Nada hay más tranquilizador que entrar en diálogo con Dios.
Por: Mónica Muñoz | Fuente: Catholic.net
En estos días, es muy frecuente encontrar publicaciones en las redes sociales y
los medios de comunicación respecto a la pandemia causada por el virus del SARS COV2, que se asocia con el hecho de perder la
salud y, en algunas ocasiones, hasta la vida, situación que ha logrado infundir
gran temor entre quienes están conectados todo el día al internet, provocando
que perdamos de vista otras cosas trascendentes, como el hecho de amanecer
todos los días y estar con nuestra familia. No digo que no sea importante
mantenernos informados de las novedades, porque nos ayuda para tomar
decisiones, sin embargo, también el exceso de información puede provocar
ansiedad y generar estrés, lo que, según los expertos, podría bajar las
defensas del cuerpo.
Creo que
es muy importante investigar lo que está ocurriendo en esta temporada de frío,
en la que se pueden contraer otras enfermedades respiratorias, que fácilmente
podrían confundirse con el Covid 19, y que, dicho sea de paso, año con año
provocan la muerte de miles de personas. En Estados Unidos, por ejemplo,
se desconoce el dato preciso de las defunciones acaecidas por la influenza
estacional o enfermedades semejantes, que pueden acarrear complicaciones como
neumonías bacterianas o agravar alguna enfermedad crónica existente como una
insuficiencia cardiaca o pulmonar, igual que lo hace el Covid 19, y digo que es
difícil determinar quiénes mueren por influenza porque sucede que se busca
atención médica en etapas posteriores a la enfermedad, cuando la enfermedad
respiratoria original ya no se puede detectar. Así es que, se registran
defunciones por la complicación que surge de la enfermedad no tratada a tiempo.
(Datos tomados de la página de los Centros de Control y la Prevención de
Enfermedades de los Estados Unidos: https://www.cdc.gov/spanish/).
Pero en
México, tenemos a la Secretaría de Salud que informa a través de su página
acerca de las personas infectadas por enfermedades respiratorias, y, de igual
manera, toma en cuenta todas las infecciones, no solamente las de Covid 19, que
en época de frío es muy común contraer, registrando los casos por Infección
Respiratoria Aguda (IRA) y Neumonía/Bronconeumonía, que se presentan
semanalmente en cada estado de la República, además de llevar un registro
diario de casos activos de Covid 19, que destaca los casos acumulados, los
recuperados, las defunciones totales y sospechosas, que, hasta el 16 de enero,
contabilizaba un millón ochocientos veintidós mil setecientos veintiocho casos
acumulados, de los cuales se han recuperado un millón doscientos doce mil
cuatrocientos tres, y, que, aunque lamentablemente hay más de 140 mil muertes,
es esperanzador que son inmensamente más los casos que se recuperan que los que
fallecen (https://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/direccion-general-de-epidemiologia).
Ahora bien, ¿qué podemos determinar, analizando los datos arrojados
por la Secretaría de Salud?, en primer lugar, que, lo importante en todos los
casos es estar no solo atentos a los síntomas, sino procurar obtener
atención médica oportuna y guardar la calma, pues el hecho de contraer una
enfermedad respiratoria no quiere decir que se esté condenado a morir. En
segundo lugar, recordemos que todas las infecciones respiratorias pueden
presentar síntomas semejantes, y que las pruebas rápidas pueden generar falsos
positivos respecto al Covid 19, así es que, aunque se salga positivo, la
mayoría de los casos se presentan con síntomas leves o quizá fuertes, pero si
se tratan adecuadamente, no tienen por qué agravarse.
En tercer lugar, es muy
importante estar calmados, el estrés y la ansiedad solamente pueden
desencadenar reacciones indeseadas, recuerdo ahora el caso de una persona que
fue diagnosticada con Covid y que contaba que había tenido episodios en los que
le faltaba el aire, pero que después se dio cuenta de que eran debidos a la
ansiedad que estaba sufriendo.
Además. desafortunadamente, el
miedo es mucho y las personas que se contagian pueden caer incluso en estado de
depresión. Es necesario, pues, que hagamos de lado el miedo y ganemos
confianza, es verdad que todos estamos expuestos a contraer enfermedades, pero no
solo ésta, que tanta publicidad tiene hoy en día, sino cualquiera, si no
tomamos las medidas de higiene necesarias para evitarlas, o el tratamiento
conveniente a tiempo, si es que llegamos a contraerlas.
En cuanto al punto de la
confianza, les puedo recomendar hacer oración, nada hay más tranquilizador que
entrar en diálogo con Dios, no por nada se dice que únicamente nos acordamos de
Él cuando necesitamos algo, pero es verdad, quien se encomienda al Señor y le
confía sus pesares, no queda defraudado. Por supuesto que no es una fórmula
mágica, pero nos ayudará a mantenernos serenos y a estar con mayor paz, porque
a todos nos llegará el momento de sufrir por algún motivo, por eso, antes de
que lleguen los momentos de dolor, recordemos que solo Dios puede ayudarnos y
encomendémonos a Él para que, en el instante de la prueba, estemos mejor
preparados. Tengamos fe.
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