ALGUNOS YA NO TIENEN SENTIMIENTOS GAYS; OTROS VIVEN LA CASTIDAD Y LA FRATERNIDAD
Encuentro en 2017 del movimiento Changed, de ex-gays o homosexuales
castos... el Orgullo Gay, dicen, no les representa
¿Orgullo gay? La vida gay no da felicidad. No a medio ni largo plazo. Al menos eso es
lo que reconoce y señala Michael Hobbes, 34 años, reportero
de Highline, sección de reportajes de primer nivel de The Huffington Post,
“gay perpetuamente soltero” y militante activo de la causa gay.
La vida gay, estadísticamente, aboca a la soledad, la
tristeza y la enfermedad. Lo
dice él en su reportaje de The Huffington Post publicado
bajo el título: "Together alone. The Epidemic of Gay
Loneliness [Juntos
y solos. La epidemia de soledad gay]". Es un trabajo bien documentado,
sobre la base de 15 testimonios de personas gays
y de otros tantos estudios estadísticos
y sociológicos.
“A lo largo de los años he ido comprobando la
divergencia entre mis amigos heterosexuales y mis amigos gays. Mientras la
mitad de mi círculo social ha desaparecido entre relaciones de pareja, hijos y
casas familiares, la otra se debate entre el aislamiento y la ansiedad, las drogas duras y las prácticas sexuales de riesgo”. Más aún, “los índices de
depresión, soledad y abuso de drogas en la comunidad gay permanecen en el mismo
lugar en el que han estado durante décadas”, resume. Y los gays "tienen menos amigos íntimos que las personas
heterosexuales o que las lesbianas".
BATERÍA
DE DATOS: DAÑOS DE LA VIDA GAY
Hobbes enumera algunos estudios:
-los
homosexuales varones tienen entre 2 y 10 veces (según
los estudios) más probabilidades
de suicidio que los heterosexuales;
-los hombres casados con
otros hombres tienen un índice de
suicidio que triplica el de los hombres casados con mujeres, según un estudio en Suecia;
-los gays sufren una probabilidad que triplica la de los heterosexuales de
padecer un trastorno el estado de ánimo, según una investigación en Holanda;
-en Canadá las estadísticas muestran consistentemente que mueren más gays por suicidio que
por sida;
-los gays tienen una probabilidad
doble de los heterosexuales de padecer un episodio de depresión grave.
CUANDO
SE JUNTAN, SE DAÑAN MÁS, DICE HOBBES
Más revelador aún: cuando los gays se juntan "en comunidad", en
"ambiente", el efecto, en vez de ayudar a las personas, es el
de producir más daño, señala él. Un estudio realizado sobre gays recién
llegados a Nueva York (es decir, donde eran desconocidos) mostró que el 75% de ellos sufrían o ansiedad o depresión, o abuso de alcohol o
drogas, o prácticas sexuales de riesgo, “o alguna combinación de los tres”.
“Para otras minorías”, razona Hobbes, “vivir en
comunidad con gente como ellos está ligado a índices más bajos de ansiedad y
depresión. Te ayuda estar junto a gente que instintivamente te comprende. Pero,
en nuestro caso, el efecto es el contrario. Numerosos estudios han encontrado
que vivir en un entorno gay es un factor predictor de mayores índices de
prácticas sexuales de riesgo y drogas y de dedicar menos tiempo
que otras comunidades a actividades como el voluntariado o la práctica
deportiva. Un estudio de 2009 sugería que los gays más vinculados a la
comunidad gay estaban menos satisfechos con sus relaciones románticas”.
LOS
QUE DEJAN LA VIDA LGTBI
Es posible salir de esos círculos
que las estadísticas dicen que son tan dañinos. Hay personas que lo hacen superando sus sentimientos de atracción del mismo sexo: pueden sentir que esa atracción disminuye hasta
desaparecer, y que la atracción al sexo opuesto, aumenta. Otros apuestan por la vía de la
amistad casta, la fraternidad, la espiritualidad, renunciando
a las relaciones homoeróticas.
En ReL hemos publicado distintos ejemplos y hemos dejado que fuesen ellos, los
hombres que han salido del mundo LGTBI, los
que hablen con sus palabras, en libertad.
1. LUCA
DI TOLVE Y LA CANCIÓN LUCA ERA GAY
El italiano Luca di Tolve es el
autor del libro testimonio Ero gay. In Medjugorje ho ritrovato me stesso [Yo fui gay. En Medjugorje me encontré a mí
mismo] y su historia inspiró, en parte, la canción "Luca
era gay" del cantautor Povia en el festival San Remo de
2009.
Fue militante gay, se volcó en lo peor del sexo promiscuo y desprotegido y
adquirió el virus del sida. Rezando a la Virgen, en Medjugorje, entendió que su
vida podía cambiar. Leyendo los libros del doctor Nicolosi entendió
que él podía ser un buen padre y buen esposo de una mujer.
Critica la cultura LGTB y ayuda a muchos a
dejar ese ambiente acudiendo a Cristo, que en la Biblia afirma: "Venid a mí los cansados y agobiados".
2.
RUBÉN GARCÍA: PROSTITUCIÓN, CASI TRANSEXUAL...
Rubén García es hoy uno de los
coordinadores de Courage Latino en México, un apostolado para personas que
experimentan atracción por el mismo sexo pero que quieren vivir en
castidad, como católicos, explorando otras vías afectivas
como la fraternidad, la amistad, el parentesco, el servicio y la
espiritualidad.
Rubén se define como "un hijo de Dios con una atracción al mismo
sexo, un católico que vive su fe a pesar de tener esta atracción".
De niño su padre, y los niños varones, le trataban con desprecio. En
ambientes gays se sentía acogido. Se prostituyó. Cuando creyó tener sida, casi
se suicidó, pero una voz divina le detuvo y reorientó su vida hacia la fe, la
amistad casta y la fraternidad cristiana.
En el documental "Te puede pasar a ti, capítulo 2", producido por Juan Manuel Cotelo y la productora
Infinito + Uno, se dramatiza cómo fue el caso concreto de Rubén.
3.
DANIEL TALAVANTE: BUSCANDO AMAR DE VERDAD, NO UN "USO MUTUO"
El 24 de agosto de 2016, Daniel
Talavante, entonces de 33, explicaba en su cuenta de Facebook como no deja que
sus sentimientos homosexuales dictaminen quién es él ni qué orienta su
vida. "Lo importante no es combatir, lo importante es
mi relación con Cristo que es el que me hace ser feliz", explicaba este joven que vive en Madrid. Después
daba más detalles en el programa "Cambio de
Agujas" de HM Televisión.
Lo que veía en la vida gay es que no había verdadero amor, sino personas que se
usaban. "Yo sentía que no quería a ese chico más que
para complacerme a mí mismo y no me sentía querido por él sino
usado para lo mismo que yo lo usaba a él. Era como si hubiéramos hecho un
contrato, yo le daba cariño y él, a cambio me lo daba a mí, y ambos teníamos
que cumplir. Yo no estaba amando de verdad y yo deseaba amar de verdad,
pero no podía, solo podía buscarme a mí mismo en el otro y a mi propio
placer. [...] Tenía unas amigas (lesbianas) que también rompieron y una de
ellas intentó suicidarse. La llevamos al hospital y al poco tiempo, cuando ya
estaba en casa un día ella me llamó para hablar conmigo, porque seguía muy mal.
Quedamos en una cafetería y ella comenzó a contarme todos sus problemas y
miedos y yo no sabía que decirle, la vida me parecía horrible, la suya y la
mía..."
Todo cambió cuando se acercó a una parroquia donde fue bien acogido, se confesó y adoptó una vida de castidad y fraternidad cristiana. "En la Iglesia católica yo tengo a mis amigos.
Amigos (algunos muy especiales, a los que quiero como a mí mismo, ellos saben
quiénes son) que me conocen profundamente y que aún así me quieren (siempre
desde la verdad), con los que yo me siento libre, a los que estoy aprendiendo a
amar de verdad y ellos aprendiendo a amar a un Dani débil, siempre
libres y sinceros conmigo, siempre, como yo lo soy con
ellos".
4. RON BELGAU: CÉLIBE
QUE FOMENTA LA AMISTAD Y EL PARENTESCO
“A los antiguos, la
amistad les parecía el más feliz y plenamente humano de los amores, corona de
vida y escuela de virtud. El mundo moderno, en comparación, la ignora”, escribió CS Lewis en su libro imprescindible Los cuatro amores.
Ron Belgau, profesor de ética en la universidad jesuita de St.Louis en
Missouri, se define como católico homosexual célibe que
acepta la enseñanza de la Iglesia y
desde su blog Spiritual
Friendship (www.spiritualfriendship.org)
fomenta las amistades castas
y las relaciones fraternas, algo
bueno para todos, no solo para los homosexuales.
Ron Belgau, homosexual casto, cree que la
sociedad ha de valorar más la amistad y la familia extensa.
Educado en una familia baptista
del sur, después de explorar iglesias más "progresistas" se
hizo católico a los 24 años, en parte por la defensa que la Iglesia hace del
matrimonio. Pero
él cree que hay que fomentar también la amistad. “Nuestra
cultura actual está tan obsesionada con el amor romántico y pone tanto énfasis
en el deseo sexual que menosprecia que la amistad pueda ser tan profunda y dar
tanta plenitud como el amor entre hombre y mujer, aunque por su naturaleza lo
haga de forma distinta”, insiste. “Yo tengo
una familia. A veces la importancia de la familia nuclear nos hace olvidar el
resto, con otras relaciones y roles: el ser hermano, el ser tío, el ser hijo… Históricamente, por ejemplo, los tíos y tías solteros han
tenido un papel importante en la crianza de los niños”, responde Belgau.
Él cree además que el cristianismo y la Biblia llaman a potenciar estas relaciones de parentesco, con hermanos y hermanas, y a no
encerrarse en un núcleo exclusivo.
5. DANIEL DELGADO: FUE
MISS TEXAS GAY Y DRAG QUEEN
Daniel Delgado, un hispano de
EEUU, creció con un padrastro violento y alcohólico. "Yo
tenía miedo de los hombres, no confiaba en ellos, desde niño. Me sentía más
seguro con las mujeres, todos mis amigos eran chicas. Crecí con mucha confusión
de género. Quería ser chica y no me gustaba ser un varón. También sufrí
abusos [sexuales] por parte de miembros de mi familia, desde los seis años.
Yo no sabía qué hacer, creía que eso era normal, creía además que todo eso era
culpa mía, no decía nada porque no quería problemas. Sentía vergüenza. Me sentía sucio y usado. Los terapeutas me
afirmaban en mi confusión de género, me animaban a aceptar mis
inclinaciones homosexuales. Con dieciocho años, empecé a vestirme de mujer, me
gustaba todo ese mundo de las drag queen. Pensaba: Esto es lo mío, y empecé a
vivir mi fantasía de querer ser una chica. Competía en concursos, y hasta me
eligieron Miss Texas Gay".
Daniel Delgado quería desesperadamente ser aceptado
y amado por los hombres... con Dios eso cambió.
Un día una vecina le invitó a ir al grupo de
oración de su iglesia. "Todo
el mundo se apartó, porque yo llegué con mis zapatos de plataforma, mi poncho y
una camiseta que dejaba a ver mi ombligo. Escuché hablar de Jesús, del amor de
Dios, de cómo es Jesús… Rezaron por mí en ese momento. Siempre
había querido que los hombres me aceptaran y me quisieran, y en ese momento
varios hombres rezaron por mí y lloraron por mí. [...] Comencé a ver
que otras personas me amaban como era, y que tenían una relación verdadera con
el Señor, y me di cuenta de que Dios era de verdad. Me aferré a Jesús como mi
única esperanza, comprendí que era digno de amor. Nadie me ordenó cambiar de
vida, sólo vi Su amor. Dios se convirtió en el Padre que yo nunca tuve. Y mi
vida cambió».
6. JOSEPH PREVER,
UN EXPERTO EN EXISTENCIALISMO ROMÁNTICO
Joseph Prever es un
norteamericano católico con sentimientos de atracción hacia personas de sexo
masculino que vive una vida célibe. Diplomado en Inglés con especialización en
existencialismo romántico, escribió en GayCatholic.com, es desarrollador web y
escritor independiente, a veces usando su pseudónimo
Steve Gershom. Decidió
usar su verdadero nombre en su defensa de una vida casta.
Joseph Prever dice que los atajos no valen la pena.
"Cuando se topen con un sacerdote que no los
entienda; busquen a otro que sí lo haga. Más que nada, no
acepten respuestas fáciles, ya sea de izquierda o de derecha. La forma más
rápida casi nunca es la correcta y vale la pena transitar el
camino más largo", afirma. Es uno de los protagonistas del
reportaje The Third Way.
The Third Way (aquí, la versión breve con subtítulos
en español) recoge testimonios de católicos con sentimientos homosexuales que
buscan vivir en castidad, fe y amistad.
7.
JAMES PARKER: "ME ACOSTÉ CON 200 HOMBRES, HOY SOY UN HETEROSEXUAL CASADO
FELIZ"
Hay hombres homosexuales que
siguen la vida del celibato y las amistades castas, y otros que logran avivar sus sentimientos heterosexuales y vivir un matrimonio heterosexual
feliz. El inglés James Parker es
uno de estos.
"Yo había nacido gay, era todo lo que
sabía. Llegué a tener 200 parejas sexuales. [...] Siguiendo el
consejo de un amigo fui a terapia para resolver mis problemas hacia con las
relaciones y el compromiso. No hubo nada brutal o desgarrador en la ayuda que
recibí; las historias de terror que escuchamos de algunos de esos documentales
sobre el cambio gay-heterosexuales, no se aplicaron aquí. [...] Mis miedos y la
ansiedad disminuyeron gradualmente, y empecé a sentirme más aceptado cuando estaba
entre hombres y mujeres. Pasé de rechazar constantemente la
identidad masculina a abrazarla; mi postura corporal cambió, empecé a caminar
más recto y perdí mi manera afeminada de andar. Me cambió el tono de
voz de tal manera que la gente incluso me lo solía decir".
James Parker, inglés, dejó primero la promiscuidad,
luego la vida gay, y ahora es un padre de familia heterosexual felizmente
casado.
"Llevo casado con mi mujer ocho años, tenemos
una hija de cinco años. Me
encanta el arte y el teatro, pero me gustan los deportes de equipo, esos que
temía tanto cuando era niño. Una de mis películas favoritas es "Salvar al soldado Ryan" porque trata la amistad profunda entre
hombres, algo que nunca antes había disfrutado. ¿Soy ahora
exclusivamente heterosexual? algunos me preguntan. La mayoría del tiempo, sí.
Para casi todo el mundo la sexualidad surge de manera natural, en mi caso suele
ser así, casi siempre. No echo de menos el estilo de vida gay que
dejé atrás - cuando visité a mi ex novio, cinco años después de
la terapia, pude ver los inconvenientes de esa vida, había contraído el
SIDA".
8. JOSEPH SCIAMBRA: HIZO
PORNO GAY, SE PROSTITUYÓ... HOY ANIMA A QUE NADIE VIVA ESO
Joseph Sciambra, de California,
no conectó bien con su padre. "Mi padre era ambicioso,
audaz, ruidoso. Yo no era como él. Mi padre era fuerte y corpulento. Yo no". El
consumo de pornografía en su adolescencia fue la puerta de entrada en un plano
inclinado que le condujo, años después, a convertirse en actor porno gay y a
prostituirse. Tras estar a punto de morir y
regresar a la fe en 1999, hoy anima a las personas
homosexuales a vivir en castidad con su web josephsciambra.com.
Explica que el impacto que le produjo ver rezar el
Rosario a su padre fue el empujón que
le hizo retomar el amor a la vida y optar por la vida casta y de fe.
9. DAVID PROSEN:
"JESUCRISTO ES EL HOMBRE FUERTE Y MASCULINO QUE ME RESCATÓ"
David Prosen es uno de los
testimonios difundidos por el documental "The Third Way: Homosexuality and the Catholic
Church".
"Yo me sentía muy triste viviendo en
el ambiente gay. Sentía soledad, depresión y un desesperado deseo de ser amado.
Sólo quería ser amado y odiaba la persona en la que me había convertido. Cuando
encontré a Dios, encontré la esperanza. Encontré la paz y encontré un amor
verdadero, auténtico. Supe que Él me amaba de verdad, que le gustaba a pesar de
mis imperfecciones o errores. Siempre me había amado totalmente, hasta el punto
de que murió por ti y por mí", explica.
Reflexiona sobre los huecos que vivió en su identidad "gay".
"Nunca me sentí un hombre viviendo en la cultura gay. De hecho, no sabía
quién era; sabía sólo que era gay. No me veía como una mujer,
pero tampoco pensaba que fuera un hombre. Entonces me vestía como un
"macho" con la esperanza de ser rescatado por un hombre
muy masculino que me amara incondicionalmente. Pues bien, sucedió, pero no del modo como yo pensaba. Jesús es el
hombre fuerte y masculino que me rescató".
10. TIM MURPHY, ATEO Y GAY:
DIOS LE HABLÓ, Y VIVIÓ CASTO CON SU PAREJA
Tim Murphy era monaguillo en la
parroquia cuando tenía apenas 6 años y un chico mayor abusó sexualmente de él.
Más tarde, a los 18 años, un clérigo también abusó de él. No parece extraño,
con estos antecedentes, que en el instituto desarrollara atracción por el mismo
sexo y odio hacia la iglesia y Dios. Era un joven
sensible e inteligente, enamorado de la literatura, malo en deportes, muy pronto adicto al alcohol, amante de la caza
y la poesía. A los 22 años conoció a Alan Sullivan, que entonces tenía 24, y
sería su amante durante toda su vida, su editor, amigo y traductor.
En marzo de 2004, con 53 años, Murphy atravesaba muchos problemas y casi se
suicidó. Pero entonces una experiencia
mística insospechada le acercó a Dios. Y a su amante le pasó algo similar. Ambos pasaron a vivir una vida de fe
y de amistad casta.
Hay, por supuesto muchas más historias. Cada viaje es
único, pero muchas experiencias se repiten.
En el fondo hay un deseo de amar y de ser amado y de vivir con una plenitud y
equilibrio que la vida gay no puede dar. No hay motivo para el orgullo gay.
(Artículo recopilatorio publicado originariamente en
ReL el 27 de junio de 2017)
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