Dijo alguien por ahí: "bajo cada sotana hay un hombre común, lleno de vicios, avaricia y pensamientos impíos". Lo dijo tratando de demonizar a los sacerdotes y a todos los consagrados; pues bien, ¿quién dijo que bajo las sotanas hay ángeles?
Pero siendo pecadores como lo son, Dios ha querido escogerlos para sí, conociendo a la perfección sus debilidades y miserias.
Esta persona, sí tiene la razón cuando dice que bajo las sotanas hay hombres comunes, como cualquier otro, así es... la única y gran diferencia es que están Consagrados.
E𝒔𝒕𝒐𝒔 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔 𝑳𝑼𝑪𝑯𝑨𝑵 𝑷𝑶𝑹 𝑺𝑼 𝑷𝑹𝑶𝑷𝑰𝑨 𝑺𝑨𝑳𝑽𝑨𝑪𝑰Ó𝑵 𝒀 𝑳𝑨 𝑺𝑨𝑳𝑽𝑨𝑪𝑰Ó𝑵 𝑫𝑬 𝑶𝑻𝑹𝑶𝑺, 𝒂 𝒅𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔ó𝒍𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒓𝒊𝒕𝒊𝒄𝒂𝒏.
𝑶𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒔𝒂𝒄𝒆𝒓𝒅𝒐𝒕𝒆𝒔 𝒚 𝒔𝒆𝒎𝒊𝒏𝒂𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔.
Pidamos a Dios que detrás de cada sacerdioso santo haya siempre un santo sacerdote.
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