Se trata de la nueva generación de jóvenes del tercer milenio. Su tiempo libre se dedica a navegar por Internet. A los educadores se les imponen enseñanzas y comportamientos nuevos y una pedagogía que hay que inventar.
Por: P. Felipe Santos | Fuente: .
Se trata de la nueva generación de
jóvenes del tercer milenio. Su tiempo libre se dedica a navegar por Internet. A
los educadores se les imponen enseñanzas y comportamientos nuevos y una
pedagogía que hay que inventar.
Los tiempos televisivos son agua pasada. El distintivo de la nueva generación
de jóvenes y niños es la informática; el nuevo horizonte es e virtual. Y los
nuevos habitantes del mundo de la electrónica son los "digitales".
Internet es el espacio que hay que ocupar, el océano por el que navegar, la
selva por explorar, la sala de juegos para disfrutar, la plaza para charlar, la
play station para matar el tiempo.
Existe una generación de jóvenes para quienes la página web es la vida. La
llaman también la generación de los internautas, la que pasa mucho de su tiempo
libre ante el ordenador. Internet está creando un enorme gap generacional y
está aislando a los adolescentes: están un buen tiempo ante un mundo virtual,
en detrimento del real. Con los digitales se encuentran como en casa.
¿Cómo ocupan el tiempo con los digitales? En
primer lugar con el correo. Es mucho más rápido y les permite crear un nuevo
lenguaje, distinto del que aprenden en la escuela. Una segunda forma de emplear
el tiempo es chattare. Es una costumbre que está modelando la generación "chat".
El tercer "trabajo" de los
digitales es la música para muchos jóvenes. Para otros es el videogame, un
catalizador importantísimo que se ha convertido para muchos en una obsesión.
Junto a ello están las visitas turísticas a lugares escabrosos de los que es
mejor no hablar.
A buen entendedor. Parece que en Japón hay facultades de medicina que enseñan
cómo curar con el ordenador. Puede ser un estímulo para los educadores. Y lo es
para quienes empleen el Sistema Preventivo. Los digitales se encuentran frente
a problemas inéditos, el primero de todos la globalización: la tentación a explorar como nuevos Cristóbal Colón o
Magallanes, colonizar los territorios y formar un único y gran pueblo a su
disposición.
El sociólogo Di Masi escribe: "Una generación que encuentra del todo normal vivir
virtualmente relaciones intensas (intelectuales, creativas y eróticas) con
personas lejanas... Es la generación que cultiva sensaciones estéticas basadas
más en la originalidad y en el estupor que no en la belleza tranquilizante del
pasado; una generación que vive la sexualidad independiente de la procreación;
una generación que considera la noche como espacio por colonizar con ganas
inmensas de vivir; una generación que ve la gran separación del mundo no entre
ricos y pobres sino entre intelectuales e ignorantes.
Cosas buenas. Los internautas aprecian la ecología,
no tienen prejuicios de razas, color, piel, clase social; hacen nuevas
amistades, ven el mundo desde su butaca; se comunican más con el rock con la
lengua de Shakespeare. Pero no tienen ideologías fuertes, intelectualmente son
vulnerables. Tienen los sueldos de papá.. El Papa ha hablado acerca de la Etica
del Internet. A los educadores les aguarda un gran trabajo.
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