La Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre.
Por: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net
LA NAVIDAD ES UNA DE LAS
FIESTAS MÁS IMPORTANTES DE LA IGLESIA PORQUE EN ELLA CELEBRAMOS QUE EL HIJO DE
DIOS SE HIZO HOMBRE PARA ABRIRNOS LAS PUERTAS DEL CIELO, PARA ENSEÑARNOS EL
CAMINO PARA LA VIDA ETERNA.
La Navidad, a pesar de ser una fiesta cristiana, se ha popularizado en todo el
mundo. Efectivamente, hasta los no creyentes celebran "las
fiestas de diciembre", como se les dicen. Los regalos, los pinos
adornados y los Santa Claus abundan en esta época y el gasto familiar se eleva
a las nubes.
Por desgracia, el verdadero sentido de celebrar el
nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos, tal
como lo hacían los paganos griegos y romanos para las fiestas de la Saturnalia,
es decir, el inicio del invierno.
UN POCO DE HISTORIA
Emmanuel significa Dios con nosotros. La celebración de la Navidad
nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es
Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos
desde la tierra.
Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia
y de verdad.
¿QUÉ NOS ENSEÑA LA NAVIDAD?
La celebración de la Navidad es un momento privilegiado para meditar en el
texto evangélico de San Lucas 2, 1-20, en donde se narra con detalle el
Nacimiento de Cristo.
Podemos reflexionar las virtudes que encontramos en los diferentes personajes
involucrados y luego, aplicarlas a nuestra vida:
María nos enseña a ser humildes, a aceptar la voluntad de
Dios, a vivir cerca de Dios por medio de la oración, a obedecer a Dios y a
creer en Dios.
José nos enseña a escuchar
a Dios y hacer lo que Él nos diga en nuestra vida, aunque no lo entendamos y a
confiar en Dios.
Jesús nos enseña la
sencillez. A Dios le gusta que seamos sencillos, que no nos importen tanto las
cosas materiales. Jesús, a pesar de ser el Salvador del mundo, nació en la
pobreza.
Los
pastores nos enseñan que la verdadera alegría es la que viene
de Dios. Ellos tenían un corazón que supo alegrarse con el gran acontecimiento
del nacimiento de Cristo.
El 25 de diciembre se celebra la Navidad. Dios se hizo hombre para
abrirnos las puertas del Cielo y enseñarnos el camino para la vida eterna.
Jesucristo es luz, amor, perdón y alegría para todos los hombres y mujeres de
buena voluntad.
La Sagrada Familia nos da ejemplo de la aceptación de la Voluntad de Dios,
viviendo con sencillez, humildad y alegría el nacimiento de Jesús en el Portal
de Belén.
ACTIVIDAD EN FAMILIA
La persona que dirige, lee y pide a los demás miembros del grupo que cuando
ella se detenga en las palabras negritas, ellos tendrán que adivinar la palabra
que falta para completar la historia.
"En una ciudad llamada Nazaret vivía una joven
llamada María. María amaba
mucho a Dios y estaba comprometida para casarse con un hombre muy bueno que se
llamaba José y era
carpintero.
Un día, se le apareció a María el Ángel Gabriel mandado por Dios y le preguntó
si quería ser la Madre del Hijo de Dios y le explicó que el Espíritu Santo
vendría sobre ella. María contestó que sí aceptaba.
José se preocupó mucho cuando María le
dijo que iba a tener un bebé. Pero una
noche, Dios le mandó a José un mensaje.
El ángel le dijo en sueños que no dudara en casarse con María pues el Hijo que
Ella estaba esperando era el Hijo de Dios y que salvaría a los hombres del pecado.
José despertó y fue a buscar a María, la llevó a su casa y cuidó de ella.
En aquellos días el Emperador César
Augusto, dio la orden de que todos tenían
que ir al pueblo de donde eran sus familias para empadronarse.
José formaba parte de la familia de David que eran del pueblo de Belén.
Entonces José y María tuvieron que ir al pueblo de Belén. El viaje fue muy
difícil para la Virgen María porque ya había llegado el momento de que naciera
el bebé.
Tan pronto como llegaron a Belén, José empezó a buscar donde descansara María,
pero no encontró ningún lugar porque todas las posadas estaban llenas de gente.
Al final, José encontró un establo y
llevó ahí a María.
Al poco tiempo, nació el Niño
Jesús. María envolvió al niño en pañales y lo acostó en un pesebre
que José había preparado.
Cerca de Belén habían unos pastores que
cuidaban sus ovejas, entonces se les apareció un ángel de Dios y les dijo: No
tengan miedo, les traigo buenas noticias, hoy ha nacido en Belén el niño que
será el Salvador, vayan a
verlo.
De pronto, el Cielo se llenó de ángeles que
cantaban a Dios diciendo: ¡Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los
hombres de buena voluntad!.
Los pastores corrieron hacia Belén y encontraron a José, María y el Niño Jesús
tal como les habían dicho los ángeles. Adoraron al Niño y le ofrecieron regalos."
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