Cuentan los pobladores nativos de Végueta, Mazo y La Perla, que antes la gente en sus ratos libres se dedicaba a la pesca y a recorrer las amplias playas, que bañaba la zona del Norte Chico.
Una
mañana un grupo de pescadores paseaba por la playa cabalgados en caballos y en
el lugar denominado Atahuampa (Medio Mundo) uno de los animales empezó a
hundirse en la arena, entonces el señor Agustín tuvo que descabalgar -y se da
con la sorpresa de que había una cruz enterrada-. Cavaron por largas horas
hasta que lograron sacarla. La cruz era grande y pesada, ya que medía 2 metros
de largo por 1.60 de ancho. Lo grande y pesado de su estructura resultó un
problema para transportarla hacia un lugar seguro para rendirle culto como
buenos cristianos; siendo el lugar escogido, el pueblo de Mazo. Desde entonces
el nombre de dicha cruz es de la Santísima Cruz de Mazo. La festividad se
cumple los últimos días del mes de mayo, con gran pompa para lo cual vienen
visitantes de diferentes lugares. Hasta el momento no se sabe quién dejó la
Cruz en el lugar denominado Atahuampa.
Tradición oral recogida por: Yulissa Cleker Domínguez.
Fuente: Mitos y leyendas de Huacho y distritos aledaños. 2017.
Compilador: Samuel Cornelio Abad.
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