTBOLISTAS CON FE VIVA
Tras esto, un espacio de
testimonios breves. Habló Giovanni
Mauricio,
exfutbolista, que estuvo 2 años en el F.C.Barcelona y varios en el Benfica. Explicó
que Jesús llena su vida desde 1996 y que Dios le ha ayudado dándole paz durante
sus 17 años de carrera deportiva, y también después, siendo pastor evangélico.
Habló también el popularísimo Fernando Santos, que fue
seleccionador nacional de
futbol de Portugal y hoy lo es de Polonia. Conquistó la Eurocopa de 2016 y la
Liga de las Naciones de 2018-2019. Católico declarado y abierto, devoto de
Fátima y de la adoración al Santísimo, escribió una carta a Dios dando gracias
por la victoria de 2016. "Como de
costumbre pedí a Dios que me iluminara con el Espíritu Santo, en mis
decisiones. Y en vez de preparar un plan de juego le escribí una carta dando
gracias a Dios por su poder infinito", admite. Esa carta inspira
hoy a muchos.
"Un periodo
largo de mi vida estuve alejado de Dios, pero siempre supe que Él no estaba
lejos de mí. En 1994 descubrí que Dios estaba verdaderamente vivo. Porque pertenecemos
a Cristo, Él crece en nosotros, nos guía y nos transforma con el
Espíritu Santo".
EL
TESTIMONIO DE ROUMIE, "JESÚS" EN THE CHOSEN
El actor Jonathan Roumie fue
recibido con una enorme ovación. The Chosen, la serie en la que interpreta a
Jesús, lleva 220 millones de visionados en Internet y se financia con microdonaciones de miles
de entusiastas.
Roumie contó su testimonio. "Hace 5 años tenía problemas serios", dijo.
"Llevaba 8 años ya como actor, estaba
hundido y arruinado. Me quedaban 20 dólares a mi nombre y comida para un día. Solo pude ponerme de rodillas y rendirle mi vida entera a Dios. Le
dije: 'Señor, si hay algo más que quieres que haga,
dímelo, porque esto es bastante duro. Pero confío en lo que dices, que nunca me
abandonas'. Y al día siguiente me gasté mis 20
dólares en un buen desayuno. Y un rato después me llegaron varios e-mails, no
sabía de dónde, pero yo sabía que los enviaba Dios. Siempre me tuvo en sus
manos, pero me di cuenta cuando me confié. ¡Y tres
meses después empecé The Chosen!"
Sobre la vida cristiana, dijo: "El desafío es vivir tan perfectamente como Jesús.
Eso no es posible, pero puedes vivir una vida en fe y en Cristo, la más
auténtica que puedas. En todo lo que hago, en mi vida, intento que la
gente vea en mis actos el rostro de Cristo", aseguró.
Recientemente muchos espectadores
le han visto en la película "The Jesus
Revolution", en la que
interpreta a Frisbee, un personaje real, un pastor carismático de la época
hippy. Como en otros papeles, dice, rezó para que Dios le ayudara. Entendió que
Frisbee estaba apasionado por Cristo.
Después, le explicaron que el
Papa, durante un encuentro con líderes de distintas denominaciones ese mismo
día, les había pedido oración. Así que encargaron a Roumie guiar a los
40.000 asistentes (recordemos,
protestantes la mayoría) en una oración por el Papa.
Era estremecedor ver a Roumie, "voz y rostro" de Cristo en una teleserie, improvisando
palabras sinceras para que
personas de distintas tradiciones oraran por el Papa de Roma. Roumie improvisó
así:
"Señor, te
damos gracias por la gente hermosa que amas. Queremos llenar tu estadio con tu
amor y compasión, con tu amabilidad y tu Espíritu Santo. Te pedimos que bendigas
a tu hijo, nuestro hermano, el Papa Francisco, al que has encargado las almas
de millones de católicos en todo el mundo. Sigue guiando sus
decisiones y acciones, para que trabaje por la unidad del Cuerpo de Cristo, que
le des una vida larga y palabras de influencia para el mundo. Que entendamos
que estamos conectados todos contigo por el sacrificio de Cristo en la Cruz y
su entrega del Espiritu Santo".
Después, pastores y músicos y
público extendieron la mano como gesto de intercesión y rezaron por Roumie.
Un ejemplo de la capacidad de
Roumie para hacer de puente entre católicos y protestantes se podía encontrar
en el chat de Zoom que acompañaba el evento. Uno escribió: "Gracias a Jonathan, conocí la app católica Hallow. Como protestante, me
impresionó cómo la
música, la oración y la Escritura en esa app me han sostenido durante el Covid
y han afectado a mi vida. ¡Tenemos tanto en común!
Rezar esto será un punto de inflexión en nuestra relación como cristianos,
todos llenos de Espíritu Santo por la gloria de Dios".
En la parte musical, los músicos
cantaron también "Él quemó todos los otros
amores", y "Como amo Su nombre" en
portugués entre salmodias improvisadas. Cuando se cantó "Oceans", el famosísimo tema de Hillsong que cumple este mes 10
años, cantó el estadio entero, cada uno en su
idioma. Y ya hacia el final, "La
oscura noche iluminará, Dios de avivamiento".
MARIZA:
DEL PAPA A THE CHANGE
Mariza, la famosa cantante de
fado que había cantado ante el Papa el día antes en la ceremonia inaugural de
la JMJ, cantó "Lo mejor de mí". Después,
explicó a su anfitrión, el evangelizador Pedro Adao: "Siempre pensé que alguna vez podría poner mi voz al servicio de Dios,
cantar para Él, no pensé que podría ser así. Impresiona ver a la gente unida
por la música, por el amor, estoy sorprendida. Gracias por hacerme venir".
Sobre su canción junto al Papa admitió que en ese momento "estaba temblando".
Mariza es católica, y siempre fue
creyente, aunque poco practicante. Cuando nació su hijo, un bebé muy prematuro
de pulmones frágiles, acudió con su madre al
Santuario de Fátima a rezar a la Virgen: "Tú eres madre, yo soy madre, por favor
ayúdame". El bebé es hoy un adolescente fuerte y sano y ella dice
que cambió su relación con Dios. Esta historia mariana la ha contado en un par
de ocasiones.
NICKY
GUMBEL, DE ALPHA, Y LA UNIDAD ENTRE CRISTIANOS
El último parlamento detallado lo
hizo Nicky Gumbel, pastor anglicano e impulsor de Cursos Alpha durante muchos
años. Recordó que a los 18 años era ateo, pero
leyó el Nuevo Testamento:
"¡Me parecía que Cristo salía vivo de las páginas, y quería que
todos vivieran los mismo que yo!"
Con Alpha, trabajó
mucho en colaboración con cristianos de otras denominaciones. "Aprendí a
amarlos", explicó. Citó al hoy cardenal Cantalamessa: "Lo que nos une es mucho más que lo que nos
separa, ser hijos de Dios Padre por el bautismo, ser hermanos, tener el Espíritu
Santo. La única oración larga que tenemos de Cristo es la de
'que sean uno para que el mundo crea'".
Gumbel pidió a los asistentes "comprometernos para el cambio que viene, no
pelearnos entre nosotros, sino unirnos en Cristo y llevar el evangelio al mundo. Quien
quiera hacerlo en los próximos 10 años, rezaremos por él ahora. La unidad no se
puede fingir ni fabricar, sólo la puede hacer el Espíritu Santo".
Todo el estadio se sumó entonces
en una oración al Espíritu Santo. Los letreros luminosos del Estadio da Luz
mostraron un mensaje en español del Evangelio: "Brille
vuestra luz delante de los hombres, para que den gloria a Dios".
Rodrigues Pereira, el pastor
portugués que impulsó el encuentro, al final de la noche animó a todos a "hacer la decisión de tomar a Jesús como Señor y
Salvador y vivir para Él", "la decisión más importante de tu
vida". Una de las cantantes proclamó una
frase de Juan Pablo II, "uno de mis líderes espirituales preferidos: él dijo
que la vida con Cristo es una
maravillosa aventura, ¡Cristo nos
invita"
En breves anuncios recomendaron
la serie The Chosen, los cursos Alpha ("para adultos y jóvenes, invitad a amigos que no
conocen a Cristo, que se preguntan por la vida") y Bible
App. En los comentarios transmitidos por Zoom y YouTube al final del encuentro,
la esposa de Pedro Adao, se admiraba: "Curas, monjas, gente de
todas las edades, idiomas, países... nunca pensé que vería algo así".
EL
TRASFONDO: LOS TIEMPOS SON ESPECIALES
¿Quedará todo en
una noche bonita de alabanza y oración interdenominacional? Los organizadores quieren que pase mucho más, incluso hablan -lo adelantaron en un encuentro previo online- de un documento por
la unidad y la
evangelización que puedan firmar católicos, evangélicos, ortodoxos y otros
cristianos.
Hay varias cosas
novedosas en este impulso de
unidad que hacen que no sea "más de lo
mismo".
La primera es el encuentro
mismo: nunca en Europa se habían juntado decenas de miles de católicos y
evangélicos para alabar juntos a Dios, compartir el escenario, hacer
oración explícita juntos... ¡y poner a orar por el Papa a 30.000 protestantes
con 10.000 católicos!
La única excepción sería, quizá,
en los encuentros de Taizé, pero en ellos los católicos suelen
ser el 80% o más, mientras que aquí el 80% era protestante, y no suelen reunir
más de 20.000 jóvenes.
Incluso en Estados Unidos, donde
carismáticos de ambas tradiciones se llevan mejor y colaboran en más cosas, es
difícil recordar un evento así.
Otro rasgo peculiar es el elenco
peculiar de personalidades evangélicas que han apoyado el encuentro "y lo que venga después". Nicky Gumbel y
Alpha siempre han tendido puentes ecuménicos, pero aquí se han sumado con entusiasmo líderes de tradición pentecostal que solían
ver muy de lejos todo lo católico.
Rodrigues Pereira,
Heidi Baker y Pedro Adao en los días previos a The Change, en encuentros
preparatorios: no lo tienen todo claro, pero sí tienen claro que Cristo pide
unidad (al menos, más unidad) para evangelizar.
En los encuentros preparatorios
online han hablado evangélicos como Lou Engle, Bill
Johnson (de Bethel), Heidi Baker o Patricia King. Todos
son provida y profamilia, pero no vienen de entornos que se trataran mucho con
católicos. Hasta ahora.
Cuando se llama "The
Change" (El Cambio) al encuentro es porque notan que algo
cambia. Hay una sensación de urgencia: los
tiempos son malos y los
cristianos que se toman en serio la evangelización, la Biblia y el Espíritu
Santo, sean católicos, ortodoxos o evangélicos, deben aprender a rezar
juntos y quizá hacer más cosas juntos por
el Reino de Dios.
Pedro Adao, uno de los impulsores
del encuentro, dice que se busca unidad "en
Juan 17", es decir "unidad para
que el mundo crea en Cristo, para que los hombres le conozcan como Dios y
Salvador y que sepan que
Dios los ama a cada uno".
"Puede haber
incomodidad, habrá incomodidad, pero ¡bienvenidos al club! A veces Dios nos pide
estar incómodos para hacer su voluntad", advierte.
Heidi Baker, evangelizadora
evangélica que habla portugués y tiene experiencia en África, admite que "hay muchas cosas que hacemos por Dios sin
tenerlas muy claras. Pero nos necesitamos unos a
otros, los distintos cristianos, porque, como dice San Pablo, la
mano no puede decir al pie 'no te necesito', somos partes del
cuerpo de Cristo. Dios es Padre y quiere que nos queramos y dejemos de hablar
mal unos de otros".
MIKE
BICKLE: "NOS VAN A LLAMAR DE TODO, ME DA IGUAL"
Quizá el análisis más explícito
es el de Mike Bickle, líder de IHOP en Kansas City, comunidad muy influyente
por la música que genera y su formación de muchos pastores y músicos
jóvenes. "Nos van a llamar de todo [anti-ecuménicos de ambos lados, nota de ReL], lo
sabemos, pero habrá que soportar las críticas", adelanta Bickle.
Mike Bickle detalla: "A veces se reúnen algunos líderes católicos y
protestantes para hablar y orar juntos, y está bien. Pero creo que es la
primera vez en Europa que
miles y miles de fieles de a pie, católicos y evangélicos y protestantes, se
reúnen y llenan un estadio para alabar y predicar juntos a
Cristo. Creo que eso es histórico".
Él habla de una necesidad de
cosechar "mil millones de almas". También
de la necesidad, dice él, de que cooperen y trabajen
juntos los cristianos que cumplen 4 requisitos que
define así:
- son "nacidos
de nuevo" (como
distintos grupos usan esa expresión para cosas distintas, lo concreta como
"los que de verdad aman a Cristo y quieren obedecerlo");
- "obedecen la Escritura como autoridad final"
(católicos y ortodoxos matizarían esto, al entender que la Escritura es
autoridad, sí, pero fruto y parte de la Tradición; pero parece que a Bickle le
basta con que se ame la Biblia y se crea y confíe en ella);
- "aceptan el ministerio en el Espíritu Santo" (se
refiere a que oran pidiendo dones, carismas, sanación, conversión y en general
obras del poder de Dios, es decir, son de estilo carismático);
- "entienden
la Gran Comisión", es decir, sienten la urgencia de
evangelizar, bautizar y hacer discípulos para Cristo.
"Hay
millones de católicos que cumplen esto y también muchos protestantes, y ortodoxos y
coptos", afirma Bickle. "No hablo de las organizaciones, sino de las
personas. Sí, hay rivalidades históricas, conflictos que heredamos, pero lo que
yo digo es: yo te amo, tú me amas, todos amamos a Cristo y juntos podemos llevarlo al
mundo. Nos van a
regañar [protestantes poco ecuménicos]: 'eh, pero te juntas con católicos, y
con ortodoxos'; pues sí, vamos a hacerlo para llevar a Cristo a los
hombres".
Bickle no es un ejemplo de
pentecostal muy procatólico, pero por haber dado un par de citas sobre mística
de Santa Teresa y San Juan de la Cruz y hablar de monjes en liturgia de las
horas para defender su organización que reza
haciendo turnos sin cesar desde 1999 ya
le han acusado de eso protestantes más anticatólicos.
Ahora dice que le da igual el
estigma que le pongan. "Pedro en Jerusalén, que había defendido la entrada
de gentiles en la Iglesia, luego se acobardó porque le estigmatizaban. Tuvo que
venir Pablo a reprenderle. No
vamos a asustarnos porque nos estigmaticen. Amaremos a la gente, y la cosecha y
lo que Dios va a hacer", insiste.
PROTESTANTE
ASOMBRADO POR LA JMJ DEL 2000
Bickle cuenta que algo que le
abrió a esta perspectiva fue la JMJ del año 2000 en Roma.
"Yo fui allí, orgulloso de ser protestante, porque me invitaron amigos católicos carismáticos. Me
impresionó: ¡dos millones de jóvenes católicos! Y allí se predicaba
el Evangelio, se rezaba por los enfermos, la gente optaba
pro Cristo y se salvaba... Mis amigos católicos lo hacían, y eran
firmes en su fe en Cristo. Volví a casa, a EEUU, investigué... ¡Hay más de cien
millones de católicos carismáticos, o no sé cuántos, muchos!"
Los gestos de acogida del Papa
Francisco con evangélicos y pentecostales también le llamaron la atención. "Hace unos años el Papa invitó a 20 o 30 líderes
evangélicos. Uno me dijo: 'a veces ha habido evangélicos visitando al
Papa, pero nunca en cinco siglos, hasta ahora, hubo una delegación oficial de
evangélicos visitando al Papa'. Eso es nuevo. Y pienso en católicos llenos de
Espíritu Santo como Raniero Cantalamessa, Ralph Martin, Matteo
Calissi..."
Sobre la unidad, Bickle constata:
"¡Pero si los baptistas no están unidos ni con los
baptistas! Lo que digo es que mientras mejoramos la unidad
entre todos, empecemos ya alabando, orando y evangelizando juntos".
Por eso, cree que un evento con
miles de católicos y evangélicos "de a pie" juntos en Europa tendrá "reverberaciones durante años". "En
5 años veremos frutos, y habrá líderes nuevos y valientes que recojan esos
frutos", adelanta
Bickle.
EL
PASTOR VALIENTE QUE SE ARRIESGÓ
El impulso inicial de este
macroencuentro vino de Rodrigues Pereira, pastor
evangélico en Lisboa con una pequeña comunidad. Según confiesa en
un vídeo en directo dos días antes del encuentro, él estaba conduciendo su coche cuando Dios le insistió en su interior que tenía que
alquilar el estadio del Benfica.
"Era una chaladura, claro, pero
no había duda de que venía de Dios", explica
Pereira. Lo comentó con su esposa. Era un riesgo:
implicaba quizá hipotecar la casa, arriesgarse a todo... "A lo mejor nos quedamos
tú y yo solos orando al Señor en el estadio, pero si lo pide
Dios...", comentó ella.
Cuando Pereira fue al estadio, le
dijeron que no se alquilaba para eventos religiosos. Pero después le pasaron
con otro responsable que había sido alumno suyo cuando trabajaba en gestión
deportiva, 15 años antes, y que le recordaba. Y no sólo lo
permitieron, sino que el gasto de electricidad se lo regalaron.
Aún así, el alquiler ha sido un
gran riesgo, ya que no se cobraba entrada ni se pasaba bolsa. Quien quiera
puede dar donativos a la web de la organización. Empezaron a colaborar personas
del entorno evangélico como Pedro Adao y otros que hemos comentado. Buena parte del establishment evangélico en
España y Portugal (por ejemplo, los digitales protestantes en español), poco amigo de los actos conjuntos con católicos, no han prestado atención al evento. Pero
quizá lo hagan en adelante.
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