«A VECES SE PIERDE EL SENTIDO RELIGIOSO DEL PUEBLO»
En el vuelo de regreso de Baréin,
Francisco habló sobre Ucrania y los numerosos conflictos del mundo. Habló de su
amistad con el Gran Imán de Al-Azhar, de la importancia de dar derechos e
igualdad a las mujeres, de los migrantes en los barcos, de los abusos a los
niños. Y a los católicos alemanes les dijo: «Alemania ya tiene una gran Iglesia
evangélica, no quisiera otra».
(Vatican.news/InfoCatólica) A continuación, la transcripción de la conversación del Papa Francisco
con los periodistas en el vuelo de regreso de Baréin.
Fatema Alnajem
(Bahrain News Agency)
Me gustaría decirle algo antes de formular mi pregunta. Usted ocupa un
lugar muy especial en mi corazón, no sólo porque visitó mi país, sino porque
cuando fue elegido Papa era el día de mi cumpleaños. Tengo
una pregunta: ¿cómo valora los resultados de
su histórica visita al Reino de Baréin y cómo valora los esfuerzos que está
haciendo Baréin para consolidar y promover la convivencia, en todos los ámbitos
de la sociedad, de todas las religiones, sexos y razas?
Ha sido un viaje de encuentro
porque la finalidad era precisamente estar el diálogo interreligioso con el
Islam y en el diálogo ecuménico con Bartolomé. Las ideas del Gran Imán de
Al-Azhar iban precisamente en esa dirección de buscar la unidad, la unidad
dentro del Islam respetando las nuances, las diferencias pero con unidad, la
unidad con los cristianos y con otras religiones, y para entrar en el diálogo
interreligioso o ecuménico se necesita la propia identidad. No se puede partir
de una identidad difusa. Soy islámico, soy cristiano pero tengo esta identidad
y por tanto puedo hablar con identidad. Cuando no se tiene una identidad
propia, un poco en el aire, es un poco difícil el diálogo porque no hay ida y
vuelta y por eso es importante, y estos dos que vinieron, tanto el Gran Imán de
Al-Azhar como el Patriarca Bartolomé, tienen una gran identidad. Y esto hace
bien. Del punto de vista islámico he escuchado atentamente los tres discursos
del Gran Imán y me ha llamado la atención la forma en que ha insistido tanto en
el diálogo intraislámico, entre ustedes, no para borrar las diferencias sino
para entenderse y trabajar juntos, no para estar en contra. Los cristianos
tenemos una historia algo fea de diferencias que nos ha llevado a guerras
religiosas: católicos contra ortodoxos o contra luteranos. Ahora gracias a Dios
después del Concilio hay un acercamiento y podemos dialogar y trabajar juntos y
esto es importante, un testimonio de hacer el bien a los demás. Luego los
especialistas, los teólogos, discutirán cosas teológicas, pero nosotros debemos
caminar juntos como creyentes, como amigos, como hermanos, haciendo el bien. A
mí también me llamaron la atención las cosas que se dijeron en el Consejo de
Ancianos sobre la creación y la protección de la creación, y esta es una
preocupación común de todos, islámicos, cristianos, de todos. Ahora, en el
mismo avión, van de Baréin a El Cairo el Secretario de Estado del Vaticano y el
Gran Imán de Al-Azhar, juntos como hermanos. Esto es algo bastante conmovedor.
Esto es algo que ha hecho bien. La presencia del Patriarca Bartolomé - es una
autoridad en el ámbito ecuménico - también hizo bien. Lo vimos en la ceremonia
ecuménica que hicimos y en las palabras que él dijo antes. En resumen: fue un
viaje de encuentro. Para mí la novedad de conocer una cultura abierta a todos.
En su país hay sitio para todos. También vi, el Rey me dijo: aquí cada uno hace
lo que quiere, si una mujer quiere trabajar, que trabaje. Apertura total, así
me dijo. Ya sabes, «you work». Y también la parte religiosa, la apertura. Me
llamó la atención la cantidad de cristianos, filipinos, indios de Kerala que
están aquí y que viven el país y trabajan en él.
Fatema Alnajem
Le quieren mucho.
Esta es la idea, he encontrado
una novedad y esto me ayuda a comprender e intercambiar más con la gente. La
palabra clave es diálogo, diálogo, y para dialogar hay que partir de la propia
identidad, tener identidad.
Fatema Alnajem
Gracias, Su Santidad. Rezaré a Alá el Todopoderoso para que lo bendiga
con buena salud, felicidad y una larga vida.
Santo Padre: Sí, reza por mí, no
en contra (risas).
2) Imad Atrach
Santo Padre, desde la firma del «Documento
sobre la Fraternidad Humana», hace tres años, hasta la visita a Bagdad y
luego, recientemente, a Kazajistán: ¿este camino
está dando frutos tangibles, en su opinión? ¿Podemos esperar que culmine en un
encuentro en el Vaticano? Además, me gustaría agradecerle que haya
mencionado hoy al Líbano, porque como libanesa puedo decirle que realmente
necesitamos un viaje urgente de su parte, también y sobre todo porque ahora ni
siquiera tenemos un presidente, así que iría a abrazar al pueblo directamente.
Gracias. He estado pensando mucho
estos días -y lo hemos hablado con el Gran Imán- en cómo surgió la idea del
Documento de Abu Dhabi, ese Documento que hicimos juntos, el primero. Él había
venido al Vaticano para una visita de cortesía: tras nuestro encuentro
protocolar, era casi la hora de comer y se marchaba, y mientras le acompañaba a
despedirse le pregunté: «¿Pero a dónde va usted a
comer?». No sé lo que me dijo. «Pero venga,
almorcemos juntos». Fue algo que salió de dentro. Entonces, sentados
ante la mesa, él, su secretario, dos consejeros, yo, mi secretario, mi
consejero, tomamos el pan, lo partimos y nos lo dimos unos a otros. Un gesto de
amistad, ofrecer el pan. Fue un almuerzo muy bello, muy fraternal. Y hacia el
final, no sé a quién se le ocurrió la idea, nos dijimos: ¿pero por qué no escribimos sobre este encuentro? Así
nació el Documento de Abu Dhabi. Los dos secretarios se pusieron a trabajar,
con un borrador que iba y otro que volvía, un borrador que iba y otro que
volvía, y al final aprovechamos el encuentro de Abu Dhabi para publicarlo. Fue
una cosa de Dios, no se puede entender de otra manera, porque ninguno de
nosotros tenía esto en mente. Surgió durante un almuerzo amistoso, y eso es
algo grande. Luego seguí pensando, y el Documento de Abu Dhabi fue la base de
los «Fratelli tutti»; lo que escribí sobre
la amistad humana en «Fratelli tutti» se
basa en el Documento de Abu Dhabi. Creo que no se puede pensar en un camino así
sin pensar en una bendición especial del Señor en este camino. Quiero decir
esto por justicia, creo que es justo que sepan cómo el Señor inspiró este
camino. Ni siquiera sabía cómo se llamaba el Gran Imán, luego nos hicimos
amigos e hicimos algo como dos amigos, y ahora hablamos cada vez que nos
encontramos. El Documento es actual y se está trabajando para darlo a conocer.
Luego sobre el Líbano... El
Líbano es un dolor para mí. Porque el Líbano no es un país en sí mismo, un Papa
lo dijo antes que yo, el Líbano no es un país, es un mensaje. El Líbano tiene
un gran significado para todos nosotros. Y el Líbano está sufriendo en este
momento. Rezo, y aprovecho para hacer un llamamiento a los políticos libaneses:
dejen de lado los intereses personales, pongan la mirada en el país y pónganse
de acuerdo. Primero Dios, luego la patria, luego los intereses. Pero Dios y la
patria. En este momento no quiero decir «salvar el
Líbano» porque nosotros no somos salvadores, pero por favor, es
necesario sostener el Líbano, ayudar para que el Líbano detenga este descenso,
para que el Líbano recupere su grandeza. Hay medios.. está la generosidad del
Líbano, ¡cuántos refugiados políticos tiene el Líbano! Tan generoso y está
sufriendo. Aprovecho para pedir una oración por el Líbano, también la oración
es una amistad. Ustedes son periodistas, miren hacia el Líbano y hablen de esto
para hacer crecer la conciencia. Gracias.
3) Carol Glatz (CNS)
Su Santidad, durante este viaje a Baréin habló de los derechos
fundamentales, incluidos los de las mujeres, de su dignidad, del derecho a
tener su lugar en la esfera social y pública, y animó a los jóvenes a tener
valor, a hacer ruido; a avanzar por un mundo más justo. Dada la situación que
se vive aquí cerca, en Irán, con las protestas desencadenadas por algunas
mujeres y muchos jóvenes que quieren más libertad, ¿apoya
usted este compromiso de las mujeres y los hombres que exigen derechos
fundamentales que también se encuentran en el Documento de la Fraternidad
Humana?
Hay que decirnos la verdad. La
lucha por los derechos de las mujeres es una lucha continua. Porque en algunos
lugares las mujeres llegan a tener igualdad con los hombres. Pero en otros
lugares no logra. ¿No? Recuerdo que en los
años 50, en mi país, se luchaba por los derechos cívicos de las mujeres: para
que las mujeres pudieran votar. Porque hasta 1950, más o menos, sólo podían
hacerlo los hombres. Y pienso en esta misma lucha en EEUU, famosa, por el voto
femenino. Pero ¿por qué -me pregunto- una mujer
tiene que luchar tanto para mantener sus derechos? Hay una -no sé si es
una leyenda- una leyenda sobre el origen de las joyas de las mujeres -quizás
una leyenda- que explica la crueldad de tantas situaciones contra las mujeres.
Se dice que la mujer lleva muchas joyas porque en algún país -no lo recuerdo,
quizá sea un hecho histórico- existía la costumbre de que cuando el marido se
hartaba de la mujer, le decía «¡vete!» y
ella no podía volver a entrar para buscar nada. Tenía que irse con lo que
llevaba encima. Y (eso sería) el motivo por el que acumulaban oro para al menos
llevarse algo. Dicen que este es el origen de las joyas. No sé si es cierto o
no, pero la imagen ayuda.
Los derechos son fundamentales: pero ¿cómo es que en el mundo actual no podemos detener
la tragedia de la mutilación femenina? Es terrible esto. Hoy, que exista
esta práctica, que la humanidad no pueda detener esto que es un crimen, ¡un acto criminal! Las mujeres, según dos
comentarios que he escuchado, son material «usa y
tira» - eso es feo ¿eh? - o son « especie protegida». Pero la igualdad
entre hombres y mujeres todavía no se encuentra de forma universal, y existen
estos episodios: que las mujeres son de segunda clase o menos. Debemos seguir
luchando por esto, porque las mujeres son un don. Dios no creó al hombre y
luego le dio un perrito para divertirse. No. Los creó a los dos, iguales,
hombre y mujer. Y lo que Pablo escribió en una de sus cartas sobre la relación
hombre-mujer, que hoy nos parece anticuado, en aquel momento fue tan
revolucionario que escandalizó sobre la fidelidad entre el hombre y la mujer.
(Dijo): que el hombre cuide de la mujer como de su
propia carne. Esto, en aquel momento, era algo revolucionario. Todos los
derechos de las mujeres provienen de esta igualdad. Y una sociedad que no es
capaz de poner a la mujer en su lugar, no avanza. Tenemos la experiencia (de
esto). En el libro que escribí «Volvamos a soñar», en
la parte sobre la economía por ejemplo: hay mujeres economistas en el mundo
ahora mismo que han cambiado la visión económica y son capaces de llevarla
adelante. Porque tienen un don diferente. Saben gestionar las cosas de otra
manera, que no es inferior, es complementaria. Una vez tuve una conversación
con una jefa de gobierno, una gran jefa de gobierno, una mamá con varios hijos
que había tenido mucho éxito en resolver una situación muy difícil. Y le dije: dígame, señora, ¿cómo resolvió una situación tan difícil?
Y empezó a mover las manos así, en silencio. Luego me dijo: cómo lo hacemos (nosotras) las madres. La mujer
tiene su propio camino para resolver un problema, que no es el del hombre. Y
ambos caminos deben trabajar juntos: la mujer igual
al hombre trabaja por el bien común con esa intuición que tienen las mujeres. He
visto que en el Vaticano cada vez que entra una mujer a hacer un trabajo, las
cosas mejoran. Por ejemplo, la vicegobernadora del Vaticano es una mujer, el
vicegobernador es una mujer y las cosas han cambiado bien. En el Consejo para
la Economía había seis cardenales y seis laicos, todos ellos varones. Cambié
los laicos y puse un hombre y cinco mujeres. Y esto es una revolución porque
las mujeres saben cómo encontrar el camino correcto, saben cómo avanzar. Y
ahora he puesto a Marianna Mazzuccato, en el Consejo para la Familia (en la
Academia Pontificia para la Vida ed). Es una gran economista de Estados Unidos,
(la puse) para dar un poco más de humanidad a esto. Las mujeres aportan lo
suyo. No tienen que volverse como los hombres. No, son mujeres, las
necesitamos. Y una sociedad que cancela a las mujeres de la vida pública es una
sociedad que se empobrece. Se empobrece. Igualdad de derechos, sí. Pero también
la igualdad de oportunidades. Igualdad de (posibilidades) para salir adelante,
porque de lo contrario, uno se empobrece. Creo que con esto he dicho lo que
globalmente se debe hacer. Pero aún nos queda camino por recorrer. Porque
existe este machismo. Yo provengo de un pueblo machista. Los argentinos somos
machistas, siempre. Y esto es feo, pero cuando hace falta vamos a las mamás que
son las que resuelven los problemas. Pero este machismo mata a la humanidad.
Gracias por haberme dado la oportunidad de decir esto, que es (algo que) llevo
tanto en mi corazón. Luchemos no sólo por los derechos, sino porque necesitamos
mujeres en la sociedad que nos ayuden a cambiar.
4) Antonio Pelayo (Vida Nueva)
Santo Padre, la única vez que en este viaje habló sin papel, fue para
referirse a la « martirizada Ucrania » y a
las «negociaciones de paz». Me gustaría
preguntarle si puede decirnos algo sobre cómo van estas negociaciones por parte
del Vaticano, y otra pregunta: ¿ha hablado
últimamente con Putin o tiene intención de hacerlo en un futuro próximo?
Bueno, en primer lugar:
el Vaticano está continuamente atento, la
Secretaría de Estado trabaja y trabaja bien, trabaja bien. Sé que el
secretario, Monseñor Gallagher, se mueve bien allí. Después, un poco de
historia. Al día siguiente de (el comienzo de) la guerra -pensé que esto no se
podía hacer, una cosa insólita- y fui a la embajada rusa, a hablar con el
Embajador, que es un buen hombre. Lo conozco desde hace seis años, desde que
llegó, un humanista. Recuerdo un comentario que me hizo entonces: «Nous sommes tombés dans la dictature de l'argent»
(Hemos caído en la dictadura del dinero), hablando de la civilización. Un
humanista, un hombre que lucha por la igualdad. Le dije que estaba dispuesto a
ir a Moscú para hablar con Putin, si era necesario. Lavrov (el Ministro de
Asuntos Exteriores, ed.) respondió muy amablemente -gracias- (pero) que no era
necesario por el momento. Pero desde entonces nos hemos interesado mucho. Hablé
dos veces por teléfono con el Presidente Zelesnky; después con el Embajador
algunas veces más. Y se hace un trabajo de acercamiento, de búsqueda de
soluciones. La Santa Sede también hace lo que tiene que hacer con respecto a
los prisioneros, estas cosas... son cosas que se hacen siempre y la Santa Sede
las ha hecho siempre, siempre. Y (luego) la predicación por la paz. Lo que me
llama la atención -por eso uso la palabra «martirizada» para Ucrania- es la
crueldad, que no es del pueblo ruso, tal vez... porque el pueblo ruso es un
pueblo grande, están los mercenarios, soldados que van a la guerra como una
aventura, mercenarios... Prefiero pensar así porque tengo una gran estima por
el pueblo ruso, por el humanismo ruso. Basta con pensar en Dostoievski, que
hasta hoy nos inspira, inspira a los cristianos a pensar en el cristianismo.
Siento un gran afecto por el pueblo ruso y también por el ucraniano. Cuando
tenía once años, había un sacerdote cerca de mí que celebraba en ucraniano y no
tenía monaguillos, y me enseñó a servir la misa en ucraniano y todas estas
canciones ucranianas las conozco en su idioma, porque las aprendí de niño, así
que tengo un cariño muy grande por la liturgia ucraniana. Estoy en medio de dos
pueblos que amo. Pero no sólo yo, la Santa Sede ha tenido muchos encuentros
reservados, muchas cosas con buenos resultados. Porque no podemos negar que una
guerra al principio quizás nos hace valientes, pero luego cansa y hace daño y
se ve el mal que hace una guerra. Esto por la parte más humana, más cercana.
Después me gustaría quejarme, aprovechando esta pregunta: en un siglo, ¡tres
guerras mundiales! La de 1914-1918, la de 1939-1945, ¡y
ésta! Esta es una guerra mundial, porque es cierto que cuando los
imperios, tanto de un lado como del otro, se debilitan, necesitan hacer una
guerra para sentirse fuertes y también para vender armas ¿eh? Porque hoy creo que la mayor calamidad del
mundo es la industria armamentística. ¡Por favor! Me
han dicho, no sé si es cierto o no, que si no se fabricaran armas durante un
año, se acabaría el hambre en el mundo. La industria armamentística es
terrible. Hace unos años, tres o cuatro, un barco lleno de armas llegó de un
país a Génova y se debía pasar las armas a un barco más grande para llevarlas a
Yemen. Los trabajadores de Génova no quisieron hacerlo... Fue un gesto. Yemen: más de diez años de guerra. Los niños de Yemen no tienen
para comer.
Los Rohingya, moviéndose de un
lado a otro porque fueron expulsados, siempre en guerra. Myanmar, es terrible
lo que está sucediendo... Ahora espero que hoy se detenga algo en Etiopía, con
un tratado... Pero estamos en guerra en todas partes y no entendemos esto.
Ahora nos afecta de cerca, en Europa, la guerra ruso-ucraniana. Pero hay en
todas partes, desde hace años. En Siria doce o trece años de guerra, y nadie
sabe si hay prisioneros y lo que pasa allí. Después el Líbano, hablamos de esta
tragedia... No sé si esto lo he dicho alguna vez: cuando fui a Redipuglia, en
2014, vi eso -y mi abuelo había hecho el Piave y me contó lo que pasaba allí- y
esas las tumbas de los jóvenes... Lloré, lloré, no me da vergüenza decirlo.
Después, un 2 de noviembre, que siempre voy a un cementerio, fui a Anzio y vi
la tumba de esos chicos americanos, (que murieron) en el desembarco de Anzio.
(Tenían) 19-20-22-23 años, y lloré, de verdad, me salió del corazón... Y pensé
en las madres a las que llaman a la puerta: 'Señora, un sobre para usted'. Abre
el sobre: «Señora, tengo el honor de decirle que
tiene un hijo que es un héroe de la patria...». Las tragedias de la
guerra. No quiero hablar mal de nadie, pero me ha tocado el corazón: cuando
tuvo lugar la conmemoración del desembarco de Normandía, los jefes de tantos
gobiernos estaban allí para conmemorarlo. Fue el principio de la caída del
nazismo, es cierto. ¿Pero cuántos chicos quedaron
en la playa de Normandía? Dicen que treinta mil... ¿Quién piensa en esos chicos? Todo esto lo siembra
la guerra. Por eso, ustedes que son periodistas, por favor, sean pacifistas,
hablen contra las guerras, luchen contra la guerra. Se los pido como hermano.
Gracias.
5) Hugues Lefevre (I.Media)
Santo Padre, esta mañana, en su discurso al clero de Baréin, usted habló
de la importancia de la alegría cristiana, pero en los últimos días muchos
fieles franceses han perdido esta alegría al descubrir en la prensa que la
Iglesia había mantenido en secreto la condena en 2021 de un obispo, ahora
jubilado, que había cometido abusos sexuales en los años noventa mientras era
sacerdote; cuando esta historia salió en la prensa, cinco nuevas víctimas se
presentaron. Hoy en día muchos católicos quieren saber si la cultura del
secretismo de la justicia canónica deba cambiar y volverse transparente (y a
mí) me gustaría saber si usted cree que las sanciones canónicas deben hacerse
públicas, gracias.
Gracias a tí por la pregunta. Me
gustaría empezar (con) algo de historia sobre esto. El problema de los abusos
siempre ha estado ahí, no sólo en la Iglesia, sino en todas partes. Ustedes
saben que el 42-46 % de los abusos sexuales se producen en la familia o en el
barrio; esto es gravísimo, pero la costumbre siempre ha sido la de encubrir, en
la familia aún hoy se encubre todo, e incluso en el barrio se encubre todo, o
al menos la mayoría de los casos; una fea costumbre que empezó a cambiar en la
Iglesia cuando se produjo el escándalo de Boston en la época del cardenal Law
que, por el escándalo, dimitió; fue la primera vez que (un caso de abuso) salió
a la luz como un escándalo. Desde entonces, la Iglesia ha tomado conciencia de
ello y se ha puesto a trabajar, mientras que en la sociedad y en otras
instituciones normalmente se encubre. Cuando se produjo el encuentro de los
presidentes de las conferencias episcopales (sobre este tema) pedí a Unicef, a
la ONU, las estadísticas sobre esto, los datos porcentuales: en las familias, en los barrios, en las escuelas, en el
deporte... y se hizo un estudio cuidadoso que comprendía también a la Iglesia;
y alguien dice que somos una pequeña minoría, pero (yo digo) si fuera incluso
un solo caso sería igualmente trágico, porque tú sacerdote, tienes la vocación
de hacer crecer a la gente y en cambio comportándote así la destruyes; para un
sacerdote, el abuso es como ir en contra de su naturaleza sacerdotal y en
contra de la propia naturaleza social, por eso es algo trágico y no tenemos que
detenernos, no tenemos que parar.
En esto, despertarse, hacer
investigaciones y mover las acusaciones, no siempre (y en todas partes) ha sido
todo igual, algunas cosas se ocultaron, antes del escándalo de Boston se
cambiaba a la gente (se trasladaba a los sacerdotes), ahora todo es claro y se
avanza en esto, por lo que no hay que extrañarse de que surjan casos como este,
ahora me viene a la mente otro caso de otro obispo, los hay ¿saben? Y (ahora) no es fácil decir 'no lo sabíamos' o 'era
la cultura de la época y sigue siendo la cultura social el ocultar'. Te
digo esto: la Iglesia es decidida sobre esto, y
quiero agradecer aquí públicamente el heroísmo del cardenal O'Malley, un buen
fraile capuchino, que intuyó la necesidad de institucionalizar esto con la
comisión de protección de menores que está llevando adelante, y esto nos hace
bien a todos y nos da valor. Estamos trabajando con todo lo que podemos,
pero sepan que hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro, que no
comparte... es un proceso que estamos haciendo y lo estamos llevando a cabo con
valentía y no todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de
transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad
de la Iglesia es aclararlo todo. Por ejemplo, he recibido dos quejas en los
últimos meses sobre casos de abusos que habían sido encubiertos y no juzgados
bien por la Iglesia: inmediatamente pedí un nuevo estudio (de los dos casos) y
ahora se está haciendo un nuevo juicio; también está esto entonces, la revisión
de los antiguos juicios, no bien hechos (que no se han dado correctamente).
Hacemos lo que podemos, todos somos pecadores, ¿sabes?
Y lo primero que tenemos que sentir es la vergüenza, la profunda
vergüenza de eso. Creo que la vergüenza es una gracia. Podemos luchar contra
todos los males del mundo pero sin vergüenza.... (no sirve para nada), por eso
me sorprendió que San Ignacio en los Ejercicios Espirituales, cuando te hace
pedir perdón por todos los pecados que has hecho, te hace llegar hasta la
vergüenza, y si no tienes la gracia de la vergüenza no puedes seguir. Uno de
los insultos que tenemos en mi tierra es «sos un
sinvergüenza» y creo que la Iglesia no puede ser «sinvergüenza», tiene que avergonzarse de las cosas malas, así
como dar las gracias a Dios por las cosas buenas que hace. Esto puedo
decírselo: (tenemos) toda la buena voluntad de
seguir adelante, también gracias a su ayuda.
6) Vania De Luca (Rai-Tg3)
Su Santidad también ha hablado de los migrantes en estos días. Cuatro
barcos frente a la costa de Sicilia, con cientos de mujeres, hombres y niños,
en dificultades, pero no todos pueden desembarcar. ¿Teme
que vuelva a haber una política de «puertos cerrados» por parte del
centro-derecha en Italia y cómo valora la posición de algunos países del norte
de Europa al respecto? Y luego también quería preguntarle en general: ¿qué impresión tiene del nuevo gobierno italiano, que por
primera vez está dirigido por una mujer?
...Eh, es un reto, es un reto.
Sobre los migrantes, el principio: hay que acoger a
los migrantes, acompañarlos, promoverlos e integrarlos, si no se pueden hacer
estos cuatro pasos, el trabajo con los migrantes no puede ser bueno.
Acogidos, acompañados, promovidos e integrados, llegar hasta la integración. Y
lo segundo que digo: cada gobierno de la UE tiene
que acordar cuántos migrantes puede recibir. Por el contrario, hay
cuatro países que reciben migrantes: Chipre,
Grecia, Italia y España, que son los más cercanos al Mediterráneo, en el
interior hay algunos, como Polonia, Bielorrusia... pero (hablando) de los
grandes migrantes del mar: la vida debe ser
salvada. ¿Sabes que hoy el Mediterráneo es un cementerio? Quizás el
cementerio más grande del mundo. Creo que la última vez les dije que leí un
libro en español que se llama Hermanito, es pequeñito se lee rápido, creo que
seguramente ha sido traducido al francés y también al italiano. Se puede leer
en dos horas. Es la historia de un chico de África, no sé si de Tanzania o de
dónde era, que, siguiendo los pasos de su hermano, llegó a España: ¡cinco esclavitudes sufrió antes de embarcarse! Mucha
gente, relata, es llevada por la noche a esos barcos -no a esos grandes navíos
que tienen otra función- y si no quieren subirse: ¡pum,
pum! Y los dejan en la playa - realmente es una dictadura de esclavitud
lo que hace esa gente - y luego está el riesgo de morir en el mar. Si tienes
tiempo lee esto, que es importante. La política de migrantes debe ser
consensuada entre todos los países, no se puede hacer una política sin consenso,
y la Unión Europea debe asumir una política de colaboración y ayuda, no puede
dejar a Chipre, Grecia, Italia y España, la
responsabilidad de todos los migrantes que llegan a las playas. La política de
los gobiernos hasta ahora ha sido la de salvar vidas, eso es cierto. Hasta
cierto punto se hizo así y creo que este gobierno (italiano) tiene la misma
política... los detalles no los conozco, pero no creo que quiera marcharse,
pero creo que ya ha hecho desembarcar a los niños, a las madres, a los
enfermos, por lo que he oído, al menos estaba la intención.
Italia pensemos aquí... este
gobierno, pensemos una vida a la izquierda, no puede hacer nada sin el acuerdo
con Europa, la responsabilidad es europea, y luego me gustaría mencionar otra
responsabilidad europea sobre África, creo que esto lo dijo una de las grandes
estadistas que tuvimos y tenemos, Merkel, ella dijo que el problema de los
migrantes debe ser resuelto en África, pero si pensamos en África con el lema: África debe ser explotada, es lógico que los migrantes,
la gente huya de esa explotación. Debemos, Europa debe intentar hacer
planes de desarrollo para África. Pensar que algunos países de África no son
dueños de su propio subsuelo, que siguen dependiendo de las potencias
colonialistas. Es una hipocresía resolver el problema de los migrantes en
Europa, no, vayamos a resolverlos también a su casa. La explotación de la gente
en África es terrible por este concepto. El 1 de noviembre tuve un encuentro
con estudiantes universitarios de África. El encuentro fue el mismo que tuve
con la Universidad de Loyola en Estados Unidos. Esos estudiantes tienen una
capacidad, una inteligencia, una criticidad, un deseo de avanzar, pero a veces
no pueden por la fuerza colonialista que tiene Europa en sus gobiernos. Si queremos
resolver definitivamente el problema de los migrantes, resolvamos el de África.
Los migrantes que vienen de otros lugares son menos, son menos, pero tenemos a
África, ayudemos a África. El nuevo gobierno comienza ahora, yo estoy aquí: le
deseo lo mejor. Yo siempre le deseo lo mejor a un gobierno porque el gobierno
es para todos y le deseo lo mejor para que saque a Italia adelante y a todos
los demás que están en contra del partido ganador que colaboren con criticidad,
con ayuda, pero un gobierno de colaboración, no un gobierno donde dan vuelta la
cara, te hacen caer si no te gusta una cosa u otra. Por favor, en esto hago un
llamamiento a la responsabilidad. Dime, ¿es justo
que desde principios de siglo hasta ahora Italia haya tenido 20 gobiernos? Dejémonos
de estas bromas....
7) Ludwig Ring-Eifel (Centrum informationis
Catholicum),
También yo quiero decir algo personal primero, porque me siento muy
emocionado, porque después de una pausa de 8 años estoy de vuelta en el vuelo
papal. Estoy muy agradecido de estar aquí de nuevo....
Bienvenido de nuevo
Ludwig
Gracias, un placer volver a encontrarlo. En el grupo alemán somos pocos,
sólo tres en este vuelo, y pensamos: ¿cómo podemos
establecer una conexión entre lo que vimos en Baréin y la situación en Alemania?
Porque en Baréin vimos una Iglesia pequeña, un rebaño pequeño, una
Iglesia pobre, con muchas restricciones y demás, pero una Iglesia viva, llena
de esperanza, que crece. En Alemania, en cambio, tenemos una Iglesia grande,
con grandes tradiciones; rica, con teología, dinero y todo, pero que pierde
trescientos mil creyentes cada año, que se van, que están en profunda crisis. ¿Hay algo que aprender de este pequeño rebaño que vimos
en Baréin para la gran Alemania?
Alemania tiene una vieja historia
religiosa. Citando a Hoelderlin diré: «Muchas cosas
han vivido, muchas». Su historia religiosa es grande y complicada, de
luchas. A los católicos alemanes les digo: Alemania tiene una gran y hermosa
Iglesia evangélica; yo no quisiera otra, que no será (nunca) tan buena como
esa; pero la quiero católica, a la manera católica, en fraternidad con la
evangélica. A veces se pierde el sentido religioso del pueblo, del Santo Pueblo
Fiel de Dios, y se cae en discusiones eticistas, discusiones de coyuntura,
discusiones que son consecuencias teológicas, pero que no son el núcleo de la
teología. ¿Qué piensa el Santo Pueblo Fiel de Dios?
¿Cómo se siente el pueblo santo de Dios? Ir allí a buscar cómo siente,
esa religiosidad sencilla, que se encuentra en los abuelos. No digo volver
hacia atrás, no; sino a la fuente de inspiración en las raíces. Todos tenemos
una historia de raíces de la fe; también los pueblos la tienen: ¡reencontrarla! Me viene a la mente aquella frase
de Hoelderlin para nuestra edad: «el anciano debe
mantener lo que prometió de niño». Nosotros en nuestra juventud...
prometimos muchas cosas, muchas cosas. Ahora nos metemos en discusiones éticas,
en discusiones coyunturales, pero la raíz de la religión es la bofetada que te
da el Evangelio, el encuentro con Jesucristo vivo: y
a partir de ahí las consecuencias, todas; a partir de ahí el coraje apostólico,
a partir de ahí ir a las periferias, incluso a las periferias morales de la
gente para ayudar; pero a partir del encuentro con Jesucristo. Si no hay
encuentro con Jesucristo habrá un eticismo disfrazado de cristianismo. Esto es
lo que quería decir, pero desde el corazón. Gracias.
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