Es difícil entender el método de algunos padres que piensan que los hijos solo los tenemos hasta los 18 o los 21 y después se tienen que ir.
Yo pienso
diferente y respeto al que no piense igual que yo.
Quiero que mis hijos vengan a buscar de comer y se lleven hasta el papel de
baño cuando tengan 22 años.
Quiero que se detengan a cenar cuando haga su comida favorita con su familia,
si la tienen, a los 36 años.
Quiero que vengan a cenar los domingos en familia y prepararles viandas para
llevar cuando se enfermen a la edad que sea.
Quiero
estar para ellos siempre que me necesiten y quieran
hablar, tomarse un café y arreglar el mundo....
Quiero ver sus ojos brillar cuando estén abriendo sus regalos y reciban un
abrazo en Navidad a los 40 años… o cuando llegue con un cupcake y una velita
para cantarles feliz cumpleaños.
Quiero que sepan que estoy a una llamada y que mi casa está siempre abierta
para ellos y toda su familia.
Serán y
seguirán siendo para siempre mis amados hijos, no es una tarea temporal. Amaré
y acompañaré a mis hijos como un Padre hasta que no esté más en este mundo.
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