¿Ayuno de qué?, ¿Abstinencia de qué?
Por: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
CON EL MIÉRCOLES DE CENIZA
COMENZÓ LA CUARESMA.
Al hablar de Cuaresma muchos se acuerdan del ayuno y la abstinencia. Creen que, por reducir un poco los alimentos del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, y porque los viernes en lugar de comer carne toman pescado, ya son penitentes.
La verdad es que hacer eso no cuesta gran cosa; pero, ¿qué
tal el ayuno y la abstinencia de los malos pensamientos, el ayuno de las malas
palabras y las malas acciones? Eso ya es otra cosa, que cuesta
inmensamente más. Y se trata de seguir esta rigurosa dieta más que la de los
alimentos.
Ayunar de los malos pensamientos. Cuántas malas
ideas circulan con semáforo verde por la vía pública de nuestro cerebro, como
son: las etiquetas que les ponemos a los demás, la pornografía, las intenciones
malévolas, esos resentimientos largamente alimentados, etc.
Ayunar de las palabras malas. Un buen porcentaje
de nuestra mercancía verbal es de muy mala calidad. Las murmuraciones, las
críticas son un manjar envenenado con el que se alimentan muchas personas. El
que no critica a su prójimo es una maravilla del universo; y estas maravillas
se dan muy poco. Lo normal es criticar, murmurar, comerse al prójimo. Se
critica todo y a todos con desvergüenza.
En una ocasión encontré a una persona que me pidió sinceramente un consejo: ¿qué podía hacer para erradicar su hábito de murmurar?.
Le aconsejé que rezara un avemaría cada vez que se le escapara una
crítica. Tomó el consejo muy en serio, y el resultado fue que el primer día
tuvo que rezar casi tres rosarios completos. Luego, poco a poco, fueron
disminuyendo las avemarías, hasta que no tuvo que rezar ninguna, porque había
vencido el hábito de murmurar. El consejo es
válido, y el que desee dejar de ser un murmurador, puede intentarlo.
Podemos intentar también el ayuno de
palabras sonoras, chistes de doble sentido, etc. Hay mucho de que
ayunar, por ejemplo, de las malas acciones. Ayuna de verdad el que deja de
cometer maldades.
Ayunar de las bebidas alcohólicas; ayunar del robo,
las injusticias, fraudes, peleas, adulterios, infidelidades; ayunar de
películas pornográficas, de envidias, malos deseos contra los demás y tantas
cosas más.
Si, durante este ayuno y abstinencia del mal, se
toma una dieta abundante de caridad con el prójimo, de sacramentos, de
renovación espiritual, de buenas obras, entonces tendrá sentido la Cuaresma. De
lo contrario, será una comedia aquello de correr a la Iglesia a que me pongan
ceniza.
Algunos están seguros de que ya se les borraron sus maldades, porque les
impusieron la ceniza; como si fuera así de fácil. Más bien, el ir a recibir
ceniza significa comprometerse a hacer ayuno y abstinencia de alguna de
aquellas cosas malas que se dan en mi vida. ¿En qué va
a consistir mi ayuno y abstinencia durante esta Cuaresma?
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