El Obispo de Santander (España), Mons. Manuel Sánchez Monge, ha afirmado sobre los hechos extraordinarios de Garabandal que “la postura mía como la de mis antecesores es que sigue vigente la valoración de Roma: ‘No hay signos de sobrenaturalidad’”.
Además, ha reconocido que contactó con la Universidad CEU San Pablo para
expresar su disgusto porque no hubieran contado con él antes de acoger un acto
de fieles devotos de estos hechos.
“Nada más he hecho saber a los del CEU, no al
cardenal Osoro, que no me gustaba que no hubieran contado conmigo antes de
autorizar ese acto”, ha señalado el Prelado a
consultas de ACI Prensa sobre la cuestión.
Estas declaraciones del Obispo de Santander tienen su origen en la
polémica en torno a la celebración de un acto titulado “Madrid
con Garabandal”, que finalmente tuvo lugar en el restaurante de un club
de tiro deportivo cerca de la capital de España.
Los organizadores, que tenían previsto que se celebrase en la
Universidad CEU San Pablo, difundieron la convocatoria apuntando que “se modifica el lugar del evento por motivos
ajenos a los organizadores”.
Algunas informaciones en los días previos apuntaban a que el Obispo de
Santander habría llamado al Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, para
que presionara al CEU y no tuviera lugar el acto en la universidad, obra
corporativa de la Asociación Católica de Propagandistas.
En comunicación con ACI Prensa, el Arzobispado de Madrid desmintió
su participación en esta polémica y precisó
que “ni el cardenal Osoro ni nadie del Arzobispado se ha puesto en contacto con el CEU o la
organización en relación a este acto”.
Al inicio de su intervención en la convocatoria, Jorge Fernández Díez,
exministro de Interior, se refirió al hecho de que se hubiera cambiado su lugar
de celebración por causas ajenas a los organizadores.
Las causas del traslado del evento, dijo, “son
las mismas causas que llevan 61 años torpedeando que se pueda investigar de manera rigurosa la verdad de
lo sucedido”.
“Tenemos el derecho a rogar, a pedir y a rezar para
que se haga una investigación seria y rigurosa por respeto a los fieles y por
respeto a la Virgen”, subrayó.
“GRAVE RESPONSABILIDAD
DE ESTUDIAR ESOS HECHOS”
El P. Álvaro de Cárdenas, presbítero de la Diócesis de Getafe, presente
en el acto, dijo a ACI Prensa que “es una grave
responsabilidad de la Iglesia estudiar los hechos de Garabandal”.
A su juicio, “si la Iglesia de Santander se
desentiende de su grave obligación, la Iglesia de Roma debería asumir la
investigación, como en el caso de Medjugorje” para así “dictaminar sobre su
origen” y ofrecer una respuesta concreta al pueblo de Dios.
Más de dos mil personas han suscrito ya un texto que reclama al Obispo
de Santander que impulse “un estudio riguroso bajo
la luz del Espíritu Santo de todo lo acontecido en San Sebastián de Garabandal”
a través de la iniciativa Garabandal está vivo.
¿QUÉ SUCEDIÓ EN
GARABANDAL?
Los supuestos hechos extraordinarios habrían acontecido en la pequeña
aldea de San Sebastián de Garabandal (España) entre 1961 y 1965. Allí, cuatro
niñas –Conchita, Jacinta, Mari Loli y Maricruz–, aseguraron haber presenciado
las apariciones de San Miguel Arcángel y de la Virgen María.
Aquellos hechos atrajeron a multitudes que aseguraron ser testigos de
éxtasis, levitaciones y demostraciones de fuerza y destreza protagonizadas por
las niñas, entonces de tan solo 11 años.
La actual declaración del Obispo de Santander, sobre que en Garabandal “no hay signos de sobrenaturalidad”, es el mensaje
más explícito que se haya realizado desde el episcopado español en años
recientes.
POR NICOLÁS DE CÁRDENAS
| ACI Prensa
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