martes, 20 de junio de 2023

«ENTRARON A UN COLEGIO CATÓLICO CON FE… Y SALIERON SIN ELLA»: CÓMO ENFRENTAR UN FENÓMENO EN AUGE

 LA CATEQUESIS FAMILIAR, SOLUCIÓN PARA PADRES QUE «HAN DELEGADO» SU MISIÓN, SEGÚN PEDRO DE LA HERRÁN

En un contexto en que se valora tanto el ejemplo de los primeros cristianos, el experimentado sacerdote y escritor Pedro de la Herrán llama a recuperar el ejemplo de esos "oasis de fe", también en lo referente a la educación de sus hijos.

"Primera comunión, última comunión": aunque todavía no de forma generalizada, esta sentencia expresada por D. Pedro de la Herrán se cumple con cada vez mayor frecuencia. A sus 87 años y con décadas de experiencia pastoral a sus espaldas, el sacerdote observa que la pérdida de fe desde los primeros años de vida es una realidad… y tiene una causa: los padres han "renunciado a educar en la fe" a sus hijos.

De la Herrán cree de que revertir este proceso "no es fácil", pero sí posible: a ello ha dedicado buena parte de su experiencia sacerdotal, plasmada en más de cien libros para facilitar a los padres que recuperen su misión "única, directa e intransferible". Jesús y Aprendo a amar a Jesús (DYA) son los dos últimos y los resultados hablan por sí solos.

Preguntado por Religión en Libertad en torno a los orígenes de este fenómeno, De la Herrán asegura que no siempre fue así. Para los primeros cristianos, explica, "la transmisión de la fe era una misión primordial" y "cada una de aquellas familias bautizadas fue como un oasis de vida cristiana en medio de un mundo completamente pagano".

PRESERVAR LA FE DE UN PAGANISMO QUE "LO INVADE TODO"

Aquella tradición se fue extendiendo hasta lograr nada menos que la conversión de un imperio, manteniéndose a lo largo de los siglos. Pero a lo largo de "las últimas décadas y generaciones", no son pocos los padres cristianos que han adoptado una pasividad "delegando en colegios y parroquias esta misión que Dios les ha confiado desde el bautismo de sus hijos".

Las consecuencias son difíciles de asumir. En su opinión, el Occidente anteriormente cristiano enfrenta sin muchos recursos "una ola de nuevo paganismo que trata de invadirlo todo", pudiéndose afirmar que "la sociedad actual europea no es cristiana". ¿Pero qué hay de los que todavía son cristianos en su vida y su familia?

Para él, en cierta manera, "son una muestra de esa sociedad secularizada", pues "son mayoría los padres bautizados que no enseñan a rezar a sus pequeños, no tienen en su casa ninguna imagen religiosa ni asisten a la Eucaristía dominical".

Aunque en muchos casos se trata de una actitud que proviene más "del desinterés y del abandono que de un rechazo del cristianismo", el sacerdote hace un llamamiento a quienes mantienen la fe para que luchen porque sus hijos también lo hagan. "Que acaben siendo paganos" y en ese caso, sufrir como civilización "un retroceso cultural de veinte siglos" son solo algunas consecuencias de renunciar a su educación en la fe.

En estas dos páginas de "Jesús. Un libro para compartir en familia",) Pedro de la Herrán muestra una síntesis de cantidad de recursos catequéticos, desde ilustraciones o los contenidos adaptados, a oraciones, enlaces y códigos QR a recursos o vidas  de jóvenes santos que siguieron a Jesús. 

COLEGIOS Y PARROQUIAS, "APOYO Y NO SUSTITUCIÓN" DE LA FAMILIA

Lo cierto es que hoy las absorbentes jornadas laborales, actividades extraescolares y las cargas diarias de deberes en los niños dejan poco tiempo a la educación religiosa, que muchas veces se delega en su totalidad.

¿ES ESTA LA MEJOR SOLUCIÓN O LOS PADRES DEBERÍAN PRIORIZAR LA FORMACIÓN RELIGIOSA A OTROS ASPECTOS EN EL DÍA A DÍA?

En su opinión, la tarea de la parroquia y del colegio católico es en este aspecto "complementaria, de apoyo, orientación y refuerzo" respecto de la familia y no como ahora "de sustitución".

Aunque se ha "insistido demasiado" en la importancia de la labor educadora de colegios católicos y parroquias, considera  que "en líneas generales, son una minoría los párrocos y capellanes de colegios católicos que se han esforzado por ayudar a los padres de familia en su misión de primeros educadores en la fe de sus hijos´. Al menos en la iniciación cristiana en la familia", agrega.

Aunque parroquia y colegio puedan ayudar, "se trata de una misión única, directa, personal e intransferible que deberían realizar ellos [los padres], sin delegarla". En su opinión, mientras los padres y madres se limiten a llevar a sus hijos a la catequesis e ir a recogerlos, "todo seguirá igual. Las tradicionales "catequesis solo para niños" están demostrando su escasa eficacia para hacer de esos niños verdaderos cristianos. Con frecuencia se cumple el dicho: `Primera Comunión, última Comunión´".

LA CATEQUESIS FAMILIAR, SEMILLA DE NACIONES CRISTIANAS 

Lo cierto es que no es un fenómeno irreversible. El mismo De la Herrán ya mostró en su Urgencia de la Catequesis Familiar que si Polonia recuperó la fe tras 60 años de comunismo, laicismo y ateísmo en la escuela fue precisamente por la práctica de la educación religiosa de los hijos en familia. A ello contribuyeron especialmente los Catecismos Familiares preparados por el entonces cardenal Karol Wojtyla, futuro San Juan Pablo II.

Y esto mismo es, en cierta manera, lo que está recuperando De la Herrán con el proyecto editorial DYA. Dedicado por entero a la Nueva Evangelización a través de la catequesis familiar, esta iniciativa se propone no tanto formar a niños y jóvenes en los que se presupone una fe ya existente, sino iniciarles en ella o robustecerla integrando también a los padres y su implicación en este proceso de iniciación cristiana.

A sus 87 años, De la Herrán lleva más de 100 libros publicados a lo largo de seis décadas, especializado en catequesis a niños y jóvenes. Los dos últimos, Transmite la fe a tus hijos y Jesús, son un claro llamado a los padres para recuperar su responsabilidad educativa sobre la familia.

En este sentido, De la Herrán acaba de publicar Jesús. Un libro para compartir en familia, de la mano de Gloria Galán y la ilustradora Mariola Borrell, con el objetivo de "llevar a muchos niños y a sus padres a conocer mejor y amar cada día más a Jesucristo".

Convencidos de que "el niño debe aprender a admirar a Jesús, a amarle con intensidad y a adorarle de modo que sea lo más valioso en su vida", esta nueva publicación se trata de un auténtico compendio de iniciación cristiana diseñado para que guste tanto a niños de entre 8 y 12 años como a adultos… "incluso a abuelos".

HISTORIA DE SALVACIÓN, VIDAS DE SANTOS Y ORACIONES EN FAMILIA

A través de 20 capítulos que siguen los misterios del rosario, cada sección compendia en poco más de 5 páginas la historia de salvación, salpicada de oracionesrecursos didácticos digitales, oraciones en familia y vidas de santos jóvenes que "siguieron a Jesús". De este modo, padres e hijos pueden aprender de la vida de algunos santos como Francisco Marto, María Goretti o Domingo Savio a otros menos conocidos como Nennolina (la venerable más jovencita del mundo), Laura Vicuña, Matteo Farina o Mari Carmen González Valerio. 

A modo de ejemplo, el primer capítulo resume el primer pecado descrito en el génesis, la expulsión del paraíso, la anunciación a María y la encarnación. En cada una de las páginas se suceden bonitas ilustraciones de la Virgen y el niño acompañadas del Bajo tu amparo para rezar de forma individual, un código QR que redirige a la explicación de la Anunciación, el Ángelus para rezar en familia o la vida de Carlo Acutis.

Un modelo que ya es valorado por los padres y familias por la facilidad que ofrece para acompañar a sus hijos en el crecimiento en la fe y especialmente en su preparación para la primera comunión.

"LA FE CRECE CUANDO SE COMPARTE"... ESPECIALMENTE EN FAMILIA

"No es que los niños pidan a sus padres una ayuda, sino al revés: son los padres quienes, comienzan a `acompañar´ a su hijo en el itinerario de su iniciación cristiana. El padre o la madre que acepta esto ha dado ya un paso muy importante en su compromiso de transmitir la fe a su hijo y ello supone un gran crecimiento en su vocación de padres cristianos y hace un gran bien a toda la familia. Una familia crece en la fe cuando esta se comparte. Cuando se reúne para orar, la fe de esa familia se robustece", concluye De la Herrán.

José María Carrera

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