«CREO EN LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS MÁS QUE EN NINGUNA OTRA COSA», DECLARÓ EN 2019
William Friedkin en los años 70, fue un gran
renovador del cine y ganó el Oscar a mejor director
Ha muerto este lunes, con 87
años, el premiado cineasta William Friedkin, en su casa de Bel Air en Los Ángeles,
de neumonía y un fallo en el corazón, según anunció su esposa (actual, antes
tuvo otras tres).
Friedkin fue el director en 1973 de El
Exorcista, considerada la mejor y más influyente película de
terror de todos los tiempos. No ha llegado a ver los festejos que iban a
celebrar los 50 años de su estreno en noviembre. Tampoco ha visto estrenarse en
el festival de Venecia su última película, The
Caine Mutiny Court-Martial.
De familia de origen judío, ante la prensa generalista se mostraba ambiguo sobre su
fe y se defendía con preguntas a las
preguntas. "Las películas son sobre el
misterio del destino o el misterio de la fe", declaró
Friedkin en 2020, entrevistado en profundidad por Alexandre O. Philippe en el
documental Leap of Faith, centrado en su carrera.
También dijo que el hombre vive en un estado de ignorancia perpetua, y que la
ambigüedad que hay en sus películas refleja la que
hay en la vida y la muerte.
En 2018, presentando su
película-documental sobre un famoso exorcista real, el padre Gabriel Amorth,
decía a los periodistas: "No tenemos ni idea
de qué hacemos aquí, de cómo hemos llegado hasta aquí o hacia dónde vamos. Lo
importante no es tanto la fe o el escepticismo, como la curiosidad. Por
eso he hecho esta película, por mi curiosidad", explicaba.
Y retaba a los periodistas en la
sala: "¡Que alcen la mano los que estén seguros de
que Dios no existe! ¡Por
favor, tengo curiosidad!". Se levantaron solo
tres manos. Les
preguntó: "¿Por qué estáis seguros de que Dios
no existe? ¿Cómo diablos lo sabéis?".
Casi todos pensaban que era más
bien agnóstico, pero en una entrevista en 2019 con L'Osservatore Romano se
mostraba como un católico convencido, si bien no muy disciplinado.
"CREO
EN LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS"
"Fui educado
en la fe judía. Hice la Bar Mitzváh. Honestamente, nunca sentí cercano el
ritual judío. Pero sí el ritual cristiano, de la fe católica", explicó al periódico oficioso del Vaticano.
"Creo
en las enseñanzas de Jesús y creía en las enseñanzas de Jesús cuando hice la
película, y aún hoy. Es el milagro de la fe. Como cualquiera que cree, no te puedo dar
evidencia sólida. Solo tengo mi fe", declaraba.
Y añadía, más rotundo: "Personalmente creo en las enseñanzas de Jesús
más que en ninguna otra cosa. ¡Y he leído mucho que va contra
Jesús! Por ejemplo, me gustan mucho los escritos de Christopher Hitchens. Ya murió pero era un escritor
prominente contra el cristianismo. Creo que era un escritor realmente
bueno, pero solo hizo mi fe más fuerte", explica. (El
hermano de Christopher, Peter Hitchens, también buen articulista, es, en
cambio, cristiano converso y convencido).
"Hice la
película, como él [Blatty, el novelista-guionista] para difundir el Evangelio.
Si la ves con atención, ves que el verdadero protagonista no es la
chica, sino el cura católico", añade. El
demonio busca la desesperación del joven padre Karras, porque lo ve con dudas,
en un mal momento, herido, explica.
DOS
JESUITAS REALES EN EL EXORCISTA, Y BENDECÍAN EL SET
Daba más datos sobre el rodaje. "Pusimos a dos sacerdotes jesuitas reales en la
película en el papel de sacerdotes, y también eran consejeros técnicos. Periódicamente
les encargaba que bendijeran el set de rodaje. Recuerdo que el escritor del
libro [Blatty] y yo y uno de los sacerdotes solíamos ir a una casa que yo tenía
en Fire Island, Nueva York, y el sacerdote celebraba la misa para nosotros
tres", detalla.
"Era muy
emocionante, muy poderoso. Después hice que el sacerdote, el personaje
principal de la película [el actor Jason Miller, que interpreta
al joven padre Karras] dijera la misa como si creyera cada palabra de
ella. A menudo oyes la misa en una parroquia y la dicen muy deprisa. Pero el
cura en la película la dice muy despación, con una creencia grande y profunda
en las palabras y las ideas. Porque yo creía en ellas. 'Tomad
y comed, porque este es mi Cuerpo; tomad y bebed, porque esta es mi Sangre. Y
se decía de forma lenta y creíble delante de la cámara".
Según explicó el cineasta a L'Osservatore, viendo
la película más personas se hicieron católicas, "como creyentes, o se
hicieron sacerdotes mientras El Exorcista estuvo en los cines de todo el mundo, que fue mucho tiempo". Aún hoy, detalla, ven la película
cada año cientos de miles, o millones, de personas. "Quizá sea una de las
cinco películas más populares que se ha hecho", aventura.
En L'Osservatore admitía
que hay una lucha entre el bien y el mal en cada persona, una lucha
constante, que para algunos es más difícil, una lucha por no
manifestar "el lado oscuro", "y de eso es de lo que
tratan todas mis películas".
CIUDADANO
KANE Y ORDET: POR
DREYER SE ATREVIÓ
Aunque Friedkin era un
autodidacta criado en una familia pobre en Chicago, en temas de cine era un
erudito. En 2020, en Leap of Faith, explica que 'Ciudadano Kane' se basa en una frase
clave de Jesús en el Nuevo Testamento: "¿De qué le
sirve a un hombre ganar el mundo si pierde su propia alma?"
En cuanto a "Ordet", de Carl Dreyer (de 1955), la
alababa sin medida. "Ordet muestra una resurrección literal, muy creíble. La vi años antes de hacer El Exorcista y
supe por esa película que podía mostrar un exorcismo literal. Podía mostrarlo
literalmente, no como algún tipo de película de terror. Dreyer se acercó al tema del
milagro muy directamente, mostrando la resurrección exacta del personaje principal,
sin glosas,sin esconderse tras un arbusto. Así quería yo tratar el tema del
exorcismo", dijo a L'Osservatore.
Friedkin reveló en 2020 en Leap
of Faith algunos detalles más que no se
conocían, como que Blatty, el escritor de la novela y guionista del film
-también él católico y hombre de fe firme-, se había ofrecido a representar el
papel del padre Karras renunciando a sus porcentajes de ingresos por taquilla
(Blatty falleció 3 años antes de esa entrevista y no pudo confirmarlo, pero
parece que así fue).
A
POR UN EXORCISMO REAL
En 2016, Friedkin visitaba Italia
y gracias a un amigo, el teólogo romano
Andrea Monda, consiguió entrevistarse con el padre Amorth, veterano
exorcista de la diócesis de Roma, quien le permitió acudir con él y grabar una
sesión de exorcismo de una mujer, el noveno que realizaba sobre ella en nueve
meses. Así se cumplía otra vez su deseo de tratar el exorcismo "sin tapujos".
"Me asusté,
fue una experiencia aterradora", explicó el cineasta, destacando
el cambio en la personalidad de la chica, la necesidad de sujetarla entre
cuatro o cinco personas y, sobre todo, su voz, que sobrecogió incluso a uno de
los psiquiatras a quien le mostró luego la grabación, aclarando que no se ha
editado.
Friedkin acudió
a psiquiatras y a neurocirujanos a mostrar su metraje. "Acudí a estos doctores a intentar conseguir una explicación
racional y científica de lo que yo había experimentado. Pensé que dirían 'Esto
es un tipo de trastorno psicosomático que no tiene nada que ver con la
posesión'. No fue lo que me llevé de allí".
Sobre el padre Amorth habló con
admiración y respeto. "Era un hombre muy
divertido", dijo; "no trataba al diablo como una potencia superior
del mal, sino como un necio". De todo ello surgió el
documental El
diablo y el padre Amorth (The
Devil and Father Amorth) de 69 minutos.
"Entiendo que
haya escépticos. Yo no lo soy”, contaba en abril de 2018 en The
Guardian. “No hago películas ni mi vida se mueve
como escéptico. No estoy interesado en el escepticismo. Nadie sabe si hay vida
más allá, o cielo, o infierno. ¿Cuál es nuestro propósito aquí? Nadie lo sabe.
Nadie tiene ni idea", decía Friedkin a los periodistas más o menos
desdeñosos.
GRANDE
EN EL CINE
Más allá de sus inquietudes
espirituales, Friedkin será recordado por sus logros en el arte del cine. Nació
en Chicago, en una familia judía y pobre en 1935. Alcanzó fama con 'Contra el imperio de la droga' (The
French Connection, en el original), de 1972, con la que ganó
cinco premios Oscar, entre ellas a mejor película
y mejor director, el único de su carrera. Actuaba en ella el español Fernando
Rey, al que Friedkin siempre alabó. 'El Exorcista',
en 1973, no obtuvo Oscars porque se los llevó su competidora 'El Golpe'.
Se le considera un
modernizador del cine en los setenta, como Brian de Palma, Martin Scorsese,
Francis Ford Coppola o Michael Cimino, todos muy marcados por la cultura católica e italiana.
Recibió premios a toda su
carrera, como el de honor de Sitges en 2017. Desde agosto de 1997 tiene una
estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. En 2013, hace diez años, recibió
el León de Oro de Venecia por toda su carrera como cineasta. Tenía una fuerte
conexión con Italia por el mundo de la ópera, que amaba y del que era un gran
conocedor.
En 2013, al recibir su premio,
dijo en una entrevista en ABC que “muchas de
las películas de terror que veo –el 95% de ellas- son simplemente,
¡basura! ¡No hablan de nada! Solo
intentan asustar a la gente. Con El Exorcista no intentamos
asustarles, intentamos que piensen sobre el misterio de la fe en torno a un
caso real".
No hay comentarios:
Publicar un comentario