Quizá estás un poco incómodo…
Me pateas en la pelvis
constantemente.
Mi
ombligo amenaza con estallar.
Mis senos
están goteando y duelen.
Mi
trasero se ve pequeño.
Mis
axilas son oscuras y secas.
Ya no
puedo entrar en mis panties.
Y la
cantidad de pipi que produzco ahora es absolutamente horrible.
Pero ¡¡TE AMO!!
Santo
Dios, ¿Por qué estoy tan obsesionada con tu llegada?
Estoy más
que emocionada de conocerte y no me importa lo que le hagas a mi increíble
cuerpo.
Estoy más
que bendecida de poder concebirte, cargarte y ayudarte a crecer.
Estoy tan emocionada por nuestro
futuro y por lograr que seas el pequeño más feliz del mundo, aunque me ponga un
poco difícil cuando estoy cansada y hormonal
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