VIENTRES DE ALQUILER, EL «GRAN ENGAÑO»: LA ENCUESTA DE UNA PERIODISTA QUE DESVELA SU FRAUDE ÉTICO
La realidad que hace posible el negocio de los vientres de alquiler no tiene
en cuenta ni a la madre portadora ni al niño.
La periodista Céline Revel-Dumas es la autora de GPA. El gran engaño, donde GPA son
la siglas que en francés (Gestation pour Autrui,
gestación por otro) designan la maternidad subrogada o vientres de alquiler. El
libro es una gran encuesta en
la que Céline ha entrevistado a numerosas personalidades en torno a esta
cuestión. Anne-Laure Debaecker la
ha entrevistado en Valeurs Actuelles.
* * *
Esta técnica maravillosa
permitiría, gracias a la abnegación de una mujer, que una pareja infeliz tenga
un hijo. En nombre del amor, no dejan de hacernos creer que la maternidad
subrogada es una técnica de procreación que ofrece alegría y felicidad a todos. Una encuesta minuciosa y escalofriante empaña esta
imagen estereotipada.
La periodista Céline Revel-Dumas, diplomada en la Escuela Superior de
Ciencias Económicas y Comerciales (ESSEC), ha reunido a expertos, actores de la
maternidad subrogada, filósofos, sociólogos y médicos para desvelar la monstruosidad escondida
detrás de esta práctica.
Se descubre que se llevan a
cabo grandes manipulaciones en las que mujeres y niños
son víctimas, pero más todavía, nuestra humanidad, con el
cuerpo humano destruido y mercantilizado al servicio de los más ricos. Este
libro es esencial para comprender que la maternidad subrogada no tiene nada de ético y representa una amenaza enorme que no se puede ignorar.
-SU
ENCUESTA SE TITULA "MATERNIDAD SUBROGADA, EL GRAN ENGAÑO".
¿DE QUÉ ENGAÑO SE TRATA?
-He elegido esta palabra
contundente porque revela la existencia de una dicotomía enorme. Por una parte,
encontramos un discurso muy gratificante que muestra los mejores aspectos de la
maternidad subrogada hablando de dar solución al sufrimiento de parejas
infértiles, en un contexto social donde el niño es muy importante. Y ese
discurso caluroso y maravilloso se topa con la realidad mucho más violenta,
fría y terrible de mujeres a las que se pone en peligro potencial, de cuerpos humanos mercantilizados, de niños cosificados.
-
¿HAY HOY DIFERENTES FORMAS DE MATERNIDAD SUBROGADA? ¿CUÁL ES LA IDEOLOGÍA
SUBYACENTE?
-Yo rechazo la idea
de que haya diferentes tipos de maternidad subrogada. Lo que se
llama "maternidad subrogada tradicional" designa
de hecho a una madre que abandona o dona a su hijo, pero continúa siendo la
madre del hijo. Por eso, el término "maternidad
subrogada tradicional" es un nuevo engaño: presupone que esta
práctica viene de una tradición histórica, lo que es totalmente falso. Durante
siglos, tener un hijo significaba poner la propia vida en juego. Es poco
creíble que una mujer consienta libremente en ello para entregar inmediatamente
a su hijo.
Céline Revel-Dumas
presenta en su libro y en esta entrevista la realidad de los vientres de
alquiler.
»La maternidad subrogada real es un procedimiento que se concreta en los
años 1985-86 a causa del escándalo "Baby
M" en Estados Unidos. La "madre
sustituta" se negó a dar el hijo a la pareja que lo había
encargado. Este escándalo mostró una evidencia: una
madre puede apegarse al hijo que lleva en el vientre. En segunda instancia, el tribunal consideró que
el consentimiento de Mary Beth Whitehead no podía sino estar viciado porque la mujer
no podía anticipar los vínculos que establecería con el hijo durante su
embarazo.
»El asunto marca entonces un cambio radical: para minimizar los riesgos
del apego de las "madres sustitutas", la
medicina elabora una técnica para separar lo genético de lo biológico, inseminando a la madre sustituta con los óvulos de
otra mujer, de manera que la "madre sustituta" ya no tenga vínculo
genético con el hijo. Las "madres sustitutas" ya no son
consideradas madres, porque no trasmiten su patrimonio genético, y se
consideran "madres de sus propios hijos" (son
estas sus palabras) cuando les han transmitido sus genes.
»Paradójicamente, el resultado es una hipergenetización
de la maternidad. Y,
consiguientemente, es ahí donde se revelan una infinidad de mentiras: la "donante de óvulos" no cree ser la
madre, puesto que no lleva al hijo ni crece en su seno. La maternidad, pura y
sencillamente, estalla en un contexto donde la cuestión, esencial, del origen
del niño aparece a gritos.
-USTED
DETALLA LAS DIVERSAS APLICACIONES DE LA GESTACIÓN SUBROGADA EN TODO EL MUNDO.
¿QUÉ NOS DICEN LAS SUCESIVAS PROHIBICIONES DE LA GESTACIÓN SUBROGADA COMERCIAL
EN LOS PAÍSES DEL SURESTE ASIÁTICO?
-En la década de 2000 se puso en
marcha en la India un sistema que ofrecía una
gestación subrogada "de bajo coste". El modelo, diseñado para atraer a una clientela
internacional, tuvo un éxito inmediato con la apertura de numerosas clínicas y
precios bajísimos gracias a muchas "madres de
alquiler" pobres cuya motivación económica era muy clara. Entonces
se comprendió que esto funcionaba muy bien, pero que generaba muchos excesos y ultrajes: no se
respetaba a las mujeres, se las alojaba lejos de su casa, eran vigiladas y
reducidas a "vientres", sometidas a exámenes médicos, por una
remuneración ridícula. En la lógica de la rentabilidad, se las inseminaba con cinco o seis embriones, y luego se procedía a la
reducción embrionaria si el cuerpo no podía soportarlo... Ante las monstruosidades que se estaban
perpetrando, el país dijo "basta" y
comenzó cerrando las fronteras a las parejas homosexuales y a los solteros, y
luego a todos los extranjeros.
»Pero como esto no era suficiente, la gestación subrogada fue muy
regulada. Al tratarse de un sector muy lucrativo, las tecnologías y los
conocimientos indios se exportaron después a los países vecinos, y volvieron a
producirse los mismos excesos, lo que obligó a los
países, sobre todo por su imagen internacional,
a restringir sucesivamente la gestación subrogada a la gestación subrogada
supuestamente ética.
»Sin embargo, en mi libro demuestro que, una vez que se han establecido la
tecnología y las redes de médicos, aunque se intente limitar la práctica, la
red se pone en marcha... Tan pronto como
se establece un mercado legal, surge un mercado ilegal. Una vez adquiridos los conocimientos médicos para
separar el embarazo de la genética, la prohibición queda anulada: las "madres de alquiler" siempre pueden
cobrar por debajo de la mesa. Las mujeres que están dispuestas a gestar y dar a
luz sin compensación económica son extremadamente raras, si no inexistentes, en
los países pobres.
-¿QUÉ
ES LA GESTACIÓN SUBROGADA GLOBAL DE LA QUE HABLA EN SU LIBRO?
-Es una gestación subrogada a
la carta, permitida por la globalización. Por ejemplo, una pareja de
homosexuales franceses no puede llevar a cabo una gestación subrogada en
Ucrania porque solo está permitido para los heterosexuales. En Estados Unidos
se permite la gestación subrogada para las parejas del mismo sexo, pero es demasiado
caro. México es más accesible y abierto a todas las parejas. El problema es que
los óvulos mexicanos no se ajustan al fenotipo esperado. Por ello, las clínicas
traen óvulos de jóvenes rubias ucranianas. Una madre subrogada mexicana llevará
un niño concebido a partir de óvulos ucranianos, que se beneficiará de la
protección legal francesa. Los padres solicitantes se sumergen así en los
aspectos más cuestionables de la globalización.
»Los óvulos viajan... al igual que los embriones. Un escándalo ético
sacado a la luz por una investigación de la periodista Louise Audibert para La Croix l'Hebdo. Estos embriones congelados criogénicamente se transportan por todo el
mundo como si fueran
material corriente para ser inseminados en los vientres de "madres de alquiler" en los países en
los que esta práctica es legal, como Ucrania.
-¿QUÉ
ES LO QUE MÁS LE SORPRENDE DE LAS PERSONAS QUE RECURREN A LA GESTACIÓN
SUBROGADA?
-Una negación que impide a las parejas ir más allá del
paradigma individual, aunque sean conscientes de los problemas de
explotación de la mujer. Algunos incluso adoptan una visión muy cínica,
creyendo que estas mujeres son efectivamente explotadas, pero que al final
todos somos explotados, así que más vale hacer lo que hacen los demás.
»Esto refleja una falta de normas morales, de consideración, de alteridad y una permisividad hacia la idea de la
injusticia... Otras parejas con las que hablé describieron su incomodidad a la
hora de elegir en un catálogo una donante de óvulos.
Pero estas parejas dan por buenos los discursos que les hacen las clínicas y
los intermediarios, que la mayoría de las veces "educan"
a las "madres de alquiler" para
que sean exclusivamente altruistas.
»Este guión tiene un inconveniente, incluso para las madres de alquiler: tienen que demostrar su buena fe y ya no pueden
negociar sus compromisos. Sin embargo, llevan este gigantesco negocio
sobre sus hombros. Cuando hablamos de la libertad
de las mujeres en relación con la gestación subrogada, ¡tenemos el mundo al
revés!
»Naturalmente, debemos intentar ponernos en la piel de estas parejas que
desean tener un hijo. El sufrimiento es real. Sin embargo, hay otra forma más
hermosa de tener un hijo, como la adopción, que permite a un niño abandonado encontrar
amor y calor. Además, la mayoría de las parejas homosexuales no son estériles.
La "coparentalidad" (la palabra
es, en mi opinión, una tautología) es perfectamente accesible para ellos. Por
lo tanto, es el Estado al que culpo, porque es el Estado el
que debe establecer los límites.
-EN
CONTRA DEL ARGUMENTO PRINCIPAL DE SUS DEFENSORES, USTED AFIRMA QUE LA GESTACIÓN
SUBROGADA NUNCA ES ÉTICA. ¿POR QUÉ?
-Por varias razones. Cuando una mujer
firma un contrato de "gestación subrogada" se convierte en una
prisionera: si quiere quedarse
con el niño, no puede hacerlo. Si una mujer quiere abortar, la decisión
no es suya. Esto es escandaloso. [Nota de ReL: La autora está abordando
la cuestión de los derechos de la madre de alquiler sobre el niño que lleva
dentro, no directamente el aborto. De su expresión no se deduce necesariamente
que apoye que una mujer aborte. Si así fuera, obviamente no refleja la posición
de ReL.]
»En dos años, en Ucrania, entre 40 y 50 "madres
de alquiler" han querido quedarse con el niño y no se les ha
permitido. Su cuerpo ya no les pertenece durante el embarazo y el niño no les
pertenece, está en manos de la clínica y depende de la buena voluntad de los
padres comitentes.
Además, como he explicado antes,
el mercado legal -por ejemplo, una gestación subrogada falsamente ética- sirve
al mercado ilegal. No hay nada que impida que el dinero fluya. Por
último, no hay ninguna preocupación por las necesidades del
niño. ¿Podemos
legalizar un trastorno en origen? El niño se preguntará: ¿a quién me parezco? ¿De dónde vengo? ¿Quién me ha
llevado en su vientre?
»La socióloga Catherine Waldby revela en The Oocyte Economy que
incluso cuando la donación de óvulos es totalmente ética, es decir, gratuita,
supervisada, y la donante comunica su identidad, como en Gran Bretaña, los
futuros padres van a comprar óvulos a otro lugar porque les molesta la idea de que un día el niño pueda saber de dónde viene. Temen que
de alguna manera se les escape. Cuando la ley se acerca un poco más al respeto
del niño, son los padres los que se alejan de él...
-TAMBIÉN
SE PLANTEAN OTRAS CUESTIONES SOBRE LAS CONSECUENCIAS PARA LA SALUD PSICOLÓGICA
Y FÍSICA DE LAS MADRES DE ALQUILER. SIN EMBARGO, EXISTEN MUY POCOS ESTUDIOS, ESPECIALMENTE
A LARGO PLAZO. Y, POR SUPUESTO, EL TEMA ES TABÚ ENTRE LOS PARTIDARIOS DE LA
GESTACIÓN SUBROGADA...
-A veces se alaba el equilibrio
económico de las "madres de alquiler". Sin
embargo, la mayoría pertenecen a la clase media menos acomodada o a la clase
trabajadora. Estas mujeres trabajan y llevan a cabo la subrogación para mejorar
las condiciones económicas de sus familias. Las mujeres ricas
no son "madres de alquiler"...
-USTED
DENUNCIA QUE LA GESTACIÓN SUBROGADA NO DEJA AL NIÑO INDEMNE. TAMBIÉN AFIRMA QUE
EL NIÑO TIENE "INSTINTO MATERNAL": ¿QUÉ ES? ¿CUÁLES SON LAS
CONSECUENCIAS?
-He elegido este término para
concienciar. Es cierto que las "madres de
alquiler", con argumentos genéticos, se separan del niño. Pero
aunque la madre no tenga ese instinto, para el niño sí es importarte la
cuestión materna, quién lo ha llevado en su seno. Me baso en el trabajo del
ginecólogo René Frydman, que explica
que separar al recién nacido de la madre que lo ha llevado al nacer no tiene
nada de inocuo. Incluso dice que es un "caos"
para él. A pesar de los culturalistas que afirman que la paternidad
social comienza con el progenitor que cría al niño, el vientre
materno ya es un lugar cultural: el bebé oye sonidos, reconoce el olor, el
sabor y la voz de su madre, el gusto de lo que come. Por eso, tras el parto, se recomienda el
contacto piel con piel con la madre, para tranquilizar al recién nacido, que
está entrando en el mundo y necesita encontrar un punto de referencia.
»Esta separación puede tener consecuencias a largo plazo para el
desarrollo del niño. Esto puede comenzar en el propio vientre materno: el feto
desarrolla sus capacidades cerebrales porque su madre está plenamente implicada
psicológicamente en su embarazo. Sin embargo, existe una ambivalencia emocional para las "madres sustitutas", que no
pueden invertir demasiado por miedo a encariñarse demasiado... Frydman explica que esta ambivalencia no puede
dejar de tener impacto.
»También explica que puede haber consecuencias imperceptibles, del orden
de un malestar indefinido, formas de depresión, angustia, deseo suicida en la adolescencia, una
época en la que el niño debe encontrar una base identitaria para construirse.
También hay un trastorno en el origen que dificulta la construcción en la edad
adulta. Puede ir bien, pero también puede ser completamente devastador. Por lo
tanto, el Estado debe proteger a los más frágiles, los niños, cosa que no hace
al autorizar esta práctica.
-USTED
SEÑALA QUE LAS INTENCIONES DE LOS PADRES SON PRINCIPALMENTE GENÉTICAS, LO QUE
SIGNIFICA...
-Hablar de paternidad social también es un farol: estamos en un esquema
clásico de reproducción y procreación. Lo importante para todas estas parejas,
y por eso se alejan de la adopción en primer lugar, es transmitir
una parte de sí mismas. Es la palabra poética de Paul
Éluard, ese "arduo deseo de
durar". Pero esto es completamente cuestionado por los partidarios
de la gestación subrogada, que valoran el concepto de paternidad social.
»Tanto las parejas heterosexuales como las homosexuales quieren que su
pareja se encarne en el niño. En el caso de las parejas homosexuales, esto será
posible mediante la creación de dos embriones concebidos con el esperma de cada
uno e implantados en el útero de la madre de alquiler. A veces incluso
utilizando el mismo donante sucesivamente. Esto es paradójico, porque crea un vínculo genético entre los hijos, al tiempo que promueve un
discurso de paternidad social.
-LA
SITUACIÓN EN FRANCIA NO AUGURA NADA BUENO. ¿QUÉ PERSPECTIVAS TIENE NUESTRA
SOCIEDAD?
-En Francia, donde se supone que
la gestación subrogada está estrictamente prohibida, vemos a una
izquierda woke que se
apodera plenamente del tema y se enfrenta a los conservadores, que se sienten
muy incómodos con las cuestiones relativas al cuerpo femenino y la procreación.
Las propias feministas están divididas. Al mismo tiempo, algunos medios de comunicación dominantes están
claramente a favor de esta práctica, con parejas que informan sobre "su" maternidad subrogada sin ningún
prejuicio.
»Sin embargo, las cuestiones éticas que plantea esta práctica son
importantes. Ya no es solo una cuestión de procreación, sino de
fabricación. La eugenesia entra por la puerta grande con
la gestación subrogada: se elige el sexo del niño que va a nacer, se comprueba
su genoma. La medicina y la industria se apoderan del proceso de
procreación, lo dividen y lo rentabilizan. El individuo se convierte en un
recurso financiero, la paternidad se reduce a los gametos y el niño se asimila a un producto que debe
responder a la fantasía de sus padres.
»Ya es hora de que el Estado asuma sus responsabilidades y reafirme lo
que es y no es acorde con nuestros valores. La maternidad subrogada no lo es.
Permite la servidumbre económica de las mujeres a través de sus cuerpos;
fomenta la desigualdad debilitando un poco más a quienes deberían estar
protegidos -las mujeres en situación de precariedad y el niño, al que se le
quita la madre- y convierte la solidaridad en un intercambio económico. Seamos
claros: la gestación subrogada es un adiós a la libertad, la
igualdad y la fraternidad.
Traducción de Verbum
Caro.
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