SAN NICOLÁS VENCE AL DEMONIO INVERNAL KRAMPUS, UNA FIESTA QUE SE CELEBRA EN LOS ALPES Y MUCHO EN MÚNICH CADA 6 DE DICIEMBRE
El periódico católico alemán Die Tagespost ha difundido una peculiar
encuesta sobre los alemanes y la creencia en el demonio. Sólo un 15% de los alemanes dice creer en la
existencia del demonio. También entre los católicos sólo un 15%
cree en el Maligno.
Lo curioso es que, si el sondeo
es correcto, las personas más
jóvenes y las de convicciones socialdemócratas creerían más en el demonio que
las mayores y las de derechas. Es cierto que los más religiosos tienen
más hijos (incluyendo musulmanes) y que en la antigua Alemania del Este,
descristianizada por el comunismo, hay población más envejecida. Pero aún así
suena extraño.
Así, clasificados por
su afinidad política, creen en el demonio:
- el 19% de los
partidarios del SPD (socialdemócratas);
- el 17% de la AfD (derecha);
- el 15% de la UCD (centro-derecha);
- el 13% de los votantes del FDP (liberales);
- el 10% de los verdes.
Si repasamos por
edades, el sondeo dice que que creen en la existencia del demonio:
- el 26% de los que
tienen entre 18 y 29 años;
- el 22% de los que tienen entre 30 y 39 años;
- sólo el 10% de los mayores de 70 años.
Sólo
1 de cada 10 alemanes se considera religioso
Hay que tener en cuenta que,
según otros sondeos, sólo uno de
cada diez alemanes declara ser una persona religiosa. Creen en Dios un 60%. Más
en concreto, un sondeo de 2018 de Pew Research Center sobre países de Europa
(con 2.211 encuestados en Alemania) detectó que sólo un 11% de alemanes -católicos, protestantes o de otras convicciones-
dicen que la religión es importante en su vida, un 24% acude a
servicios religiosos "al menos una vez al
mes" y un 9% reza cada
día. Un 60% decía creer en Dios y un 36% no creía. Un 31% cree en
el destino, un 13% en el "mal de ojo" y un 15% en la reencarnación.
Volviendo a la encuesta sobre el
demonio, vemos que creen en el Maligno un 15% de alemanes, es decir, los muy
religiosos (los que rezan cada día y dicen que la religión les es muy
importante) y otro 5% más. Un 64% cree que el diablo no existe. Un 15% duda. Un 6% no responde.
LOS
CATÓLICOS CREEN COMO EL RESTO DE ALEMANES: POCO
Los que se declaran católicos en
este sondeo (son aproximadamente la mitad del país) son indistinguibles del
alemán medio: sólo un 15% de
católicos cree en el demonio, aunque es un dogma católico y tiene
una detallada presencia en el Catecismo.
Los protestantes de Iglesias
oficiales (luteranos) sólo creen un poco más: un 17%. Y los que creen más son las "iglesias
libres" (evangélicos y pentecostales): un 52% cree que existe el
demonio.
La encuesta sobre el demonio se
realizó con 2.010 entrevistas a adultos del 24 al 27 de febrero y la realizó la
casa INSA Consulere por encargo del diario Die
Tagespost.
LO
QUE DICE EL CATECISMO
El Catecismo de la Iglesia
Católica habla del demonio en sus párrafos 391 a 395, citando
12 versículos de la Biblia y el Cuarto Concilio de Letrán.
EN LA BIBLIA JESÚS
EXPULSA DEMONIOS EN VARIAS OCASIONES Y HABLA DE SATANÁS.
"La Escritura
atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama "homicida
desde el principio" (Jn 8,44) y que incluso intentó
apartarlo de la misión recibida del Padre (cf. Mt 4,1-11). "El Hijo de
Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo" (1
Jn 3,8). La más grave en consecuencias de estas obras ha sido la seducción
mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios. Sin embargo, el poder de Satán no es
infinito. No es más que una criatura, poderosa por
el hecho de ser espíritu puro, pero
siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios", enseña
el Catecismo.
PAPAS
Y EXORCISTAS
Aunque tanto Juan Pablo II como
Benedicto XVI hablaron de la existencia del diablo como un ser espiritual de
inteligencia personal, malvado y tentador, es el Papa Francisco quien más ha
hablado del demonio en los últimos 30 años, advirtiendo una y otra vez de sus
engaños y tentaciones.
También en el s.XXI se ha
producido un gran resurgir del ministerio del exorcismo,
nombramientos de exorcistas en muchas diócesis, cursos para formarlos y
asociaciones para ayudarlos a trabajar en red.
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