EL PRIMERO, «OLVÍDARSE DE ENCONTRAR UN NUEVO AMOR Y PERMANECE FIEL A LOS VOTOS MATRIMONIALES»
Nueve consejos para que los hijos sufran lo menos posible las
consecuencias de un divorcio no deseado -o abandono- y mantener su estabilidad
y seguridad: el primero, mantener su formación espiritual.
"Crecen las
uniones de hecho y aumentan los divorcios. Se consuma el drama de tantos
niños privados del apoyo de sus padres. Ante esto, la Iglesia no
puede permanecer indiferente": con estas
contundentes palabras, Benedicto XVI alertaba en 2009 del papel activo que debe ejercer la Iglesia para
enfrentar el divorcio y ayudar a los hijos afectados. En
aquel año, España ya era el segundo país de Europa con mayor número de
divorcios -131.012, frente a 196.613 bodas-. Las cifras se han mantenido
proporcionalmente hasta el punto de que en 2020 se llegó a afirmar que la primera pandemia mundial “no es el Covid, es
el divorcio”, como
hizo Enrique Rojas.
Desde entonces, la iglesia y los
fieles católicos han promovido o consolidado numerosas iniciativas dedicadas a
prevenir las rupturas matrimoniales, a paliar sus consecuencias o a apoyar a
los afectados, que en muchos casos son abandonados sin posibilidad de réplica.
Así lo muestran los pujantes casos de Proyecto Amor Conyugal, Retrouvaille o Betania (surgidos en España entre 2002 y
2006 en España).
Iniciativas privadas aparte, la
contundencia de los datos ha llevado a la Iglesia a tomar cartas en el asunto
de forma institucional.
Entre otras medidas, en 2014 se
celebró un sínodo dedicado por entero a la familia para "poner de relieve la injusticia que con mucha frecuencia deriva
de la situación del divorcio" de cara a los cónyuges afectados y
abandonados o a los hijos. En España, los obispos han llegado a elaborar
incluso un curso de entre 2 y 3 años para formar a los novios de
cara al matrimonio y prevenir posibles crisis o rupturas.
Más recientemente, el pasado 27 de
enero, Francisco llamó a
reforzar una pastoral matrimonial que debe complementar "los preciosos recursos espirituales que siempre ofrece la
Iglesia" a los cónyuges con "caminos
prácticos, consejos bien encarnados, tácticas tomadas de la experiencia y orientaciones psicológicas".
Incluso a título particular, los
fieles toman cada vez más protagonismo en una lucha sin cuartel contra los
estragos del divorcio, término que muchas veces camufla la realidad del
abandono de uno de los cónyuges y de los hijos.
Precisamente este 17 de abril la
revista Crisis publicaba
los consejos que "un padre" ofrecía a otros
católicos que son víctimas del divorcio o del "abandono" y cómo sobrellevar la situación
permaneciendo fieles a la fe cristiana, siendo también válidos en el caso de
las madres.
1º
ANTES QUE NADA, SU FORMACIÓN ESPIRITUAL
"Lo más
importante es llevar a sus hijos a la iglesia y, de ser posible, enviarles a un
colegio católico. La estabilidad les ayudará y sus hijos necesitan saber que
son especiales porque Dios los ama", remarca
en primer lugar.
2º
HUIR DE LOS MALOS CONSEJOS
Bajo el título Divorciado, pero aún casado, el autor no pasa desapercibido en su artículo
que "el divorcio sin culpa es una grave
injusticia", que con frecuencia es seguido por "malos consejos" y preguntas o frases hechas que podrían dar
pie a decisiones desacertadas,
como por qué el esposo fiel debe ser condenado a una vida de soledad mientras
sus seres queridos quieren que vuelva a ser feliz.
"Comenzar a
tener citas" es una de las primeras soluciones
o enfoques que se presentan. El problema con este enfoque, dice el autor, "es que se enfoca exclusivamente en la felicidad
del adulto y reduce esa fórmula de felicidad a una relación sexual. Pero si
la felicidad es el objetivo, ¿no debería implicar también hacer felices a los
niños?", se plantea.
3º
LOS HIJOS, PRIMERA RESPONSABILIDAD QUE DEBE EVITAR DESLICES
Hablando de los hombres, menciona
un aspecto que sirve igualmente para mujeres abandonadas y es que pese a las
complicaciones financieras o emocionales de esta situación, se debe "evitar la tentación de encontrar un nuevo
amor" y volcarse por entero en "encontrar la alegría en el tiempo que se
pasa con los hijos".
"Mi
experiencia al observar otros hombres que afrontan las consecuencias de un
divorcio no deseado es que las novias solo son un escape que a menudo distrae
del cuidado de los niños. Los hombres quieren compañía y ayuda para cuidar a
los hijos, pero con frecuencia acaban dedicando la mayor parte del tiempo a la
nueva novia y no lo suficiente a sus hijos, que se acaban sintiendo abandonados",
explica.
4º
LO IMPORTANTE, LA ESTABILIDAD EMOCIONAL DE LOS HIJOS
En este sentido, destaca que ya
es suficiente la molestia y confusión en los hijos sobre la situación que están
viviendo como para "competir con una nueva
novia por la atención de su padre". "El movimiento interminable entre la casa del
padre, de la madre y la escuela afecta su estabilidad y
seguridad. El remedio es pasar el mayor tiempo posible con ellos y prestar
atención a lo que dicen", agrega.
5º
PARA PASAR TIEMPO DE CALIDAD CON LOS HIJOS, LO MEJOR ES TENER LA MESA PUESTA
Entre otros aspectos, se destaca
la importancia de pasar las comidas junto a los hijos, sin distracciones, donde
puedan explayarse sobre su día a día, sus amigos y sus preocupaciones. Para
lograrlo, un buen consejo es preparar
las comidas con antelación y terminar las labores domésticas en
los días libres donde no se esté con los hijos para no "robarles
tiempo" cuando estén juntos.
6º
TUS HIJOS TE NECESITAN: LO DEMÁS PUEDE ESPERAR
También es bueno "dejar al teléfono" y dedicarse por
entero a lo que demandan los niños. En el caso del autor, busca la forma de
salir pronto del trabajo y poder ir con ellos donde les gustaría.
7º CUANDO ESTÉS SOLO, CREA UNA COMUNIDAD EN TORNO A HOMBRES BUENOS
Quizá uno de los peores
momentos es la soledad que
enfrenta uno de los cónyuges cuando no está con sus hijos.
En ese caso, el autor anima a
participar en reuniones de la parroquia con
hombres o mujeres en función del caso, lo que ayuda a "combatir la soledad y desarrollar una
espiritualidad más profunda". En su caso, cada sábado por la mañana
comienza la reunión con sus compañeros con una oración y después participan en
coloquios y conversaciones sobre la situación personal. "De esta forma puedo conocer a muchos buenos hombres católicos,
algunos de los cuales están pasando por las mismas pruebas", asegura.
8º
LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN FÍSICA Y ESPIRITUAL
Los consejos que ofrece el
colaborador de Crisis son dedicados especialmente para la estabilidad,
felicidad y formación de los hijos de los cónyuges afectados. "No importa la edad que tengan, necesitan su ayuda y
orientación", explica.
Para ello, mantenerse saludable
espiritual y físicamente es imprescindible. Propone poner mayor énfasis en
la lectura de medios de información católicos que sean intelectualmente estimulantes,
que ayuden a fortalecer el conocimiento de la doctrina cristiana y la fe y que
formen una conciencia más fuerte. Del mismo modo, recomienda apuntarse al
gimnasio, levantar pesas o dar largos paseos, lo
que seguramente contribuirá a sanar temporalmente el dolor emocional y la
ansiedad, así como evitar la bebida.
9º
RECUERDA QUE SIGUES CASADO
"No se
equivoque al respecto, el divorcio siempre es terrible para los niños y el
cónyuge abandonado. Pero si quiere darles a sus hijos la oportunidad de
ser normales, olvídate de encontrar un nuevo
amor. Permanece fiel a tus votos. Es lo mejor para
tus hijos. Te necesita más de lo que crees", concluye.
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