UNA BELLEZA INCOMPARABLE, LA VERDAD O SER TESTIGO DEL CIELO EN LA TIERRA SON ALGUNAS
Si te has alejado de la fe o piensas en acercarte a
ella por primera vez, son muchos los motivos por los que hacerlo: aquí tienes
cinco de ellos.
"¿Por
qué empecé a formar parte de la Iglesia Católica?": es una de las reflexiones que más
se plantea el converso Dennis
Knapp, autor del blog The Latin Right en Patheos, especialmente desde que
debate con el apologista Matt Graham. Como todo converso, hubo de hacer frente
a no pocas dudas durante su proceso de acercamiento a la Iglesia y sobre todo
encontrar motivos que le llevasen
a tomar la decisión.
A raíz de estas reflexiones,
Knapp se dirige a todos los que, como fue su propio caso, piensan que Dios existe pero no encuentran motivos para la conversión o su regreso a
la fe.
Ofrece cinco razones de peso:
VERDAD:
LA ÚNICA IGLESIA FUNDADA POR CRISTO
A la hora de plantearse formar
parte de la Iglesia católica o encontrar motivos para regresar, Knapp considera
como converso que una de las principales razones es "que Jesús
la fundó" y que "así
como Jesús es la imagen del Dios invisible, la Iglesia visible refleja el
cuerpo de Cristo". La unidad de la Iglesia se vio
duramente golpeada por el surgimiento de los primeros cismas y herejías, pero "estos individuos y sus creencias fueron abordados
por obispos, sínodos, concilios ecuménicos y declaraciones papales".
Es decir, "Jesús dio la autoridad a sus apóstoles para
dirigir la Iglesia, y estos
escogieron a su vez a sus sucesores para gobernar la Iglesia cuando ellos no
estuviesen", explica.
Por todo ello, cuando la Iglesia
se pronunciaba sobre cualquier aspecto teológico recibía el asentimiento de los
fieles. Algo que comenzó a cambiar primero con el Cisma de Oriente y después
con los líderes de la reforma protestante, "convencidos
de que su autoridad era superior a la de la Iglesia de Cristo".
"Lo que
comenzó con Martín Lutero como una ruptura se convirtió en miles de ellas
durante los siguientes 500 años. Así como Jesús llamó a los primeros
cristianos hace 2.000 años, también te llama a ti ahora", explica.
Tras su conversión, el
escritor en The Latin Right, Dennis Knapp, se dedica a exponer motivos de peso
por los que acercarse a la Iglesia: el mismo se los tuvo que plantear y llegó a
una conclusión.
BONDAD:
EL REINO DE DIOS EN EL MUNDO
Knapp también se refiere a la
bondad como uno de los principales motivos que puede llevar a muchos a
plantearse regresar a la Iglesia o formar parte de ella, ya que de la misma
Iglesia "nacen personas santas con grandes logros que
manifiestan el reino de Dios en el mundo". "De ella
han surgido algunas de las personas más grandes de la historia universal, a las
que la Iglesia llama santos. Vivieron solo para Jesús e hicieron cosas
asombrosas que trajeron una inmensa bondad al mundo", explica.
De los muchos que podría citar,
menciona a San Camilo de Lelis, converso y exponente
en la atención a los enfermos cuya labor perdura hasta el día de hoy. También
menciona otros que "dieron forma a la
civilización occidental" como San Agustín de Hipona o Santo
Tomás de Aquino, o a San
Juan Pablo II, "que ayudó a
derrotar el comunismo a través de su santidad". "Lograron obras
grandiosas a través de la gracia de Dios, que reside en la Iglesia, y te
invitan a venir y experimentarla por ti mismo".
BELLEZA,
IRRESISTIBLE E INCOMPARABLE
También cree que "la belleza no debe pasarse por alto como razón de entrar
o regresar a la Iglesia", ya sea en su arquitectura, el
arte o la música, si contribución a la belleza "sigue
siendo incomparable y ninguna otra institución ha contribuido más a reflejar,
en pequeña medida, la belleza venidera del Cielo".
Y precisamente esta belleza ha
motivado no pocas conversiones o fortalecimientos en la fe, como es el caso del
converso Peter Kreeft al
visitar la catedral de San Patricio de adolescente. Caminando por el imponente
edificio, le preguntó a su padre protestante cómo podían estar los católicos
tan equivocados y tener unas iglesias tan bellas. De esa experiencia surgiría
su célebre afirmación años después de su conversión: "La
verdad es fácilmente resistible, somos muy buenos para engañarnos a nosotros
mismos. La bondad es resistible y podemos fácilmente silenciar nuestras
conciencias. La belleza es irresistible".
La Saint-Chapelle de
París, es uno de los más bellos monumentos góticos de la Iglesia
Católica.
LA
EUCARISTÍA, MISTERIO DIVINO EN LA TIERRA
Aunque numerado en tercer lugar,
Knapp observa que esta "debe ser la primera
razón" para regresar a la Iglesia o formar parte de ella. Para los
católicos, "la Eucaristía significa la participación en la divinidad
de Dios y también une a todo el pueblo de Dios como uno solo.
Además, en la Eucaristía, los católicos participan de la liturgia celestial y
experimentan un misterio eterno en la tierra. Por el contrario, cuando un
católico es excomulgado, se le impide recibir y participar de la Eucaristía,
que representa un signo de unidad con la Iglesia".
UNA
COMUNIDAD QUE CAMINA UNIDA AL CIELO
Entre otros motivos, Knapp añade
la experiencia comunitaria que
los fieles viven desde su
nacimiento en la fe hasta su muerte junto a los cristianos, sus hermanos, a
través de los sacramentos.
Así, desde el "comienzo de la vida" con el bautismo, "la comunidad acoge a todos, jóvenes o ancianos, en la
Iglesia".
"Los dos
siguientes sacramentos de iniciación, la eucaristía y la confirmación,
continúan uniendo a los católicos a la comunidad de la Iglesia, pues todos los
que desean confirmarse deben elegir a otro miembro confirmado para que
los apadrine. El matrimonio une a la comunidad
de manera especial, donde la pareja y no el sacerdote son el medio por el cual
se confiere la gracia de Dios". A este le
sigue el sacramento del orden, "donde
la Iglesia nombra a los líderes de esta comunidad y continúa la obra de Jesús y
los apóstoles a través de la sucesión apostólica". Le sigue el de
la confesión,
"en el que los católicos experimentan la reconciliación con Dios y la
comunidad". El último, la unión de enfermos continúa "uniendo a la comunidad en el
sufrimiento y la sanación".
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