JOSÉ MANUEL DÍEZ QUINTANILLA Y SU SELECCIÓN DE APARICIONES MARIANAS APROBADAS
DÍEZ QUINTANILLA Y ÁLEX NAVAJAN REFLEXIONAN EN CREO TV SOBRE LAS 9
APARICIONES MARIANAS CON MAYOR GRADO DE APROBACIÓN DE LA IGLESIA
José Manuel Díez Quintanilla,
presidente de Radio María desde 2013, publicó en 2020 el libro Las apariciones de la Virgen
María (LibrosLibres), que se centran en “las 9 más importantes”, a saber: el Pilar, Guadalupe, la Medalla Milagrosa, La Salette, Lourdes, Fátima, Pontmain, Beauraing y Banneux.
Entrevistado por Álex Navajas en Creo TV, Quintanilla explica que ya en
su familia, con sus padres, solía ir a santuarios marianos, "y de los primeros recuerdos que tengo fue una
viaje que hicimos a Lourdes, el llegar allí a un pueblo perdido". Lourdes,
y la figura de Santa Bernadette, su vidente, le llevaron a investigar sobre las
apariciones marianas
aprobadas.
Un católico no tiene por qué creer en estas apariciones, detalla. "Te puedes ir al Cielo sin creer que la Virgen
se apareció en Lourdes, no
forma parte de lo que es la revelación pública, que iría desde Abraham hasta la
muerte de San Juan. Hay veces que hay indecisión por parte de la Iglesia, que
es prudente. Hasta que reconoce una aparición se da un proceso muy largo",
detalla.
CUATRO
GRADOS DE RECONOCIMIENTO ECLESIAL
Quintanilla establece cuatro grados de reconocimiento de apariciones. "La primera es una
declaración solemne del obispo, donde se dice que los hechos
parecen ciertos y los fieles tienen el derecho a creer. En el segundo nivel se
pueden celebrar eucaristías o construir templos. El tercer nivel
sería un documento vaticano. Y el cuarto nivel son aquellas que figuran
en el misal romano, el oficio divino y la liturgia propia". Las
9 apariciones del libro pertenecen a este cuarto nivel.
Las apariciones de la Virgen
María (aquí en OcioHispano), se centra en las 9 apariciones marianas de mayor reconocimiento
eclesial.
Quintanilla señala que casi
siempre el mensaje de la Virgen se centra en pedir
oración y conversión. "La Virgen quiere abrirnos las puertas del
cielo. Hay que hacerse como niño, se dice en el evangelio y por eso muchas
veces los videntes son niños", señala. "Este
fenómeno de las apariciones de la Virgen solo
se pueden entender desde el punto de vista de una madre a sus hijos".
LA
INCREDULIDAD DE LAS FAMILIAS
Las familias de los videntes a
veces creen a sus hijos, y otras no. En Banneux, Bélgica, los padres están
alejados de la fe, pero defienden a su hija y se convierten. En Lourdes, los
padres de Bernadette advierten su transformación y entienden que algo ha
sucedido.
"Sin embargo,
en Fátima, la madre de Lucia nunca cree en las apariciones. De hecho, le
llega a pegar porque no se lo cree. Cuando se va a morir, intenta hablar con su
hija, no la dejan, y dice: 'este es el último cáliz que me ha tocado por estas
apariciones'". Quintanilla detalla que, más que
no creer a su hija, "no entendía
que con lo humildes que eran, campesinos, la Virgen se le apareciera a
ellos".
A veces hay relaciones curiosas
entre las apariciones. Las de Bélgica se dan en 1932, primero en Beauraing,
poco después en Banneux. "El párroco de Banneux
había ido a Beauraing y le había pedido a la Virgen que si era verdad él haría
una novena para que se convirtiera
alguien de su parroquia. A los pocos días, una niña nada creyente le dice que
se le ha aparecido la Virgen", señala Quintanilla.
A Quintanilla le llama la
atención "que los sacerdotes de estas
parroquias siguen celebrando el culto normal y ven las transformaciones que se
producen en las personas; no me gustaría estar en la posición de estos
sacerdotes que tienen que decidir".
EL
PILAR DE ZARAGOZA, LA PRIMERA APARICIÓN
Dice la tradición que la Virgen
se apareció al Apóstol Santiago en Zaragoza en el siglo I, estando aún viva, en
"carne mortal". "Cuando ves la
devoción que hay a la Virgen en España, tierra de María... algo tiene que
haber", comenta el autor. El caso del Pilar,
técnicamente, "no es una aparición, es una bilocación, porque la Virgen estaba viva en ese entonces".
Quintanilla comenta su relación
con el asombroso milagro
del cojo de Calanda en el siglo XVII, cuya pierna le
había sido amputada en un hospital, que había pedido limosna en el Pilar ante
miles de fieles, y que muchos testigos aseguraron que
había recuperado su misma pierna tras soñar con la Virgen del Pilar. "Está todo documentado, con actas notariales. Intervino el
rey", apunta.
TIEMPO
PARA PRONUNCIARSE
Quintanilla detalla que un obispo
que investiga un caso supuestamente milagroso "tiene
tres opciones: una es decir que consta la sobrenaturalidad; luego
está la opuesta, consta la no sobrenaturalidad, por
ejemplo el Palmar de Troya, ahí se ve que es todo mentira; y
luego hay un intermedio, que es cuando no consta la sobrenaturalidad".
La Iglesia puede pasar siglos sin
pronunciarse. "Es normal que la Iglesia no se
pronuncie todavía sobre Medjugorje porque
allí se siguen produciendo. Imaginemos que la Iglesia las oficializa y al dia
siguiente dice un vidente que era en realidad el demonio vestido de blanco.
Sería ridículo. Yo entiendo esa prudencia".
Detalla que hay muchas
apariciones en un proceso de aprobación muy avanzado, como "las de Kibeho en Ruanda,
con un documento del cardenal Ratzinger, he podido estar en su santuario" o
"las de Akita en
Japón, ya en su tercer nivel".
LA
SALETTE... Y SU CONFUSA SEGUNDA PARTE
De las apariciones aprobadas de La Salette (en una zona alpina, en Francia, en
1846), considera que "quizá hubo
precipitación". "Es el
primer mensaje donde la Virgen llora, hay milagros, una fuente"... La
Virgen pidió a los niños que dieran un mensaje al Papa, y lo hicieron,
pero diez años después uno de ellos quiso aportar
un mensaje adicional, "distinto, muy
catastrofista, y la Iglesia, con su prudencia, no reconoció
esta segunda parte, y eso ha llevado a que todo lo relacionado
con La Salette no haya tenido tanta devoción".
La acumulación de apariciones
aprobadas en Francia en los últimos siglos la relaciona con "el cambio radical que empieza con Lutero y
desemboca en la Revolución Francesa".
GUADALUPE
Y FÁTIMA
Quintanilla señala que desde el
Pilar (en el siglo I) a Guadalupe (en el siglo XVI) hay muchas apariciones
marianas como la de San Simón Stock, con la devoción del escapulario,
o la de la Virgen de la Merced con San Pedro Nolasco y San Ramón de
Peñafort. Pero no entran en su lista por no tener una liturgia aprobada para la
Iglesia universal.
Destaca los frutos de conversión
en México ligados a la Virgen de
Guadalupe, que
entroncó bien con la devoción indígena. Y pese a la persecución anticlerical de
los años 30, con un intento asombrosamente fallado de destruir la imagen de
Guadalupe, esta advocación tiene más devotos que nunca.
La imagen de la tilma de
Guadalupe, destaca, "no es pintura, es
inexplicable, es como una estampación", y enumera otros fenómenos asombrosos que se le atribuyen a esa prenda de
tejido vegetal que
asombrosamente ha durado 4 siglos.
EL
CONTEXTO ANTICLERICAL EN FÁTIMA
Quintanilla también da datos
sobre el contexto religioso de Portugal, país de las apariciones de Fátima. "No hay que olvidar que a principios del siglo XX se
produce un atentado por parte de la masonería y la anarquía internacionales
donde mueren el rey [Carlos I de Portugal, en 1908] y el
príncipe heredero". Era un contexto de confiscación de bienes
eclesiales y hostilidad a la Iglesia. "A
veces, de Portugal tenemos una visión de un país muy católico, donde nunca pasa
nada, tenía un poso de gente anti-iglesia muy fuerte".
LAS
PARTICULARIDADES DE LA MEDALLA MILAGROSA
De las apariciones de la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré, destaca que "es la única
en la que la vidente lleva mucho tiempo pidiendo a la Virgen que se le
aparezca". Además,
es la única aparición aprobada en que una vidente dice haber tocado
físicamente a la Virgen.
Las apariciones se difundieron
por todo el mundo, las difundió su confesor, pero manteniendo en secreto la
identidad de la religiosa hasta que ella murió años después. Detalla que el
cuerpo de Santa Catalina se mantuvo "casi
incorrupto" y que estaban en mejor estado "las
manos y los ojos", como "un regalo
precioso".
LO
QUE LES PASA DESPUÉS A LOS VIDENTES
Para el vidente, haber sido
testigo de apariciones puede ser una cruz, señala Quintanilla. Sor Lucia de
Fátima, ya en España, lejos de Fátima, acompañada de su madre, recuerda que
cantaba con ella canciones de su infancia pero se les rompía la voz al echar de menos sus años felices antes de las apariciones de 1917.
Por contraste, de los videntes,
Quintanilla destaca a San Juan Diego, que
se quedó viviendo junto a la tilma, barriendo el lugar y contando la historia a
todos los que acudían.
Al final, difundir las
historias de estas apariciones, explica Quintanilla, puede ayudar a muchas
personas a avanzar hacia el Cielo y la vida eterna con Dios.
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